VALÈNCIA. Los trabajadores de la Comunitat Valenciana permanecen más tiempo de baja que la media española. Según el informe sobre incapacidad temporal (IT) presentado por Umivale Activa y el Ivie en una jornada de la CEV celebrada en Elche, la duración media de las bajas laborales en la región alcanzó los 49 días en 2023, frente a los 38 días de media en el conjunto de España. Es decir, once días más de ausencia en cada proceso.
El estudio revela que la Comunitat presenta menos incidencia de bajas —358 procesos iniciados por cada mil trabajadores frente a cifras superiores en otras comunidades—, pero la duración más larga de esas ausencias dispara el absentismo laboral. En total, las jornadas perdidas por IT supusieron en 2023 el 5,3% del total anual, lo que se traduce en un coste productivo estimado de 7.100 millones de euros, el 5,1% del PIB regional.
Uno de los factores que explica el fenómeno es el aumento de los llamados "repetidores". En 2023, el 46,6% de los trabajadores con baja activa en la Comunitat habían acumulado más de un proceso en 12 meses, lo que supone un incremento del 72% respecto a 2018. En la provincia de Valencia la proporción es aún mayor, con un 13,7% de empleados en esta situación.
Además, las bajas de larga duración se han disparado en la última década: en la Comunitat se han multiplicado por 2,2 hasta alcanzar 15.800 procesos activos en 2023, con especial incidencia en Castellón, donde la prevalencia alcanza el 10,8 por mil trabajadores.
Comercio y agricultura, sectores críticos
El informe también revela diferencias por sectores. En comercio, las tasas de IT en Valencia (5,39%) y Castellón (5,68%) superan la media nacional (5,11%). Y en agricultura la situación es aún más llamativa: aunque en España es uno de los sectores con menor absentismo (3,78%), en la Comunitat se casi duplican esos niveles, con tasas del 6,43% en Castellón, 5,85% en Valencia y 5,48% en Alicante.

- Presentación del informe sobre absentismo laboral. -
El análisis de las causas apunta a un cambio estructural. El informe destaca que las bajas por dolores musculoesqueléticos (algias) y por trastornos de salud mental concentran ya el 52,7% del absentismo por IT en la Comunitat. Y subraya que la prolongación de las bajas no se explica por factores demográficos (edad, sexo o nivel de estudios), ni por la composición sectorial, sino por elementos ligados a la cultura laboral, la regulación del sistema de IT y la coyuntura económica.
El presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, alertó durante la presentación que "el absentismo laboral se ha convertido en uno de los principales retos para empresas, trabajadores y administraciones", y reclamó reforzar la colaboración público-privada y mejorar la gestión de las bajas médicas.
Los investigadores concluyen con una advertencia clara: el absentismo por IT es ya "un reto estratégico y económico de primer orden", que exige reformas en la gestión de los procesos y en las condiciones de trabajo para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario y de la Seguridad Social.
Pérez advirtió que "el absentismo laboral se ha convertido en uno de los principales retos para empresas, trabajadores y administraciones". A su juicio, este fenómeno impacta de forma directa en la productividad y competitividad de las empresas, incrementa el gasto de la Seguridad Social y añade presión al sistema sanitario.
Pérez defendió la necesidad de afrontarlo con una visión realista y coordinada, que incluya colaboración público-privada entre Seguridad Social, mutuas, servicios sanitarios y empresas; entornos de trabajo más seguros y saludables; una gestión más eficiente de las bajas médicas que evite duplicidades; y una mayor concienciación social.
“El absentismo no puede normalizarse ni convertirse en un tabú. Solo desde el diálogo, la colaboración y la corresponsabilidad podremos equilibrar salud y productividad, y garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar”, remarcó.
Factores estructurales y económicos
El informe, que cruza datos de la Seguridad Social, la Encuesta de Población Activa y la Muestra Continua de Vidas Laborales, concluye que los cambios en el absentismo no se explican por variables como la edad, el sexo, la nacionalidad o el nivel educativo de los trabajadores, ni tampoco por la composición sectorial o territorial del empleo.
Más bien, se relacionan con factores estructurales: la regulación de la IT, la cultura laboral y empresarial, y la evolución del ciclo económico. En particular, el estudio constata una relación inversa con la tasa de paro: cuando sube el desempleo, bajan las bajas médicas; cuando la economía crece y el paro disminuye, los trabajadores se muestran más proclives a solicitar y prolongar las bajas.
"Evidentemente, las crisis económicas y el desempleo no pueden ni deben ser las vías para moderar las tasas de absentismo por IT. La respuesta debe venir de cambios en la regulación y el funcionamiento del sistema de gestión de las bajas, en las condiciones de trabajo y en la cultura laboral", concluye el informe.