VALÈNCIA. Las obras de urbanización del nuevo sector urbanístico 'Ronda Nord' de Alboraia encaran su recta final con el objetivo de culminar la trama urbana del municipio y aumentar su oferta residencial. Se trata de la última gran bolsa de suelo sin desarrollar en el núcleo urbano, una actuación que llevaba pendiente desde hace más de 30 años y que permitirá la construcción de cerca de 350 viviendas en un momento de máxima tensión en el mercado inmobiliario.

Esta nuevo proyecto urbanístico ha sido reactivado por Grupo Bertolín, que acomete el desarrollo junto a un family office valenciano, a través de la mercantil Turiaber 2021 SL, que ostenta la condición de agente urbanizador. Un desarrollo muy esperado entre vecinos, ya que conectará calles que actualmente quedan interrumpidas y sin salida, además de dar uso al último suelo disponible para vivienda en el casco urbano del municipio.

Ubicado en el límite norte de Alboraia, anexo a la Ronda Nord y la huerta, este ámbito se asienta sobre una superficie de 29.480 metros cuadrados, de los que 10.496 metros cuadrados serán de uso residencial, otros 3.750 metros cuadrados irán a zonas verdes, 1.260 metros cuadrados son parcelas para equipamientos como plazas de aparcamiento y otros 14.018 metros cuadrados, viales.

La compañía valenciana se ha quedado la pastilla residencial más grande en la que levantará 143 unidades. Su intención es solicitar la licencia a final de año, en paralelo a la culminación de las obras de urbanización del entorno. Los inmuebles se diseñarán de acuerdo con la nueva tipología de vivienda que demanda el mercado actual: más pequeña, con buena iluminación y ventilación, así como terrazas y zonas comunes. El resto de solares son de propietarios particulares.

Los trabajos en este sector comenzaron en noviembre del pasado año 2024, días después de la descomunal Dana que asoló gran parte de la provincia de Valencia, lo que provocó que las obras sufrieran algunos problemas derivados de la escasez de maquinaria y personal, que se desvió a las zonas afectadas por las inundaciones. No obstante, actualmente se avanza a buen ritmo y la intención es que esté finalizado a finales de este 2025, de acuerdo con las previsiones de la compañía.

Un proyecto de hace décadas

Sin embargo, la culminación de este tramo inacabado de Alboraia se remonta a hace varias décadas. De hecho, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 1991, ya calificaba este ámbito como suelo urbano. Pero no fue hasta 2005 cuando la Comisión Territorial de Urbanismo dio el visto bueno para programar su urbanización mediante un Programa de Actuación Integrada (PAI).

Por aquel entonces, pequeños propietarios se constituyeron en la 'Agrupación de Interés Urbanístico Ronda Nord' para poder hacerlo, pero la irrupción de la crisis económica impidió que saliera adelante por el elevado coste que suponía, por un lado, asegurar el suministro eléctrico y, por otro, acometer la urbanización. Quedó entonces paralizado hasta que en 2019 el Ayuntamiento de Alboraia abrió expediente de caducidad del PAI y la agrupación de propietarios buscó la colaboración de Grupo Bertolín para desatascarlo.  

Ambas partes llegaron a un acuerdo, por el cual se cedía a la compañía, a través de su mercantil Turiaber 2021 SL, la condición de agente urbanizador. Se solicitó en 2022 el cambio a la corporación provincial, que aprobó dicha decisión en pleno municipal en febrero del pasado año 2024. A partir de entonces, Grupo Bertolín reactivó el programa. 

Una actuación que ejemplifica una vez más uno de los nuevos roles que ha adquirido el Grupo Bertolín en los últimos tiempos como 'desatascador' de proyectos urbanísticos parados, especialmente en el ámbito industrial y logístico. Una estrategia que le ha permitido crecer y convertirse en agente urbanizador de actuaciones de miles de metros cuadrados de superficie como el del Parque Empresarial Circuito de Cheste, el polígono Barranc de Talavera en Almenara (Castellón), de 800.000 metros cuadrados brutos, o la construcción desde cero del nuevo barrio de la ciudad de València, Turianova.

"Con esta actuación seguimos trabajando en un desarrollo sostenible, cumpliendo con los compromisos de crecimiento fijados en el planeamiento urbanístico cada municipio, y ampliando dotaciones públicas, siempre sobre la base del máximo consenso de los propietarios del suelo", valoran desde la compañía.