Comunitat Valenciana

Obstáculos para Camps: los nuevos estatutos del PP obligan a que los compromisarios den la cara por un candidato

El expresidente de la Generalitat celebra una macrocena en Alicante y sigue adelante con objetivo de liderar el partido

  • El expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, en un acto de presentación de su equipo, en Alicante.
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VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps celebra este viernes en los salones Juan XXIII de Alicante una macrocena con sus seguidores. Una cita para la que se espera una asistencia de unas 400 personas y que pone de manifiesto que el histórico dirigente continúa firme en su objetivo de presentarse como candidato en el próximo congreso regional del PPCV con el objetivo de volver a liderar la formación.

No obstante, esta misión no le va a resultar sencilla. Cabe recordar que el cónclave, que debería haberse celebrado antes de verano, sigue aplazado sin fecha establecida. Un retraso ordenado por la dirección nacional del PP ante la delicada situación que viene atravesando el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a raíz de su gestión el día de la Dana.

Pero al margen de esta circunstancia, han aparecido otros obstáculos para que Camps pueda disponer de una oportunidad real de vencer en un congreso a Mazón o a cualquier otro candidato que decida impulsar la cúpula del partido. Así, los distintos cambios introducidos en los estatutos del PP a raíz del XXI Congreso Nacional de la formación popular, en el que fue reelegido Alberto Núñez Feijóo, se centraron en la modificación de la designación directa del presidente por parte de los votos de militantes para regresar a un sistema indirecto por compromisarios -representantes elegidos por los afiliados- que se asemeja al instalado anteriormente en el PP.

Ahora bien, tal y como informó recientemente El Confidencial, hay algunos otros aspectos concretos en la letra pequeña estatutaria que tampoco juegan a favor de cualquier candidato ajeno al aparato, como es el caso de Camps. Así, en el artículo 32.2 de este reglamento que establece las normas del proceso de selección, se refleja lo siguiente: "En la votación se elegirá a los compromisarios para participar en el Congreso del Partido. Los compromisarios tendrán que adherirse a la lista de uno de los candidatos que se hayan proclamado para ostentar la presidencia, al objeto de que los electores conozcan las candidaturas. Una vez electos, se convertirán en compromisarios al Congreso de la referida candidatura".

Es decir, los compromisarios, por así decirlo, deben dar la cara con anterioridad de forma pública respaldando a uno de los candidatos, lo que siempre disminuye las posibilidades de 'outsiders', puesto que visibilizar el apoyo supone quedar 'retratado' frente a la lista del aspirante oficialista. 

En esta línea, también beneficia a los candidatos respaldados por la dirección el apartado b) del artículo 30, que señala lo siguiente: "La Junta Directiva convocante podrá distribuir un número mínimo fijo e igual de compromisarios para cada una de las organizaciones territoriales que la integran y hasta un máximo del 20% del número total de compromisarios fijado para participar en el Congreso". Una herramienta que permite un margen de maniobra importante de aquel dirigente que controle la cúpula del partido frente a otros aspirantes, como es el caso de Camps, que no dispone de esa influencia en la actualidad dentro del órgano.

Otro dato interesante es el aumento sensible en los avales mínimos para presentarse a la presidencia del partido, con el objetivo de evitar, como ha ocurrido en el pasado, candidatos desconocidos que buscan hacerse un hueco en el panorama político. En el ámbito nacional, se pasa de las 100 firmas necesarias anteriormente al respaldo necesario de 500 afiliados, con la particularidad notablemente excluyente de que estos avales "deben proceder de un mínimo de veinticinco provincias diferentes en un número que no debe de ser inferior a quince avalistas en cada una de ellas". En el caso de los procesos regionales, los estatutos señalan que el número de apoyos mínimos será inferior al fijado para la Presidencia Nacional, pero no concreta el número necesario y lo emplaza al reglamento marco de congresos.

Así pues, una serie de modificaciones que limitan los procesos abiertos de participación directa para la militancia y un mayor control por parte de las direcciones orgánicas de la elección de los líderes, lo que perjudica a aspirantes como el expresidente Camps, que no obstante insiste en continuar con su carrera para volver a encabezar el PP en la Comunitat Valenciana.

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