
VALENCIA. Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas (Cleop) rompió su acuerdo con Deloitte, su auditora durante los últimos ocho años, por discrepancias con las salvedades a las cuentas que la fiscalizadora externa incluyó en su informe de 2011. El "descontento en las actuaciones" de Deloitte consta en el informe anual de gobierno corporativo que la constructora que preside Carlos Turró ha presentado ante la Comisión Nacional del Merdado de Valores.
El cambio de auditor se aprobó en la última junta de accionistas de Cleop, celebrada el pasado junio, cuando se acordó elegir a la firma Luis Caruana y Asociados como responsable de la auditoría externa de la constructora para los tres ejercicios siguientes, incluyendo el de 2012.
En concreto, en el informe de 2011, Deloitte incluyó dos salvedades. La primera hacía referencia a la imposibilidad de auditar las cuentas de la filial Inversiones Mebru, la sociedad que conrtola la participación de Cleop en Urbem. La segunda se basaba en la opinión de los auditores de que no había recibido respuesta suficiente a la solicitud de confirmación de saldos y operaciones con proveedores.
La compañía, a través del comité de auditoría y del consejo de administración, rebatieron estas salvedades matizando que la situación en Merbrú es consecuencia del largo conflicto societario que mantienen con los propietarios histórico de Urbem, la familia Pastor, y asegurando que facilitan toda la información que les requerida para el conocimiento del mercado. Sin embargo no consta que Deloitte levantara sus objeciones.
LA SALIDA DEL CONCURSO SIGUE PENDIENTE
Cleop está en concurso de acreedores desde el pasado mes de julio después de que fracasaran sus intentos por renegociar su deuda con las entidades financieras, especialmente con Banco de Valencia. Según las fuentes de la compañía consultadas por este periódico la salida del concurso está vinculada precisamente con la solución de uno de los puntos que el auditor resaltó como incertidumbre: su participación en Urbem.
El conflicto entre la familia Pastor y Cleop está enquistado y se mantiene en los tribunales, con varias denuncias cruzadas y sentencias recurridas. Lo que está en juego es el control de Urbem.
Por otra parte también es necesario que Cleop incremente su negocio en el exterior para convencer a de su capacidad de generar negocio y de atender sus créditos. Banco de Valencia, principal acreedor, se negó a refinanciar la deuda durante la administración del FROB. Ahora la solución está en manos tanto de la empresa como de CaixaBank, nuevo propietario de la entidad financiera.