VALÈNCIA. Nueva testifical en el marco de la investigación judicial sobre la gestión de la Dana. Este miércoles pasó a declarar por el juzgado de Catarroja la que fuera directora general de la secretaría del Gabinete del president de la Generalitat, Carlos Mazón. La alto cargo, Pilar Montes, ha aportado poca información relevante para la instrucción más allá de apuntar tanto al chófer del expresident y a los bedeles para conocer a qué hora llegó el exjefe del Consell al Palau de la Generalitat tras su comida con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro. Es esta todavía una de las incógnitas sin resolver.

La testigo, recientemente nombrada directora general de Relaciones Institucionales del nuevo ejecutivo de Juanfran Pérez Llorca, era en aquel momento la subordinada el jefe de Gabinete de Mazón, Jose Manuel Cuenca, si bien ha asegurado que no tiene "relación" con el ya expresident más allá de "cuestiones en trámite" por las que pueda tener que hablar con él. Cuenca, ha dicho, se encargaba de confeccionar la agenda mientras ella, de "organizarla". La tarde de la Dana, ha expuesto la testigo, Mazón "no tenía agenda" más allá de la comida.

Montes ha apuntado que "no se publica si [Mazón] tiene un almuerzo o reunión de trabajo". Ella fue la persona que llamó al restaurante El Ventorro para reservar una mesa para Mazón y Vilaplana y lo hizo, según ha explicado, por orden de su superior. Ha explicado que ya anteriormente había hecho reservas en este establecimiento y "todas" las había abonado el partido, como ocurrió también en esta ocasión. Por eso, ha insistido, no se publicó en la agenda de transparencia.

La testigo ha sido preguntada por la llegada de Mazón al Palau de la Generalitat. Una hora todavía desconocida porque el expresident, en sus declaraciones públicas y en el Congreso de los Diputados, ha asegurado que no podía entrar en "el minutaje". Lo único que se conoce es que abandonó junto a Vilaplana el restaurante entre las 18.30h y las 19h, según los testimonios de la propia comunicadora y el dueño de El Ventorro. Y que acompañó a la periodista hasta el aparcamiento del Parterre, a pocos minutos del local. El vehículo de Vilaplana salió de aquel parking a las 19.47h, según ha constatado la propia compañía gestora.

En ese sentido, la testigo ha dicho desconocer el momento en el que el exjefe del Consell llegó al Palau y ha apuntado al chófer y los bedeles, que "sabrán la hora de regreso" de Mazón. Asimismo, ha identificado al chófer -del que ha dicho que "era para todo el día"- y al jefe de seguridad, el encargado de repartir los escoltas aquella jornada, si bien ha asegurado que no sabe si hay un "registro documental del dispositivo de seguridad". La magistrada ha citado tanto a los escoltas como al chófer a declarar como testigos en la instrucción, pero se ha negado a hacerlo con los bedeles por el momento.

No recuerda la llamada con Mazón

El primero de los temas tratados en el interrogatorio ha sido la llamada que el expresident de la Generalitat le hizo a Montes a las 19.42h. Se trata de un contacto telefónico que figura en el listado aportado por Mazón a Les Corts Valencianes y más tarde incorporado a la causa judicial. Al respecto, ha dicho que "no recuerda haber tenido una conversación" con Mazón a esa hora, ni siquiera que le llamara. Así, ha asegurado que vio la llamada publicada. Con todo, ha asegurado que solo ha revisado en su terminal sus llamadas "enviadas". Tampoco tuvo otro contacto telefónico con Mazón "a otra hora de la tarde", según ha dicho.

Sí ha explicado que habló con Mazón presencialmente por la mañana pero "no de la emergencia" sino del "día a día". Le hizo llegar unos documentos remitidos por la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas, sobre el estado de la Dana y eran para "la comparecencia que iba a tener el president en medios", que se produjo antes de las 12h del mediodía.

Asimismo, ha dicho que le envió tres 'whatsapps'. Un primero por la mañana, porque al dia siguiente Mazón tenía previsto un viaje a Madrid; otro segundo durante la comida, para trasladarle la necesidad de firmar unos documentos sobre unas becas deportivas que le acabó enviando al restaurante y que el entonces president suscribió durante el encuentro; y otro tercero para hacerle llegar que el 'lendakari', Imanol Pradales, quería hablar con él. Sobre esto último no ha dicho hora y ha asegurado que desconoce si la llamada era para ofrecer recursos para la Dana. Mazón, ha dicho, no contestó a "ninguno de los mensajes".

La testigo ha explicado que nunca habló de la emergencia como tal ni con Mazón ni con su superior, el jefe de Gabinete. Este le comentó pasadas las 20h que había que cancelar el viaje de Mazón del día siguiente pero que todavía no cancelara la agenda del día 30 por la tarde. Tuvo más comunicación con Cuenca para preocuparse por su estado, puesto que se había quedado atrapado en la carretera, pero "no por cuestiones de la emergencia", ha aclarado. Tampoco recibió, o no lo recuerda, "mensajes de allegados y familiares sobre la emergencia ese día".