VALÈNCIA. El paso del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, por el juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja para declarar como testigo en el marco de la investigación sobre la gestión de la Dana era la primera ocasión en la que rompía su silencio y, por ello, había gran expectación por escuchar sus explicaciones acerca de lo ocurrido el pasado 29 de octubre. Así, además de asegurar que durante aquella tarde tuvo conocimiento del elevado caudal del barranco del Poyo pero que no lo comunicó en el Cecopi al considerarlo "congruente" con lo que estaba pasando en otros puntos, Polo justificó su actuación señalando que la Generalitat Valenciana tiene muchos canales de información adicionales para conocer lo que estaba pasando.
El responsable del organismo de cuenca, tal como figura en la transcripción de su declaración, hecha pública esta semana, centró parte de sus consideraciones en restar utilidad a los datos de caudales registrados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) a la hora de gestionar la emergencia. "La información de los sensores en los barrancos no puede ser suficiente para gestionar una emergencia", dijo, porque ese es un sistema de observación y no de predicción, por lo que exclusivamente con esos datos "siempre se va a llegar tarde". "Si confían la protección civil a lo que diga un sensor de nivel, ¿en qué momento van a avisar? ¿Y qué van a decir?", planteó Polo, quien insistió en que la información del SAIH es "complementaria a otras informaciones que se pueden disponer" por parte de Emergencias.
De este modo, el presidente de la CHJ insistió en remarcar que los datos de caudales son útiles para la protección civil en el caso de grandes ríos, dodne las crecidas se "producen de forma pausada". Pero en las "cuencas cortas", con alto riesgo de avenidas repentinas, "la información de los sensores no sirve para avisar a la población civil" porque "simplemente no vas a tener tiempo de reacción". Por lo que señaló la importancia para la planificación de la emergencia de los datos de pluviometría, que el organismo sí facilitó en tiempo y forma como marca el protocolo -a diferencia de los datos de caudales, que no se notificaron hasta las 18.43h-. Sobre ellos, dijo que los avisos por la superación de umbrales de lluvias indican precisamente cuándo "puede comenzar la escorrentía", lo que permite anticiparse a la posterior crecida de caudales.
Aun así, respondió que "nadie" de Emergencias les contactó el día de la Dana para "solicitar datos o pedirles opinión o interpretación de los datos de pluviometría o hidrológicos que se estaban registrando". Y al respecto, puso sobre la mesa otros casos posteriores a la Dana, en marzo y junio, en los que la Generalitat Valenciana sí pidió "una valoración previa de lo que podía pasar". "Ahora sí que le preguntan a la CHJ lo que puede pasar", apuntó, para asegurar que aunque en la Confederación no se dedican a ello, "si les preguntan, con los medios que tienen, informan". Esos dos casos probarían precisamente que la administración autonómica toma decisiones a partir de sus diferentes fuentes de información y no atendiendo solo a los caudales.

- Imagen del Cecopi aportada a la causa. Foto: VP
"En marzo, clausuraron la actividad durante tres días", rememoró el presidente de la CHJ. Una decisión que se tomó pese al criterio manifestado por él mismo, que insistió en que "no era para eso", que "los caudales que se esperaban no era para eso". La situación que se repetiría también en el episodio veraniego, según su relato. Por ello, aseguró, da "por hecho que Emergencias maneja mucha más información" que él y que la Confederación Hidrográfica. "La información que tiene la CHJ, la tiene la CHJ y todo el mundo", llegó a decir, para añadir que los datos de la Aemet y que usa la Confederación, también: "Está a disposición de cualquiera".
"La planificación debe hacerse a nivel técnico, no hace falta que se haga desde el Cecopi"
El presidente de la CHJ aseguró, a preguntas de la defensa del ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso, que él "no podía llegar a saber la magnitud de lo que finalmente ocurrió", pero que "había información suficiente para casar la información meteorológica con los mapas de peligrosidad y, por tanto, para hacer una planificación". Así, aunque dijo que "nadie" le había pedido un análisis, si hubiera ocurrido, "posiblemente habría llegado a esa conclusión".
"Con el sistema nacional de cartografía de zonas inundables, uno a las 10hpodía intuir qué podía pasar", llegó a asegurar el responasble del organismo de cuenca en el interrogatorio de una acusación particular representada por Fransico Regalado. "Como mínimo, eso es un sistema de alerta temprana; mucho más temprana que lo que pueda tener la CHJ", añadió.
En otro de los momentos del interrogatorio, a preguntas de los letrados de la acusación popular de Ciudadanos, Polo aseguró que pensaba que Emergencias estaba haciendo "una planificación" a partir de las previsiones meteorológicas. Pero aclaró que "no hace falta" que ese trabajo "se haga desde el Cecopi", que es "un órgano de coordinación". Así, pese a admitir que él no era "quién para decidir eso", sí consideró que en el Cecopi están los mandos de los servicios de intervención y que deben "estar alertados ante una emergencia", pero la planificación previa "debe hacerse a otro nivel técnico".