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Calma tensa en la CEV: Navarro y Lafuente esconden sus cartas en el arranque de las elecciones

Ninguno oficializa su candidatura para dirigir la patronal autonómica, pero ambos trabajan en la búsqueda del 20% de los avales necesarios para presentarse

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VALÈNCIA. Dicen que después de la tormenta llega la calma y parece que así ha sido, o por lo menos de manera aparente, en el inicio del proceso electoral para elegir al nuevo líder de la patronal valenciana, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV). Este jueves, su presidente, Salvador Navarro, anunciaba a los órganos de gobierno de la organización la apertura de los comicios en una reunión en la que se espereban críticas, reproches y, sobre todo, movimientos hacia delante por parte de la facción descontenta con la gestión de la actual dirección.

Sin embargo, reinó un silencio sepulcral que no suele ser habitual en la celebración de esta Junta Directiva en la que nadie, ni siquiera su actual dirigente, oficializó su candidatura.

Y es que Navarro anunció hace una semana un adelanto de las elecciones y su voluntad de aspirar a la reelección en un tercer mandato. A esto le siguió un fuerte rumor en los mentideros empresariales de la gestación de una candidatura alternativa liderada por Vicente Lafuente, presidente de la patronal del metal (Femeval), y vicepresidente actual de la CEV. El propio Lafuente ha confirmado a este diario su intención de disputar la batalla, aunque este jueves tampoco movió ficha.

Ambos escondieron sus cartas en una especie de estrategia controlada para ir moviendo hilos y conocer los apoyos con los que cuentan. Fuentes cercanas a ambos dirigentes apuntan también a la necesidad de disipar la imagen de confrontación interna que se ha transmitido en los últimos días, motivo por el que también estarían optando por la prudencia.

Los estatutos de la CEV son claros: los candidatos necesitan "como mínimo el aval del 20% de los miembros de pleno derecho que componen la Asamblea General", que son 515 votos, 334 vocales de las 167 Asociaciones y Federaciones y 181 vocales por parte de Empresas Directamente Asociadas (EDAS). Es decir, cada aspirante necesita 103 apoyos, un número nada insignificante. Por ello, ambos están manteniendo encuentros con cada uno de los representantes sectoriales para recabar avales.

El plazo para la presentación de candidaturas permanecerá abierto hasta el próximo 22 de octubre y la jornada electoral se celebrará el 6 de noviembre de 2025, por lo que todavía queda margen para cualquier giro de guion.

El actual presidente de la CEV no ha presentado su candidatura este jueves al entender que la Junta Directiva no era el escenario idóneo para hacerlo ni para buscar complicidades (una labor que ha acometido estas semanas), sino que la finalidad era anunciar la convocatoria, según explican a este diario fuentes de su entorno. De hecho, de los cerca de 80 representantes empresariales presentes en la cita, de los que una veintena estaban de forma presencial y otros 50 conectados vía online, nadie realizó ningún cuestionamiento. Al contrario. Sorpendió la brevedad y la concisión con la que se desarrolló, sin ningún tipo de intervención, algo que denotó una tensión tácita en el ambiente a cuenta de la rumorología de los últimos días, donde las voces disidentes por parte de algunos sectores han ido cobrando fuerza. 

  • Salvador Navarro (izquierda) y Vicente Lafuente (al fondo a la derecha), este miércoles en la Noche de la Economía.

Por su parte, Lafuente ha roto el guion que se esperaba en las últimas horas. Su posible candidatura había generado expectación, después de que sectores como la agricultura o el mueble exhibieran su malestar con el rumbo de la patronal, además de mostrar en privado su apoyo. Según explican fuentes empresariales, tampoco han gustado las formas con las que Navarro anunció su aspiración a repetir en el cargo.

Sin embargo, otras voces de la patronal sostienen que la intención inicial de Lafuente no era presentarse como candidato, sino buscar a alguien que se prestara a ello para, de ese modo, presionar a Navarro y promover un cambio. "Pero se le ha ido de las manos", añaden estas mismas fuentes.

