VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad está ultimando la renovación del marco normativo que regula los módulos de refuerzo, conocidos como peonadas, aunque mantiene el control centralizado de su autorización en la Secretaría Autonómica, limitando así la autonomía de las gerencias para poner en marcha estos programas extraordinarios de actividad asistencial.
El nuevo acuerdo del Consell, que habilita los programas específicos de productividad para 2026, viene a ordenar y unificar distintos planes que hasta ahora se regulaban de forma dispersa, pero consolida el giro estratégico iniciado el pasado otoño, cuando Sanidad decidió restringir el uso de la actividad extraordinaria como herramienta habitual para reducir las listas de espera.
Tal y como publicó Valencia Plaza en noviembre, la Conselleria optó por limitar al máximo los módulos de refuerzo y priorizar cambios organizativos estructurales, como la apertura de la jornada ordinaria por las tardes con turnos rodados o la implantación de un nuevo modelo de productividad ligado a objetivos, frente a la prolongación voluntaria de la jornada fuera del horario habitual. Desde el 1 de noviembre, las gerencias de los departamentos de salud dejaron de tener capacidad para autorizar directamente estos programas, que pasaron a requerir el visto bueno expreso de la Secretaría Autonómica de Sanidad. Esta centralización provocó la cancelación de citas ya programadas en algunos hospitales y la denegación de módulos que venían realizándose de forma regular, según confirman fuentes sindicales.
El acuerdo que ahora ultima el Consell establece que los programas específicos solo podrán activarse de forma excepcional y coyuntural, cuando los indicadores de actividad evidencien disfunciones o necesidades críticas que no puedan abordarse con la organización ordinaria. Además, será la secretaría autonómica, o, en su caso, la subsecretaría, como se apuntaba, la que atribuya, limite, revoque o suspenda los programas, definiendo su duración, ámbito y actividad concreta
Sanidad insiste en que el objetivo es que la actividad asistencial adicional no sustituya a la jornada ordinaria, sino que actúe como un refuerzo puntual. “Queremos que quien trabaje por la tarde lo haga dentro de su jornada, no en régimen extraordinario”, defendía el conseller Marciano Gómez en una entrevista con este diario. Según explicó, los autoconciertos solo se mantendrán “donde exista carencia de profesionales o en especialidades deficitarias”.
El acuerdo contempla también el uso de módulos de sustitución, sobre todo en Atención Primaria y centros monopuesto, para cubrir ausencias de corta duración cuando no sea posible una sustitución inmediata. No obstante, desde las organizaciones sindicales dudan de que este modelo sea suficiente para absorber la presión asistencial y reducir las listas de espera sin incrementar las derivaciones a la sanidad privada o reforzar los planes de choque. El nuevo marco tendrá vigencia durante todo 2026 y será financiado con dotación presupuestaria específica.