VALÈNCIA. Les Corts Valencianes aprobaron este miércoles con los votos de PPCV y Vox los presupuestos de 2025. Unas cuentas que llegan con retraso -casi en el ecuador del ejercicio- y tras un pacto hecho público en medio de las fiestas falleras por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, mediante un discurso en el que el jefe del Consell asumía una parte importante de los postulados del partido de Santiago Abascal que, posteriormente, se han visto reflejados en las enmiendas aprobadas.
De esta manera, Mazón se convierte en el primer -y único- líder popular que ha llegado a un acuerdo y aprobado las cuentas de 2025 gracias a los votos de Vox, a diferencia de otros presidentes autonómicos de su partido que, o bien no alcanzado todavía un pacto, o bien han preferido rechazar esta posibilidad al no estar dispuestos a aceptar ciertas condiciones de la negociación.
Cabe recordar que el líder del PPCV ya fue el primero en pactar con Vox tras las elecciones autonómicas de mayo de 2023. El acuerdo se selló apenas 15 días después de las votaciones y no agradó demasiado en Génova, dado que Pedro Sánchez se había apresurado a convocar elecciones generales y el país se encontraba en plena precampaña. El pacto exprés firmado por Mazón, con el que se entregaba la Presidencia de Les Corts y tres consellerias con la Vicepresidencia Primera incluida, facilitó a los socialistas munición al esgrimir ante la ciudadanía que ese sería el mismo camino que seguiría Alberto Núñez Feijóo, un argumento que beneficiaba la movilización del votante de izquierdas.

- Reunión entre Mazón y dirigentes de Vox para el pacto de junio de 2023. Foto: VP
Finalmente, el resultado del PP, pese a ser la fuerza más votada, no fue suficiente para alcanzar La Moncloa. Aunque no puede determinarse con exactitud el efecto que tuvo ese pacto con Vox en la Comunitat Valenciana, para muchos dirigentes populares resultó en cierta medida perjudicial para la candidatura de Feijóo, lo que enrareció la relación entre el líder nacional y Mazón, que ya partía de una situación distante al ser este último un dirigente impuesto por el anterior líder de la formación popular, Pablo Casado.
No obstante, pese a que el líder valenciano fue el primero, le siguieron sus compañeros en otras autonomías: Castilla y León, Aragón, Murcia y Extremadura. Unos acuerdos de gobierno que fueron fulminados de un plumazo por Abascal apenas un año después, en julio de 2024, al considerar que Feijóo no compartía la visión de Vox sobre inmigración. Ahora bien, esta ruptura, aunque permitía que los populares pudieran seguir gobernando en minoría en estos territorios, les seguía manteniendo dependientes en los parlamentos autonómicos para la acción legislativa y, especialmente, para la aprobación de los presupuestos.

- Abascal, en la comparecencia de ruptura de pactos autonómicos con el PP. Foto: EP/A. Pérez Meca
Así, el único acuerdo que ha visto la luz en este sentido se ha producido en la Comunitat Valenciana. En Extremadura, la homóloga de Mazón, María Guardiola, abandonó la idea de un pacto con Vox y también con el PSOE, formación con la que también lo intentó. "No comparto los discursos que enfrentan a la sociedad usando a los más vulnerables", comentó la dirigente en un pleno de marzo en referencia a Vox. Tampoco en Aragón hay nuevas cuentas y en la actualidad se gobierna con las de 2024 prorrogadas. Hace apenas un par de semanas, el consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, señaló en las Cortes que no habría presupuestos, algo que el presidente regional, Jorge Azcón, ratificó en un acto posterior: "Me remito a lo que ha dicho el consejero", señaló ante la prensa.
En Castilla y León, se presentó un anteproyecto de ley de presupuestos que se ha quedado en tramitación. No obstante, precisamente estos días había movimiento en las Cortes, dado que una moción de Vox para exigir que el presidente, Alfonso Fernández Mañueco (PP), llevara las cuentas a la cámara fue respaldada por el PSOE pero también por los propios populares, lo que podría dar lugar a novedades en las próximas semanas. En Murcia, con Fernando López Miras (PP) al frente, las cuentas están prorrogadas aunque las negociaciones se siguen produciendo: uno de los últimos escollos, la exigencia de Vox de poner fin al Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM) que se imparte en algunas aulas; un plan que, concretamente, según recordó el presidente autonómico, sólo cursan "unos 300 alumnos de los 320.000 que hay en la Región".
Por otro lado, en Baleares, donde Marga Prohens (PP) gobierna en minoría desde el inicio de la legislatura, el PP retiró en diciembre el proyecto de presupuestos y prorrogó los de 2024. Sin embargo, las negociaciones siguen abiertas y, según diversos medios regionales, las posiciones se han aproximado en las últimas semanas.
Más allá de los casos concretos que se producen en las distintas autonomías, algunas fuentes populares señalan que en Génova tampoco se sienten especialmente cómodos con la idea de que se multipliquen los pactos con Vox en las autonomías si ello obliga a concesiones discursivas abruptas como ocurrió en el caso de Mazón. Es cierto, y así lo admiten, que el caso valenciano es especial por la tragedia de la Dana y la necesidad aún más evidente de la aprobación de unos presupuestos, pero existe cierta sensación entre los dirigentes del partido de una pérdida de control del discurso si se produce una cascada de acuerdos con Abascal en las autonomías. No obstante, el beneficio de esto puede concentrarse en que, precisamente, Pedro Sánchez no ha logrado sacar adelante sus cuentas de nuevo, por lo que precisamente el relato político -como ya se vio este miércoles en Les Corts- puede dirigirse al hecho de que los gobiernos populares sí están consiguiendo aprobar los presupuestos a diferencia del ejecutivo central, aunque sea a costa de asumir el argumentario de Vox.
En cualquier caso, una vez más ha sido el presidente valenciano, Carlos Mazón, el más rápido en unir su destino al de la formación 'voxista', precisamente en un clima en el que suena con fuerza la posibilidad de que Feijóo ponga en marcha la maquinaria para relevarlo del cargo.