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La confianza digital, el reto común en la era hiperconectada

Seis expertos de los ámbitos tecnológico, industrial, sanitario, público y financiero se reúnen en Valencia para debatir sobre ciberseguridad y derechos digitales en un desayuno impulsado por la Fundación hiberus y Valencia Plaza enmarcado en el Observatorio de Derechos Digitales de Red.es

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VALÈNCIA. En una sociedad cada vez más digitalizada, la tecnología forma parte de todos los ámbitos de la vida — el trabajo, la educación, la salud, el consumo o las relaciones personales —. En este contexto, la confianza se ha convertido en un valor esencial. Este es uno de los principales mensajes que ha dejado el desayuno profesional celebrado el 5 de noviembre en Valencia, organizado por la Fundación hiberus junto al medio Valencia Plaza, en el marco del Observatorio de Derechos Digitales impulsado por Red.es.

Este escenario social y tecnológico ha impulsado la necesidad de garantizar que el progreso digital respete los derechos fundamentales de las personas, tal y como recoge la Carta de Derechos Digitales elaborada por el Gobierno de España. Entre ellos, el derecho a la ciberseguridad ocupa un papel central, al reconocer que toda persona tiene derecho a que los sistemas digitales que utiliza protejan la integridad, confidencialidad y autenticidad de su información, además de garantizar la resiliencia y disponibilidad de los servicios.

El encuentro, que ha versado precisamente sobre el derecho a la ciberseguridad, ha reunido a seis representantes de sectores clave como tecnología, industria, salud, banca y administración pública para debatir sobre los desafíos actuales de la ciberseguridad y la protección de la información y las personas en un mundo hiperconectado.

Entre los participantes han asistido Eduardo Gistau, director de Ciberseguridad en hiberus; Francisco Navarro, CISO de Grupo Cajamar; Juan José Gómez, director de IT en Stadler Rail; Francisco Javier Pascual, director de IT en Global Omnium; Francisco Rodríguez Sanantonio, delegado de protección de datos en Grupo Ribera Salud; y Juan José Cortés, director general de Innovación de la Generalitat Valenciana. 

El encuentro ha contado con la presencia de José Manuel del Arco, CEO de Valencia Plaza, y ha sido moderado por su director, Javier Alfonso. Sandra Parrilla, directora de la Fundación hiberus, ha abierto la jornada. Fundación hiberus, que se ocupa de conectar personas y tecnología para construir un futuro con más oportunidades para todas las personas, nació en 2019 del seno de la empresa tecnológica hiberus (actualmente la tercera tecnológica española, con más de 4.000 personas empleadas y presencia internacional) y posee diversas líneas estratégicas, entre ellas, una divulgativa que da lugar a este encuentro con el diario en el proyecto de Red.es. 

Parrilla ha explicado el objetivo del encuentro y la participación de la fundación en el Observatorio de Derechos Digitales: “Nuestro propósito en este acto es conectar el conocimiento, el uso consciente y la responsabilidad digital a través de referentes del ámbito público y privado para avanzar hacia un futuro mejor”.

Un ciudadano más expuesto, pero menos consciente

La sesión inicia con un diagnóstico compartido: los ciudadanos están cada vez más expuestos digitalmente, pero siguen sin ser plenamente conscientes de los riesgos que eso implica. “Vivimos en una sociedad que exige estar siempre conectados, pero el usuario no siempre entiende qué implica compartir sus datos o cómo protegerse de los riesgos que conlleva”, ha advertido Eduardo Gistau, de hiberus, quien insiste en que la ciberseguridad no puede concebirse como una tarea técnica aislada, sino como un pilar de la cultura digital.

Los expertos señalan que la velocidad del negocio, la hiperconectividad y la falta de formación incrementan la vulnerabilidad. Desde el ámbito sanitario, Fran Rodríguez, de Ribera Salud, añade que la seguridad no debe ser un obstáculo para el servicio: “La seguridad no debe ser un obstáculo, sino una capa invisible”.

Confianza, educación y ética

La confianza digital se convierte en la palabra clave del encuentro. Para Juan José Cortés, de la Generalitat Valenciana, “el progreso digital solo será sostenible si logramos generar confianza. Y eso no se consigue solo con normas, sino con educación, transparencia y ética”.

En la misma línea, Francisco Navarro, de Cajamar, apunta que aún muchas empresas ven la ciberseguridad como un gasto en lugar de una inversión estratégica. “Hasta que no se sufre un incidente o una sanción, no se comprende el valor de la prevención. Pero sin seguridad no hay continuidad, y sin confianza no hay negocio”, subraya.