El señalamiento de Mazón

Estas desavenencias que ya sobrevolaban en el ambiente empresarial acabaron estallando en la Noche de la Economía Valenciana, evento organizado por Cámara Valencia, donde el presidente de la Generalitat, Carlos Mazónrecriminó a Navarro su ausencia antes del final de la gala en medio de un auditorio con más de 1.000 empresarios. "No puedo saludar al ministro [Carlos Cuerpo], a la delegada del Gobierno y al presidente de la CEV porque se han ido", señaló para rematar: "Y juntos", dejando en evidencia al líder empresarial. Un desaire que llevó a varios empresarios a señalar que el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño y, en última instancia, Mazón podrían estar respaldando una candidatura alternativa.

Precisamente, la relación entre Navarro y el jefe del Consell se ha tensionado en los últimos meses tras la catastrófica Dana del pasado 29 de octubre debido al relato que se difundió en un primer momento para justificar la ausencia de Mazón en el Cecopi y que implicaba al presidente de la CEV. En concreto, Mazón aseguró que estaba en una comida de trabajo, algo que se confundió con la agenda de la consellera de Industria, Nuria Montes, que contemplaba una comida con Navarro y otros representantes empresariales. Esto dio lugar a la especulación de que ese almuerzo al que se refirió Mazón se celebró con el presidente de la CEV, lo que llevó a Navarro a desmentir inmediatamente dicha información.

Pese a que se tratara de un malentendido, esto no evitó el distanciamiento entre el Palau y la CEV, mientras se ha ido fraguando una oposición cada vez más evidente en el seno del empresariado alicantino, donde el presidente de la Generalitat encontró el apoyo que parecía no encontrar en Valencia. Una prueba de ello fue la salida de Feria Alicante de la CEV a inicios de este año, una decisión que la patronal valenciana conoció por la prensa. A esta disidencia se suma ahora la propuesta alternativa de Vicente Lafuente, quien asegura a este diario que tiene todo preparado y estructurado para presentarla.

  • Salvador Navarro, en la Junta Directiva de la CEV de este jueves.

Pero, ¿por qué Lafuente no ha dado el paso este jueves? Según indican fuentes de toda solvencia, prefirió no darlo al ver que Navarro tampoco presentó oficialmente su candidatura, aunque la había anunciado a la prensa la semana pasada. Antes de dar el paso, su estrategia pasaría por intentar configurar una candidatura de consenso con el actual dirigente y, así, evitar el enfrentamiento directo y la imagen de división. De no ser así, Lafuente presentará su candidatura ante el probado descontento que anida en el tejido empresarial, sobre todo por parte de diferentes sectores que no se sienten representados en la CEV ni que tienen cubiertas sus necesidades.

Uno de los más críticos es el de los agricultores valencianos, representados por AVA-Asaja, organización dirigida por Cristóbal Aguado, quien afirma a este diario que "el problema no es Navarro", sino su gestión en la actual legislatura. "En su primera legislatura como presidente el campo valenciano sí tenía visibilidad, pero en esta no la hemos tenido porque nos han metido en el macro sector agroalimentario y nosotros necesitamos que se nos ubique en el sector agrario puro y duro", destaca el dirigente de la asociación, donde Alicante también tiene un peso significativo.

Del mismo modo, el sector de la madera, representado por Fevama, también ha mostrado en diversas ocasiones sus discrepancias con respecto a la gestión de Navarro. Estas organizaciones sectoriales afean al presidente de la CEV que no haya dialogado más con las empresas y dado más cancha a las organizaciones sectoriales. Otra de las reivindicaciones que realizan es la necesidad de que la patronal se ocupe de temas que acechan al tejido económico valenciano como los acuerdos internacionales, así como los retos a nivel laboral y burocrático.

Por contra, la facción cercana a Navarro considera que el enfado de estos representantes responde más bien a intereses personales. "Están centrados en conseguir cargos, no en el proyecto. De hecho, no piden ni proponen proyecto alguno. En Castellón hay un claro apoyo a la CEV, pero Alicante es un mundo aparte, con presiones políticas, además. Nosotros no podemos estar en ese juego", deslizan estas fuentes, que también defienden que la CEV en los últimos años ha trabajado en una cohesión más fuerte de las tres provincias, tal y como estaba previsto con la creación de la patronal tras la extinción de su antecesora, Cierval.

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