VALÈNCIA. La gestión de la Dana en la única presa de propiedad de la Generalitat Valenciana ha abierto una nueva vía de investigación judicial. La presa de Buseo, que se desbordó la noche de la emergencia afectando a los municipios situados cauce abajo, ha centrado algunas de las últimas pesquisas de la jueza que instruye la causa. Allí los avisos también llegaron tarde y la Generalitat Valenciana ha apuntado a la CHJ como responsable del comité permanente de gestión de esta instalación pero un informe aportado por el organismo de cuenca a la causa señala a la administración autonómica como eje fundamental en los canales de comunicación en la emergencia.

El informe, suscrito por la comisaria de Aguas de la CHJ, Cristina Sola, fue remitido a la magistrada en enero de 2025, al inicio de la investigación, en respuesta a su requerimiento de información sobre la gestión de las presas. Una de ellas era la presa de Buseo, cuya gestión está externalizada. El organismo de cuenca, a la hora de responder sobre el protocolo de avisos a la población, señala al Plan de Emergencia de la infraestructura donde explica que la comunicación hasta la CHJ debía pasar antes por la administración autonómica.

Así, cita el Plan que se debe activar "a partir de la detección o conocimiento por parte de algún miembro del equipo de la presa o de la organización del titular de la existencia de alguna anomalía de las establecidas como causas de emergencia" y que es el director del plan, el jefe de explotación de la presa según el Plan de Inundaciones, el que debe "realizar por sí mismo las comunicaciones orales con otros organismos [Generalitat Valenciana, Cecopi, CHJ o Delegación del Gobierno], la firma de las comunicaciones escritas y la activación del sistema de alarma a la población situada en la zona inundable en la primera media hora, salvo que exista imposibilidad física para ello". El director del plan debe mantener "permanentemente informados al órgano u órganos anteriormente citados".

Asimismo, el organismo de cuenca resalta del Plan de Emergencia de la presa que la comunicación se centraliza "en una sala de control que deberá disponerse para tal fin en la oficina de explotación de la Generalitat Valenciana", de modo que el flujo de información ha de seguir un diagrama aportado en el mismo documento y que señala a la Generalitat Valenciana como ente canalizador de esta información.

El conseller y actual portavoz del Gobierno valenciano esgrimió el pasado viernes que la gestión de la presa de Buseo está privatizada y señaló al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, por ser el que preside el comité permanente de gestión de esta instalación, para dar las explicaciones relativas al día de la Dana. "La información la tiene que dar él", indicó.

Barrachina dijo que, la empresa gestionar se encarga "no solo" del funcionamiento y la actividad ordinaria del embalse sino también de la gestión de las emergencias a través de cuatro personas de la CHJ. Así, señaló al presidente de la CHJ porque es quien preside el comité permanente de gestión de la instalación, de acuerdo con una orden "aprobada por la exvicepresidenta -del Gobierno- Teresa Ribera en 2019" que establece que, en situación de avenidas o de lluvias intensas, se constituye este órgano "conformado por cuatro personas, las cuatro de la Confederación Hidrográfica del Júcar, presididas por Miguel Polo".

La presa de Buseo se construyó en 1915 junto en término de Chera entre los ríos Reatillo y Sot, afluente del Turia, y el día de la Dana superó en dos metros y medio el muro de contención. Según un informe aportado por la Conselleria de Agricultura, de la que depende el embalse, en el entorno se recogieron desde las 6 de la mañana del 29 a la misma hora del 30 de octubre más de 424 litros por metro cuadrado, de los cuales la mitad se registraron entre las 18h y las 22h.

Los avisos de la presa

Entre la documentación aportada por la Conselleria de Emergencias figuran los avisos que fue dando la CHJ por los elevados datos de pluviometría, que se intensificaron sobre todo entre las 18h y las 22h del día 29 de octubre. Pero la jueza de la Dana también ha constatado "la preocupación de los responsables de la presa de Buseo por la situación de la misma", sobre todo por los correos remitidos a partir de las 23h de la noche. En el primero, ya se advertía de que era "probable" que la presa estuviera "vertiendo por coronación", es decir, que el agua estuviera rebosando por encima y que el caudal aguas debajo fuera "elevado". Una información que, según la jueza "fue conocida" en el centro de emergencias del 112, donde anotaron en el sistema interno que "posiblemente" había "vertidos elevados". La jueza rechazó en octubre citar como testigo al conseller de Agricultura, aunque sí lo ha hecho con dos responsables de Typsa, la empresa gestora.

Según se conoció este viernes, y como publicó este diario, a las 0.10h de la madrugada del día 30 de octubre, el técnico de Typsa informó "nuevamente" con datos que se habían obtenido dos horas antes y según los cuales se había "superado la cota de coronación de la presa", fijada en los 460 metros sobre el nivel del mar. "El aliviadero de margen derecha debe estar vertiendo al cauce más de 300 m3/s", alertaba el técnico, según el cual la empresa no podía saber si la presa estaba vertiendo por coronación: "Es probable que sí", decía el correo.

El mensaje explicaba que la presa tenía "un punto de debilidad" en el estribo de la margen izquierda, que en 1957 sufrió una brecha y el técnico, advertía, no podía determinar su estado, aunque dejaba claro que "su situación no es buena". En ese sentido, el empleado de Typsa era contundente: "Se debería avisar a Sot de Chera para que traten de desalojar la parte baja del pueblo". Además, exponía las dificultades para acceder a la presa —"un compañero está tratando de llegar desde Teruel"— debido a "una crecida local", "el aviso de un derrumbe" y el corte de la A-3, que les impidió el acceso.

Lo cierto es que todas estas comunicaciones, que ciertamente no sirvieron para que Emergencias advirtiera a la población aguas abajo de la presa, llegaron tarde a juzgar por las declaraciones de los afectados. La mujer que perdió a su hijo y a su marido en Sot de Chera, declaró ante la jueza de la Dana que a las 20h de la tarde, las calles ya eran "ríos" y que fue después de irse a dormir a als 22.15h, cuando su marido le llamó "gritando diciendo que entraba agua en la vivienda". Entraban "bocanadas de barro" e hizo una foto a las 22.45h y tras romperse los cristales, "en menos de cinco y diez minutos se llenó toda la planta". Su pareja "se fue al balcón y de repente se cayó la mitad de la finca", provocando el fallecimiento también del hijo. "Nadie nos avisó de la crecida", declaró.