Los ponentes coinciden en que la sensibilización ciudadana y la educación tecnológica son las herramientas más eficaces para prevenir los ciberataques. “La gente joven no percibe el riesgo porque ha nacido en un entorno digital, son “nativos digitales”. La mayoría aprenden por ensayo y error, y eso nos obliga a educar en seguridad desde edades tempranas”, apunta Juan José Gómez, de Stadler Rail.

La paradoja europea: regulación frente a innovación

El debate deriva hacia el papel de Europa en la regulación tecnológica. Los seis asistentes coinciden en que el continente cuenta con una normativa avanzada, pero con un ritmo de innovación menor que el de Estados Unidos o China. “Estamos hiperregulados, pero insuficientemente protegidos”, argumenta Cortés.

“La transparencia es un reto incluso para las empresas”, añade Francisco Javier Pascual, de Global Omnium. La llamada “paradoja del consentimiento”, una de las contradicciones más visibles del actual ecosistema digital. Los usuarios deben aceptar políticas de privacidad cada vez más largas, técnicas e ininteligibles para poder utilizar servicios esenciales. En la práctica, esto convierte el consentimiento en un mero trámite, más formal que real, y pone en cuestión la transparencia de muchas plataformas digitales.  

Esta paradoja exige un cambio de enfoque que pasa por incorporar la privacidad y la seguridad desde el diseño, en línea con la doctrina de cumplimiento normativo desde el diseño que promueve la Carta de Derechos Digitales.

Los expertos coincidieron en que la protección real pasa no solo por la ley, sino por la ética corporativa y la corresponsabilidad individual. “A veces la regulación no basta. Las empresas debemos actuar con responsabilidad y el usuario, con criterio. Todos compartimos la tarea de proteger la información”, señala Francisco Javier Pascual.

Los datos son el nuevo petróleo

En un contexto donde la información se ha convertido en moneda de cambio, los datos se consolidan como el principal activo económico de la era digital. Su valor no reside únicamente en la cantidad, sino en la capacidad de transformar esos datos en conocimiento, patrones de consumo y poder de influencia. “El dato activo tiene hoy un valor medio de once dólares. Es el nuevo petróleo, pero su uso requiere transparencia y control”, recuerda Gistau. La extracción masiva de datos sin garantías éticas puede comprometer derechos fundamentales como la privacidad o la libertad de información. 

El consenso entre todos los profesionales es que la ciberseguridad debe convertirse en una responsabilidad colectiva entre ciudadanos, empresas y administraciones. “España tiene talento y conocimiento, pero necesita una estrategia común que una esfuerzos entre lo público y lo privado”, apunta el director de Ciberseguridad en hiberus.

Navarro, desde el ámbito financiero, es contundente cuando dice que “la empresa que no ponga foco en ciberseguridad no sobrevivirá, aunque hoy le vaya bien. La confianza digital no se improvisa; se construye día a día”.

Un espacio para el diálogo tecnológico

El encuentro concluye con una reflexión conjunta sobre el papel de los derechos digitales como marco para una digitalización humanista. Tal como establece la Carta de Derechos Digitales, el derecho a la ciberseguridad se sustenta en la dignidad de la persona y en los valores constitucionales que garantizan la libertad y la convivencia. No se trata de crear nuevos derechos, sino de adaptar los ya existentes a un entorno cambiante en el que las amenazas digitales pueden comprometer libertades básicas.

“Nos llevamos una masterclass que refuerza nuestra misión de acercar el conocimiento y fomentar una cultura de confianza digital”, concluye Sandra Parrilla, quien ha agradecido la implicación de los ponentes y de Valencia Plaza “por acoger una conversación necesaria que sitúa a las personas en el centro de la transformación digital”.

De este modo, la jornada impulsada por la Fundación hiberus reafirma la necesidad de seguir reflexionando y actuando para que la transformación tecnológica avance al servicio de la sociedad y garantizar que los derechos digitales sean una realidad para todas las personas. Este encuentro se enmarca en la línea estratégica de la Fundación orientada a divulgar el valor de la tecnología y a democratizar el acceso al conocimiento, con el objetivo de construir una sociedad más preparada y con más oportunidades. Desde su participación en el Observatorio de Derechos Digitales, la entidad impulsa espacios de diálogo que contribuyen a formar una ciudadanía más consciente, informada y capaz de desenvolverse con seguridad en el entorno digital.

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