VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, está terminando el presente curso político en una posición relativamente satisfactoria, especialmente si se compara con la primera mitad de 2025, donde el fantasma de su relevo estuvo planeando con intensidad en los despachos de la calle Génova, sede donde se ubica la dirección nacional del PP.
Además de su estrategia de resistencia, basada en buena parte en la aprobación de los presupuestos junto a Vox, el principal punto de inflexión que ha permitido al jefe del Consell rebajar la presión sobre su figura, fue el estallido definitivo del 'caso Koldo' en el PSOE ocurrido en junio, lo que provocó el alejamiento del foco mediático en la Comunitat Valenciana.
Ese episodio, unido a la reciente crisis en el PSPV derivada de la caída del comisionado para la Dana nombrado por el Gobierno, José María Ángel, que dimitió la pasada semana al abrirse una investigación desde la Fiscalía Anticorrupción por una posible falsificación de su título universitario presente en su expediente de la Diputación de Valencia, han propiciado que Mazón dé un paso adelante a la hora de enfrentarse a los medios de comunicación, mostrándose más incisivo y vehemente ante las preguntas sobre la actualidad.
Así pudo evidenciarse este lunes, cuando fue cuestionado por una información de 'El País' en la que se apuntaba a que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no forzará rápido su relevo salvo que se adelanten las elecciones generales. "No he visto ninguna noticia, he visto una quiniela más", replicó, al tiempo que contraatacó señalando que desde ese medio de comunicación se había llegado a vaticinar "que no llegaría a Navidad, que no llegaría a Fallas, con total seguridad que no llegaría a las Hogueras de Alicante, también que no tendría presupuestos y luego que no llegaría a agosto". "En fin, yo creo que no soy yo el que se lo tiene que hacer mirar", sentenció.
Una respuesta que parecía salir al paso, no sólo de esa información concreta, sino de todas las publicadas en estos meses que apuntaban a un relevo cercano de Mazón, una opción que sí ha estado en este tiempo sobre la mesa en Génova, aunque ahora se haya alejado. La crisis abierta en la formación socialista y la ahora vigente guerra de currículums -que empezó con la dimisión de la diputada del PP Noelia Núñez a la que le ha seguido la del socialista José María Ángel-, han dejado en una mejor posición a Mazón por dos motivos: el primero, porque el dimitido en el bando del PSOE era además presidente de los socialistas valencianos; y el segundo, por la cuestionable defensa que hizo la líder del PSPV, Diana Morant, del dirigente caído, que incluso ha suscitado discrepancias internas y disparidad de criterios incluso en posicionamientos de compañeros de gobierno, como es el caso de la vicepresidenta María Jesús Montero.
Por otro lado, y pese al fortalecimiento de Mazón a las puertas del verano, el jefe del Consell se mostró prudente a la hora de responder sobre si se presentará como candidato para la próxima legislatura. "Yo me presento a la reconstrucción cada día. Ese es mi objetivo, no tengo otro, que a pesar del Gobierno de España, está funcionando", recalcó. "El impulso de la Comunidad Valenciana, las políticas de salud mental, la creación de empleo, la llegada de inversiones, las rebajas de impuestos. Yo estoy en esto y no estoy en otra cosa, y los demás cantares para los que cantan desafinados", sentenció, a preguntas de los periodistas en una visita al Hospital General de Elche.