VALÈNCIA. El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha acometido desde su llegada al Ejecutivo autonómico a mediados de 2023 varias remodelaciones de Gobierno. Las más relevantes se produjeron en la segunda mitad del pasado ejercicio: la primera, en julio, tras la ruptura con Vox; la segunda, en noviembre, tras el impacto de la Dana del pasado 29 de octubre. Desde entonces, se han llevado a cabo una serie de modificaciones puntuales que dan como resultado con Consell compuesto por 145 puestos de alto cargo, menos paritario que al inicio de la legislatura, y con varias direcciones generales pendientes de nombramiento.

En concreto, el Ejecutivo valenciano tiene un total de tres demarcaciones sin ocupar. En Presidencia, sigue sin designar la persona que debe ocupar la dirección general de Coordinación de la Acción de Gobierno. Mientras que la Vicepresidencia Segunda y Conselleria para la Recuperación que dirige Francisco José Gan Pampols tiene dos sillas vacías: la Dirección General de Planeamiento, Análisis y Anticipación ante Catástrofes Naturales y la Dirección General de Relaciones y Gestión con la Administración Central y Europea para la Recuperación Económica y Social. 

De estos tres puestos, únicamente uno ha estado ocupado durante la legislatura, aunque de forma efímera. Es el caso de la Dirección General de Planteamiento, Análisis y Anticipación, ostentado por Ana Tortosa entre el pasado 30 de diciembre y el 12 de febrero. Desde su marcha, ninguna de estas tres demarcaciones ha vuelto a ser cubierta. Cabe mencionar que Tortosa dejó esta demarcación para ser directora general de Coordinación, Control y Seguimiento tras la marcha de Rosa Tourís a la conselleria de Medio Ambiente que dirige Vicente Martínez Mus. 

Respecto al otro cargo 'en blanco' en el seno de la vicepresidencia que encabeza Gan Pampols, cabe resaltar que se trata de un puesto concebido inicialmente como una secretaría autonómica, pero rebajado semanas después a dirección general. Una decisión que fuentes de esta vicepresiencia justificaron en que permitiría "una mayor coordinación y unidad de acción", al adscribir todas las direcciones generales a una misma secretaría autonómica. Además, defendieron la contribución de esta decisión a una reducción del gasto público. Ocho meses después de esta decisión, el puesto sigue sin nombrarse. 

Por su parte, la dirección general de Coordinación de la Acción de Gobierno, integrada en Presencia, es un puesto que el Consell fijó en el organigrama al principio de la legislatura, pero que nunca ha llegado a cubrir. De hecho, a finales de 2023, cuando el jefe del Consell contaba con tres direcciones generales pendientes de designación, fuentes de Presidencia aseguraron a este periódico que "pronto" estarían cubiertas todas las plazas, aunque la referente a la Coordinación de la Acción de Gobierno sigue resistiéndose tras 25 meses de mandato.

Con ello, sobrevuela la incógnita sobre si el Consell designará finalmente las figuras que ocuparán estos puestos o si, de lo contrario, el Ejecutivo autonómico prevé mantener tres puestos sin ninguna figura que los ocupe. Todo ello teniendo en cuenta el hecho de que el Consell ha completado más de media legislatura sin un director general de Coordinación de la Acción de Gobierno y que las dos direcciones restantes pertenecen a un departamento cuyo líder ya ha deslizado en diferentes ocasiones su intención de abandonar el Ejecutivo autonómico en los próximos meses.