Comunitat Valenciana

Un estudio liderado por la UV revela una treintena de agentes infecciosos en las tres primeras semanas tras la Dana

Los investigadores aseguran que se han encontrado con "muchos más" durante las fases posteriores del estudio y muestran preocupación por el impacto a medio y largo plazo de esta situación, debido a la posible aparición de distintos tipos de enfermedades

  • Varios voluntarios en una calle de Paiporta a fecha de 6 de noviembre de 2024.
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VALÈNCIA. El paso de la Dana por la provincia de Valencia el pasado mes de octubre dejó a su paso un panorama desolador con 228 muertes y miles de millones de euros en daños materiales. El paso de la fuerte tromba de agua levantó capas superficiales del suelo, arrastró vehículos, cañas y otros materiales, que acabaron dando por resultado la existencia de grandes cantidades de lodo que miles de personas contribuyeron a retirar.

En este contexto, el equipo de la Unidad de Parasitología Sanitaria de la Universitat de València (UV) se empleó a fondo desde el primer momento en la recogida de muestras ambientales de lodos, agua y aire de las zonas afectadas por la Dana. Este grupo ha liderado una investigación que ha sido publicada en la revista académica One Health y que tiene por objetivo analizar cuáles son los riesgos de infecciones y epidemias en las áreas golpeadas por la riada y contribuir a la mejora de protocolos de previsión en futuras catástrofes de este tipo. 

Durante una rueda de prensa celebrada este miércoles, el catedrático de Parasitología de la UV y experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS,) Santiago Mas-Coma; la catedrática de Parasitología de la UV María Dolores Bargues; y la catedrática de Fisiología Consuelo Borrás explicaron los principales hallazgos de los resultados de la investigación correspondiente a las tres semanas inmediatamente posteriores a la catástrofe en un encuentro en el que también asistieron representantes de asociaciones de víctimas y afectados por la Dana. 

Tras el análisis de las muestras, este grupo de investigadores detectaron un total de 27 agentes infecciosos, aunque avanzan que se han encontrado con "muchos más" durante el estudio de muestras de semanas posteriores, pero evitaron especificar el número exacto. En todo caso, los investigadores reconocieron en que la cifra de agentes infecciosos es especialmente elevada: "No esperábamos encontrar tantos. Hemos encontrado virus, bacterias, parásitos, insectos vectores...", explicaron. 

Además, aseguraron que esta treintena de agentes tienen patogenicidad en humanos, es decir, pueden causar enfermedades. No obstante, rechazaron adoptar una postura alarmista y remarcaron que existen diferentes modos de transmisión, distintos niveles de síntomas y que la capacidad de causar una importante afección a un humano depende de diversos aspectos. 

"Algunos pueden llegar a ser mortales y otros no va más allá de provocarte diarrea, depende de las cepas, cómo se han combinado y si tienen una situación epidemiológica de un tipo u otro", explicó Mas-Coma durante su intervención. Desde este equipo de estudio destacaron la bacteria escherichia coli como la más frecuente en las muestras recabadas. Estas bacterias, habituales en catástrofes similares a la Dana de Valencia, fueron encontradas tanto en el agua como en el lodo y pueden causar moco, vómitos y diarrea. 

A ella, se suman otros 26 agentes infecciosos, la mayoría presentes tanto en el agua como especialmente en el lodo, con una diversa patogenicidad en personas humanas, desde vómitos o diarreas hasta cuestiones más complejas como toxoplasmosis, dengue, chikungunya, zika, leishmaniasis o virus de la fiebre del Valle del Rift. Por otro lado, varios de los agentes encontrados se deben a las "altas tasas" de contaminación fecal presentes en la zona afectada por la Dana, tanto humanas como animales. Según el estudio, las animales sugieren reservorios potenciales como "ovejas, cabras, cerdos, équidos, perros y gatos". 

