VALÈNCIA. Dos décadas son más que suficientes para la transformación de un sector y el agroalimentario no ha sido menos. En el caso de la Comunitat Valenciana, el resultado es claro: el campo pierde peso frente al crecimiento de la fase industrial, tal y como indica el Informe Sectorial Agroalimentario de CaixaBank Research.
En concreto, el peso del sector primario en el tejido económico ha disminuido un 0,6% en las últimas dos décadas mientras que la industria alimentaria crece un 0,7% en su valor añadido. El informe compara la importancia del sector agroalimentario en el Valor Añadido Bruto (VAB) entre dos periodos; por un lado, desde el año 2000 hasta 2009 y, por otro, desde el 2020 hasta 2022.
En la Comunitat Valenciana, la rama primaria (agricultura, ganadería, pesca) ha perdido peso relativo en la economía regional, pero ese descenso ha sido compensado por la ganancia de peso de la industria alimentaria. Según explica el informe, esta transformación del sector en la Comunitat, al igual que Madrid y Cataluña, responde a una mayor tecnificación.

Además se produce la paradoja de que la Comunitat Valenciana es la sexta región que más aporta al sector agroalimentario en el conjunto de España pero, a la vez, el sector agroalimentario valenciano es de los que menos aporta a la economía regional. ¿Por qué? Según indica el estidio, se debe a la diversificación de la economía valenciana, por un lado, y a la mencionada tecnificación del sector agroalimentario, que le permite estar entre las regiones con mayor aportación al sector a nivel nacional.
Sin embargo, el sector agroalimentario valenciano apenas tiene relevancia sobre el tejido económico de la Comunitat, puesto que aporta el 3,8% del valor añadido, de modo que se sitúa el quinto por la cola comparado con el sector del resto de autonomías. Esto denota un bajo grado de especialización productiva, según el mismo informe.


Al igual que le sucede a la Comunitat, donde el sector agroalimentario presenta un menor peso en la economía regional, Madrid, Baleares, País Vasco y Cataluña también muestran la misma circusntancia. En este caso destacan Cataluña y la Comunitat Valenciana, que aportan de forma significativa al conjunto del sector agroalimentario español, pero lo hacen de forma más modesta en sus economías respectivas dada la elevada diversificación de éstas hacia otros sectores, como el turístico.
A nivel agregado, se percibe que el peso del sector en las economías regionales se está moderando, como consecuencia del proceso secular de terciarización económica. También se observa que, dentro del sector agroalimentario, la industria va ganando peso gradualmente. En cifras, el sector ha pasado de aportar un 5,5% al VAB de España en la década de los 2000 a aportar un 5,2% en la década actual, y que la industria ha pasado de aportar un 43% al VAB del sector en los 2000 a un 45% en la actualidad.
En cuanto al peso del sector en las economías regionales, es cada vez menor, siendo La Rioja, Extremadura y Cantabria donde más ha perdido. Por el contrario, en contra de la tendencia del conjunto del país, el sector ha ganado peso en Aragón (donde destaca el sector ganadero, sobre todo la cabaña porcina), Andalucía y Canarias.
Análisis provincial: Almería, Sevilla y Barcelona a la cabeza
A grandes rasgos, las provincias andaluzas y algunas provincias del Levante español son las que más aportan al sector nacional. Concretamente, Almería, Sevilla, Barcelona, Murcia y Valencia aportan en conjunto más del 20% del VAB del sector nacional. Exceptuando el caso de Barcelona (donde prevalece la importancia de su industria agroalimentaria, que aporta por sí sola el 3,7% del sector), son provincias que se caracterizan por un potente sector primario (es donde más aporta al total del VAB del sector). En el extremo opuesto, Soria, Ávila, Palencia, Segovia y Vizcaya son las provincias que menos aportan al sector agroalimentario nacional. Resulta llamativo el caso de Castilla y León: aunque a nivel autonómico aporta más del 10% del VAB del sector, a nivel provincial solo León y, especialmente, Salamanca superan la mediana nacional.
En cuanto a qué provincias presentan una mayor dependencia del sector agroalimentario, Cuenca, Almería, Salamanca, Zamora y Huesca son las cinco más dependientes al aportar, en promedio, cerca del 18% del VAB provincial. En el extremo opuesto se encuentran Madrid, Vizcaya, Barcelona, Baleares y Guipúzcoa, economías con una alta diversificación sectorial y un fuerte desarrollo del sector servicios, lo que reduce el peso relativo del agroalimentario.