Bajo el eslogan de Believers at first sip (“creyentes al primer trago”), los artífices de Cult Café traen un nuevo espacio en el que se apuesta por el café de especialidad. Poco a poco, la escena de la cafeína de calidad crece en nuestra ciudad y consigue que penetre en varias capas de la población la idea de que no es que el café sea caro, es que estamos acostumbrados a pagar un precio estándar por brebajes ponzoñosos. Además, haciendo un estudio rápido del precio medio del café con leche y el café solo en el centro de la ciudad —donde se encuentra Cult Café— observamos que no difiere tanto el precio del café torrefacto y mediocre respecto al de los lugares de especialidad.
Tras este proyecto que comenzó su andadura en otoño del año pasado están Katarina Safa, Luis Monsalve y Virginia Ruiz. Desde entonces, han ido atrayendo a la clientela que transita habitualmente por el barrio de Sant Francesc, esto es, una mezcla de funcionarios, oficinistas, turistas y ciudadanos que van a “hacer recados” y que, en el mejor de los casos, sacan un rato para detenerse en su terraza. “Si te pasas por Cult y no tienes prisa, recomendamos probar uno de nuestros métodos de preparación lenta”. V-60, AeroPress y para los meses de verano, Cold Brew.