Entre las bacterias, también destaca el vibrio cholerae, que puede impactar de muchas formas en humanos: desde ser inocuo o provocar diarrea y vómitos, hasta causar cólera. El catedrático Mas-Coma volvió a ser prudente en este punto y remarcó que las bacterias encontradas son "las silvestres", que son menos probable que causen una afección a los humanos. No obstante, de la misma manera que a nivel general, deslizó que podría haber problemas a largo plazo en el caso de que la bacteria "llegue a combinarse" y se eleve el grado de patogenicidad. 

La posible aparición de enfermedades como el Virus del Nilo, la fiebre amarilla o el zika viene por la detección de potenciales insectos vectores de las mismas en la zona afectada por la riada. En este sentido, la catedrática Bargues explicó que se capturaron más de 3.500 mosquitos en un total de cuatro trampas durante estas tres semanas. Una cifra especialmente elevada, que muestra una "considerable" densidad poblacional de estos seres vivos teniendo en cuenta las temperaturas de los meses de octubre y noviembre

Por otro lado, Mas-Coma enfatizó: "Las tasas más elevadas de detección de agentes infecciosos ha sido más al fango que en el agua". Una situación que se debe principalmente a las sequías de los últimos años, que venían siendo "muy fuertes", lo que provocó que la tromba de agua del día de la riada arrancara "las capas superficiales de suelo" y, con ello, "todos los organismos" presentes en el terreno. 

Preocupación por los efectos a medio y largo plazo

En cualquier caso, la investigación pone el foco en los efectos a medio y largo plazo, pues, según indican, otras riadas similares han revelado que este tipo de afecciones "siempre" aparecen "a largo plazo". En esta línea, se marcan un horizonte temporal de en torno a dos-tres años y aseguran que la investigación durará "como mínimo" un total de tres años.

De esta manera, ponen de relieve la obtención de este tipo de datos de cara a reaccionar de manera rápida ante posibles epidemias. En esta línea, Mas-Coma explicó que actualmente no existe ningún indicio que haga pensar que va a ocurrir "alguna cosa mañana", pero que la finalidad de esta investigación es "avisar y poner en guardia a todos los centros que se dedican al análisis y diagnóstico de enfermedades infecciosas". Además, remarcó la importancia de analizar el aire en este punto de la recuperación posterior a la catástrofe, pues los lodos se secan y acaban generando polvo en el momento en el que son retirados o movidos durante las obras de reconstrucción. 

Problemas con el alcantarillado, infraestructura clave para la eliminación de hongos

En respuesta a la pregunta de una de las personas asistentes a esta presentación, el catedrático Mas-Coma consideró que la recuperación de la red de alcantarillado de los municipios afectados es la actuación que se debe llevar a cabo con "mayor urgencia": "Los hongos pueden desaparecer si tenemos una red de alcantarillado que funciona bien, es imposible ir limpiando adoquín por adoquín", enfatizó.  Además de los daños provocados directamente por los estragos de las inundaciones, Mas-Coma destacó que parte de esta red de alcantarillado está "saturada" por los lodos que fueron vertidos durante los trabajos de limpieza, por lo que "habrá que levantarla" para devolverla a la normalidad. 

Cabe mencionar que este estudio ha contado con la colaboración del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, de la Universidad de La Laguna, liderado por Jacob Lorenzo-Morales; así como del grupo MiniAging del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, dirigido por Consuelo Borrás. Según explican los autores, este trabajo será presentado en las próximas semanas en otros enclaves y agentes, entre ellos la propia universidad tinerfeña de La Laguna.

Según indica el propio artículo académico, esta investigación ha sido financiada por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Valencia, la Red Ciber de Enfermedades Infecciosas del Ministerio de Sanidad, un Proyecto Prometeo de la Generalitat Valenciana, así como "otras financiaciones", entre las cuales destacan fondos europeos del Programa de Aciones Marie Sklodowska-Curie de la Comisión Europea y del Cabildo Insular de Tenerife.

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