VALENCIA. Ser grande no es garantía de éxito y en redes sociales, menos. El caso de El Corte Ingles es un ejemplo de cómo una de las principales empresas del país puede equivocarse hasta extremos sorprendentes por desconocer las herramientas de gestión de contenidos o por no haber estado a la altura de las expectativas.
A pesar de contar con unas de las paginas web mejor valoradas por los usuarios de comercio electrónico españoles y contar ya con una pica clavada en las principales redes y medios sociales de conversación, video o fotografía, sus problemas no se limitan a la escasa interacción con los usuarios, como le ocurre a muchas empresas, sino que ha provocado auténticas crisis a golpe de tweet.
Por citar los últimos ejemplos, el pasado 17 de julio anunciaba, entre las rebajas en viajes y las presentaciones de libros, se afirmaba que la empresa había reducido su plantilla: "Informe SABI 2010 El Corte Inglés: 33.665 trabajadores menos".
MULTAS DE 150.000 EUROS Y EL FICHAJE DE FRANCISCO CAMPS
No se trataba de una contundente medida de transparencia informativa, sino el desliz de una información recogida en un blog que, además de comentar la evolución descendente de la plantilla de la compañía desde 2007 y verter distintos comentarios muy críticos sobre la gestión de su dirección, incluía el enlace a un conocido diario financiero que recogía cómo la empresa había sido multada, por decisión del Consejo de Ministros, con una sanción de 150.000 euros por "no facilitar la documentación solicitada por los inspectores de Trabajo".
Porqué se coló esta noticia no se debe tanto a un sabotaje o a un trabajador descontento, sino al repicado poco reflexivo de las alertas de Google, como apunta el propio blog crítico (que difundió con humor y orgullo este error de El Corte Inglés) y confirman distintos expertos consultados.
Sin embargo, la situación no se corrigió y, además de estar el tiempo suficiente para ser capturado por distintos usuarios, se repitió con otras noticias en los días posteriores. Este fue el caso de la entrada publicada tres días después por un blog satírico que aseguraba que "El Corte Inglés contará con Francisco Camps para su nueva colección de Emidio Tucci". Dicho y hecho, un tweet recogió la información, firmada por @ElCorte_Ingles, con enlace a la página que recogía la broma.
MORIR DE ÉXITO RECIÉN ESTRENADO
Aunque El Corte Inglés se ha convertido en el primer anunciante español en utilizar la herramienta Facebook Lugares y ya lo fue con Foursquare, lo cierto es que su desembarco en la red más popular del País, Facebook, fue un desastre. No solo cayó el sistema por la avalancha de usuarios que provocó su acción comercial, sino que fue incapaz de cumplir con las expectativas de sus usuarios, que se indignaron y dieron rienda suelta a su enfado por diversos medios.
La idea, recogida de forma habitual en los cursos de formación para Social Media Manager o Community Manager, se planteaba premiar a los primeros usuarios que se dieran de alta en su página en Facebook. El problema llegó cuando miles de personas quisieron ser los primeros para recibir el regalo y desbordaron la capacidad del sistema habilitado por El Corte Inglés para llegar el registro.
Independientemente de las responsabilidades que asumió la compañía, su reputación en redes sociales sufrió un duro golpe y pasó a un segundo plano en al estrategia de comunicación de la empresa.
Aunque la página de El Corte Inglés en Facebook cuenta con 128.000 simpatizantes, el enlace que ofrece la página web de la empresa está al final de la pantalla, sobre los datos registrales y entre 16 epígrafes, los de menor tamaño de la página.