VALÈNCIA. La querella del exabogado de Marcos Benavent contra el que en su día se llamó a sí mismo el 'Yonqui del dinero' tras su declaracién en el primer juicio del 'caso Imelsa' ya es una realidad. El letrado Ramiro Blasco le reclama, de momento, 50.000 euros por haberle acusado ante el tribunal de haber urdido un pacto con la Fiscalía Anticorrupción y la Guardia Civil para que él "salpicara" a todo el mundo en la investigación del 'caso Taula'.

"Ha habido un delito, lo que dijo supera su derecho a la libertad de expresión y a los que le otorgan su condición procesal", explicó Blasco a Valencia Plaza en referencia a que los acusados no tiene obligación de decir la verdad ante el tribunal.

El pasado martes, Benavent confirmó el giro en su estrategia defensiva y achacó sus acusaciones anteriores a ese pacto de su exabogado con Anticorrupción. “Fueron en circunstancias especiales, (mis declaraciones) estuvieron manipuladas por mí en connivencia con mi ex defensa y con la Fiscalía. Se me ofrecieron rebajas sustanciales de pena y no entrar en prisión”, explicó.

"Se hace un guión de esta colaboración con mi exabogado. La idea era contestar a todo que sí. La cuestión era perjudicar a la mayor gente posible, sean políticos, empresas, personas, partidos politicos… a todo el mundo. Tenía que decir que sí a todo, perjudicar a la mayor gente posible para que la causa cogiera volumen y salpicara a todo el mundo”, añadió.

En la demanda de conciliación, paso previo obligado, Blasco  apunta que las declaraciones de Benavent "son especialmente graves" y da por hecho que se hicieron "con claro ánimo de injuriar y calumniar" e insiste en que son acusaciones "absolutamente falsas" y lo son además "objetivamente". El letrado le pide que se retracte de las mismas pero también una indemnización inicial de cincuenta mil euros "por ahora y sin perjuicio de ulterior valoración".

Los papeles del sirio y de Zaplana

En su declaración, Benavent aprovechó también para asegurar que, en su opinión, fue "ilegal" el registro que se realizó en el despacho de Blasco y en el que la UCO se incautó de los llamados 'papeles del sirio'. Se trata de un esbozo de una presunta estructura societaria montada por el exministro Eduardo Zaplana para gestionar el dinero de comisiones ilegales y que un ciudadano sirio habría encontrado en un piso que ocupó el expresident de la Generalitat y que le habría dado a Benavent.

Pero Blasco negó cualquier irregularidad en el registro que se realizó en su día. "Se cumplieron todos los requisitos en el registro y estaba todo bien. Todo fue escrupuloso", afirmó. El que fuera letrado no quiso afirmar si corresponden a un pacto entre su exdefendido y Zaplana pero no lo negó. "Es algo que sabemos todos", apuntó.