VALÈNCIA. Más de 28.000 agricultores valencianos sin ayudas a partir de 2032 y hasta 300.000 hectáreas en riesgo de abandono. Estas son las nuevas cifras que ponen negro sobre blanco el impacto que tendrá en el campo valenciano la próxima Política Agraria Común (PAC), que está siendo debatida en el seno de la Unión Europea. En concreto, este plan será el que se aplique entre 2028 y 2034, pero es a partir de 2032 cuando se introducen los cambios más sustanciales que dejarán a 28.000 productores de la Comunitat, 24.000 de ellos para entonces ya jubilados, sin la subvención que hasta ahora recibían.
Estos datos los ha dado a conocer el conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, quien se trasladó este lunes a Madrid para participar en el Consejo Consultivo de Política Agrícola y Pesquera para Asuntos Comunitarios. En esta cita, Barrachina pidió al Gobierno de España "una posición clara y firme" frente a la PAC. Según indica el conseller, la Comunitat Valenciana podría perder 52 millones de euros al año en ayudas de la PAC y pondría en peligro el futuro de 300.000 hectáreas de cultivo, una superficie que representa el 60% del total actualmente trabajado.
Ante esta situación, Barrachina exigió al Gobierno "que lidere la defensa del campo español en Bruselas, y que garantice unas condiciones justas que permitan a los agricultores y ganaderos afrontar con garantías los retos del sector". Sin embargo, Barrachina cargó con el ministro del ramo, Luis Planas, al considerar que está contributenfo a que salga adelante la nueva norma. "Asegura públicamente que defiende los intereses del campo español frente a la nueva PAC, pero mientras tanto sus técnicos ya trabajan en el articulado de la nueva norma. No es el momento de eso, sino de posicionar en Europa un rechazo total a una propuesta que acabaría con gran parte de nuestra agricultura", critica.

- Imagen de archivo del Parlamento Europeo. -
- Foto: ZHENG HUANSONG
El conseller recalcó que la Generalitat "no aceptará que la reforma implique recortes en los fondos agrarios, un incremento de la burocracia ni la imposición de nuevas trabas que resten competitividad a los agricultores valencianos". También rechazó la creación de un fondo único que suprima el papel de las regiones en la gestión de estas ayudas. "La agricultura necesita certezas, estabilidad y apoyo, no incertidumbre", remarcó el conseller. En esta línea, recordó que la Generalitat articuló un frente común, respaldado por AVA-ASAJA, ASAJA Alicante, CCPV-COAG, La Unió, UPA-PV y Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana, con el objetivo de rechazar cualquier recorte o reforma de la PAC que perjudique los intereses de los agricultores valencianos.
"Esta medida resulta particularmente perjudicial para la Comunitat Valenciana, donde la edad media de los agricultores supera los 65 años, situándonos como la región con el sector más envejecido de España y posiblemente de Europa”, subrayó. En este sentido, defendió que si los agricultores jubilados deben cumplir las mismas obligaciones normativas que el resto, "lo justo" es que también puedan acceder en igualdad de condiciones a las ayudas. "Tenemos que apostar por el relevo generacional, pero es fundamental tener en cuenta nuestra realidad demográfica para asegurar que quienes han dedicado toda su vida al campo mantengan el respaldo necesario, continúen aportando al desarrollo rural y al sector agroalimentario, y se evite el abandono de tierras", afirmó.
En este contexto, el conseller destacó que los agricultores jubilados que continúan trabajando sus parcelas "apoyan de manera directa la producción agrícola y evitan el abandono de terrenos que, de otro modo, quedarían sin uso". En ese sentido, Barrachina destacó que esto productores también contribuyen a la sostenibilidad del medio rural. "El campo no puede seguir siendo moneda de cambio en negociaciones políticas. Defendemos una PAC que ayude a producir, a modernizar y a mantener el empleo en el medio rural", concluyó el conseller.