VALÈNCIA. El PPCV y Vox trataron este viernes de exhibir unidad en un intento de evitar el ruido de fondo que existe por las tensiones de las cúpulas de ambos partidos a nivel nacional. Conselleras de las dos formaciones comparecieron conjuntamente en el Palau de la Generalitat para criticar el acuerdo político que garantizará el uso de catalán, euskera y gallego en el Congreso y exigir que el valenciano "tenga el mismo estatus de oficialidad que el resto de lenguas cooficiales del Estado".
La reacción fue la manera de defender el asunto lingüístico en el modo esperable por parte de un Consell conformado por el PP y Vox. Pero tiene más significado por todo lo que ha sucedido en el tablero político español durante las dos últimas jornadas. Primero, porque el Ejecutivo autonómico ya ha activado el modo oposición contra Pedro Sánchez. Y, segundo, porque el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha querido con este movimiento salir rápidamente a transmitir que los líos nacionales no tiene por qué trasladarse dentro de su Gobierno.