
MADRID. En concreto, la cartera se ha dividido en tres bloques. El primero de ellos está conformado por créditos en situación concursal por un importe de 449 millones de euros.
Las otras dos carteras proceden de financiación al segmento de pymes y de créditos al consumo (préstamos, cuentas de crédito y descuento comercial), con un importe agregado de 258 millones de euros.
Las subcarteras vendidas, que suman en torno a 35.000 contratos, incluyen operaciones de crédito en situación de dudoso cobro, con y sin garantía real, relativas a pólizas, préstamos, líneas de descuento comercial y tarjetas de crédito.
Con el fin de maximizar el precio obtenido por las carteras, la venta de la operación ha seguido un proceso competitivo entre inversores institucionales y entidades financieras de primer orden.
Según ha explicado la entidad, el apetito generado con dicha operación ha provocado que las tres carteras se hayan repartido entre diferentes inversores.
El grupo sigue avanzando en el cumplimiento del Plan Estratégico 2012-2015, que incluye el compromiso de desinvertir todos aquellos activos considerados no estratégicos.