VALÈNCIA. El plan de obras contra inundaciones del Gobierno central tras la Dana toma forma. Tras años con múltiples proyectos en el cajón y después de la catástrofe del pasado 29 de octubre tanto en los barrancos del Poyo, l'Horteta, Gallego y Saleta, como en el río Magro o el Júcar, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se afana, ahora sí, para activar las primeras obras cuanto antes. En ese sentido, la idea es poder licitar las primeras intervenciones este año para que los trabajos empiecen el año que viene, en 2026.
El paquete de proyectos previstos lo presentó la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen el pasado 29 de mayo en su visita a València para reunirse con las víctimas de la tragedia. Este jueves, hizo lo propio el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, con alcaldes de municipios afectados y asociaciones. En total, son 17 proyectos, como publicó Valencia Plaza, que abordan actuaciones de diferente tipología y en múltiples puntos de las cuencas y barrancos de la zona afectada por la Dana, especialmente en la 'zona cero'.
La más madura, como ya se dicho en varias ocasiones, es la adecuación del barranco de La Saleta, que prevé una inversión cercana a los 90 millones de euros. Se encuentra en fase más avanzada; de hecho, acaba de pasar por la fase de información pública. La obra se llevará a cabo en el tramo entre Aldaia y el nuevo cauce del Túria -el Plan Sur- y engloba no sólo el acondicionamiento del barranco entre la autovía A-3 y la CV-33 sino la construcción de una conducción cerrada bajo el municipio de Aldaia y Alaquàs y la continuación de la canalización mediante una vía verde entre Alaquàs y Xirivella hasta el Túria.
Pero además, hay otros cinco proyectos a punto de salir adelante y que ya estaban en una fase avanzada de su tramitación. El trabajo de la CHJ ha consistido en adaptarlos y mejorarlos para hacer frente a una avenida como la que produjeron las precipitaciones del pasado 29 de octubre. En total, estas actuaciones supondrán una inversión por valor estimado de 42 millones de euros y se ejecutarán en el tramo bajo del río Júcar, previsiblemente a partir de 2026. No hay que olvidar que todas las intervenciones se han sometido a una revisión para adaptarse, en su caso, a inundaciones mayores para las que estaban prevista en un primer momento.
Las obras en el Júcar
Quizá la más importante es la adaptación a la inundabilidad del barranco de la Casella y la mejora de su capacidad de desagüe, que costará unos 24 millones. Con este proyecto se encauzará el barranco en zona urbana a su llegada al municipio de Alzira y se ampliará la sección hasta el río Júcar, con lo que evitará que el estrechamiento en esta zona suponga un cuello de botella y el consecuente desbordamiento. Con todo, la actuación afectará al colector de saneamiento existente que discurroe en el interior del barranco, por lo que será necesaria su reposición y profundización para hacerlo compatible con el nuevo cauce.

- Foto: Miteco
Otro tipo de iniciativas tienen que ver con crear zonas de laminación natural. Esto es, áreas donde el desbordamiento del agua se haga de forma controlada evitando que afecte a bienes materiales y personas. Esto es lo que se va a hacer también en este punto, concretamente en la confluencia entre el barranco de Casella y el de Barxeta, con un coste estimado de dos millones de euros. El proyecto inicial que salió a exposición pública preveía un nuevo cauce que siga el flujo 'natural' del agua cuando se desborda, rodeado de una zona de laminación con forma de parque inundable y árboles.
En cuanto al barranco de Barxeta, la CHJ tiene previstas obras para su adaptación, estarán divididas en dos fases y supondrán una inversión cercana a los 13,5 millones de euros. Las actuaciones buscan la renaturalización del nuevo cauce del barranco de Barxeta en Carcaixent, la ejecución de un cauce de alivio del citado barranco y su conexión con el río Júcar, así como la construcción de una mota y un muro de protección en el municipio.
Y por otra parte, el organismo incluye en este paquete de obras la implantación de elementos estructurales contra inundaciones en el núcleo urbano de Cogullada, por 2,5 millones. Por ejemplo, se proyecta la construcción de una mota de protección de hasta 3 metros de altura y recoge medidas de integración ambiental como plantazón de zonas arbustivas y bancos de madera. También proyecta el encauzamiento del barranco Prínceps y la restauración ambiental de la zona , incluso la impermeabilización de la CV-41, que funciona de mota de protección tanto para Cogullada como Carcaixent.
Sigue el conflicto por La Saleta
El mencionado proyecto de La Saleta ya había generado cierta controversia hasta el punto de que el Ayuntamiento de València, con el edil Carlos Mundina al frente de la concejalía del Ciclo del Agua, presentó alegaciones pidiendo que las obras se condicionen a un aumento de la capacidad del canal del Túria para que pueda absorber un mayor caudal sin peligro de desbordamiento para el Cap i Casal. Unas observaciones que no han caído bien en algunos municipios de l'Horta Sud, que piden que se ejecuten estas mejoras cuanto antes para reducir la vulnerabilidad de sus territorios.

- Foto: VP
La disputa parece, sin embargo, que todavía no está clara. Morán dijo este jueves que "las dudas" del Ayuntamiento de València sobre el encauzamiento del barranco de La Saleta estaban "prácticamente resueltas" tras las reuniones mantenidas entre los equipos técnicos, por lo que confió en que "en fechas próximas" saldrá el proyecto. Sin embargo, el concejal de València, Carlos Mundina desminitó que haya acuerdo: "No se han respondido a nuestras dudas, no se han respondido las alegaciones y no se nos ha dicho que se vaya a hacer alguna actuación de protección tras los desvíos en el nuevo cauce del Turia", aseguró.
No en vano, llegó a referirse a los estudios del CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas), según los cuales en la rambla del Poyo llegó a llevar el 29O la cantidad de 5.000 metros cúbicos por segundo, "lo que demuestra la necesidad de nuevos planes globales porque esas cantidades son inasumibles con las obras previstas". "No pedimos que no se hagan los proyectos, pedimos que se nos proteja a todos, incluida Valencia, con una visión más metropolitana", aseguró.