VALÈNCIA. La red de Metrovalencia de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) fue de las tantas infraestructuras que quedaron gravemente afectadas por la descomunal Dana del pasado 29 de octubre. Una catástrofe que provocó la desaparición de vías enteras, la destrucción de estaciones, el derrumbe de puentes por los que circulaba el metro, así como la devastación del puesto de mando, desde el que se controla y supervisa el funcionamiento del servicio. De hecho, la afectación en esta instalación provocó el cierre de la red al completo. Se tuvo que disponer de un nuevo espacio provisional en los talleres que FGV dispone en Machado, en la ronda norte de València, que continúa operativo mientras se restablece la sede central en la estación de Valencia Sud.

En este momento, Metrovalencia ha reabierto sus conexiones del norte y del centro de la ciudad de València, pero el sur de la provincia sigue sin servicio. Se trabaja sin descanso, pero los daños han sido graves: más de 50 kilómetros casi inservibles y que están precisando la renovación de toda la infraestructura. En cualquier caso, desde la Generalitat Valenciana estiman que para la segunda quincena de junio podría recuperarse el metro al completo. "Si no pasa nada, la previsión es que sea antes de que acabe el mes de junio. El conseller ha comentado que la idea es la segunda quincena de junio. Si pudiéramos ganar una semana iniciaremos antes", asegura Alfonso Novo, gerente de FGV, en una entrevista con Plaza. El coste total de las reparaciones se estima en 125 millones de euros.

De forma paralela a estos trabajos, FGV tiene otros proyectos en marcha para ampliar la red de metro. Y, pese a esta situación, Novo remarca que por ahora no se va a retrasar ninguno de ellos. De hecho, espera que para antes de Navidad poder trabajar en la hoja de ruta para la mejora de frecuencias de Metrovalencia.

También, se trabaja en la expedición de la nueva tarjeta 'Móbilis30' para el transporte gratuito de menores de 31 años. Sin embargo, esta gratuidad vence el próximo 31 de junio y el gerente de la empresa pública se inclina más por hacer bonificaciones y descuentos a este colectivo que por mantener la gratuidad. "Es lo que están haciendo todas las comunidades autónomas. No hay ninguna que tenga el servicio gratis y aquí lo hemos mantenido durante más de cuatro años", subraya.

-La Dana del pasado 29 de octubre arrasó buena parte de la infraestructura de Metrovalencia, especialmente en la zona sur de la provincia. También, destrozó el puesto de mando, el centro neurálgico que controla y supervisa toda la red. ¿Cuáles han sido los principales daños?

-Fue una noche terrible. Lo pasamos francamente mal. Hablo en plural porque varios compañeros nos quedamos esa noche en la estación de Valencia Sud. Allí, llegó el agua con muchísima fuerza porque estamos a escasamente un kilómetro del barranco del Poyo. Conforme entró el agua, arrasó prácticamente con todo, especialmente el puesto de mando, que es lo más importante que tenemos en FGV porque es desde donde se controlan los sistemas de funcionamiento de los trenes, su ubicación, las instalaciones eléctricas y el centro de transformación. Por tanto, tuvimos que reconstruir en los talleres de Machado un nuevo puesto de mando provisional para tener el control y recuperar el servicio.

Además, de los 62 trenes que tenemos, una veintena sufrieron daños de distinta gravedad y ocho se quedaron aislados en la zona de Torrent y Picassent. A ello se suma que se han dañado 10.000 metros de vía solo en la estación de Valencia Sur y más de 50 kilómetros desde San Isidro hasta Villanueva de Castelló. Todo eso supone la renovación de vías y de la superestructura, es decir, las instalaciones eléctricas, las catenarias... Quiero destacar la gran participación de todos los trabajadores de FGV para ir recuperando distintas actuaciones. De hecho, solo en quince días, es decir, el 9 de noviembre, se recuperó el tranvía y el metro poco a poco se ha ido reabriendo en el noroeste y centro en la ciudad.

-Entiendo que ahora los trabajos se centran en la zona sur. ¿En qué punto se encuentran?

-Ya hemos acabado la obra civil del puente de Paiporta. Estamos acabando de instalar todo lo que son las vías y acabando de construir la estación de Paiporta, que fue arrasada. Pensábamos que podríamos recuperarla, pero, tras la revisión técnica, se detectó que tenía problemas estructurales y lo más operativo, cómodo, económico y rápido era derribarla y hacerla de nuevo. Está reconstruyéndose y va a un buen ritmo. Esperamos tenerla en la segunda quincena de junio con toda la red de Metrovalencia. En caso de que no estuviera, por lo menos estarán operativos los sistemas de acceso.

También, estamos intentando mejorar la accesibilidad en Paiporta, Picanya y Valencia Sud. Con todo, quiero resaltar que desde el día 30 de octubre tuvimos ya reuniones para analizar los daños y comenzar a diseñar los trabajos de recuperación. De hecho, como alternativa, se suplió el servicio con autobuses, pero ha sido muy complicado. Se ha hecho un gran esfuerzo.

-¿Quién asume el coste de esos autobuses lanzadera y cuánto van a costar?

-Aquí todo lo asume la Generalitat, en este caso, la Conselleria de Infraestructuras, Medio Ambiente y Territorio. Desde FGV planificamos, hacemos el seguimiento y la puesta en marcha de ese servicio de autobuses. Va a tener un coste de más 16 millones tanto los que se pusieron en una primera etapa en la zona norte como los que siguen prestando servicio en las zonas sin metro. 

-Ha comentado que espera que la estación de Paiporta esté en la segunda quincena de junio con toda la red. El conseller Vicente Martínez Mus también ha señalado esta fecha para la reapertura total del metro. ¿Se mantiene o podría adelantarse?

-Si no pasa nada, la previsión es que sea antes de que acabe el mes de junio. El conseller ha comentado que la idea es la segunda quincena de junio. Si pudiéramos ganar una semana iniciaremos antes, pero, al final, en estas actuaciones afectan cualquier cosa como la climatología.

-¿En ningún caso barajan ir abriendo por tramos según vayan finalizando actuaciones?

-El problema es que necesitamos todo el tramo operativo para que funcione. Necesitábamos reconstruir el puente de Paiporta, sobre el barranco del Poyo, que fue arrastrado. En este momento se está en ello y se ha hecho más seguro. La obra civil está acabada y estamos acabando de instalar la segunda vía. Una vez acabado este puente iremos revisando, porque en la zona sur tenemos más de 100 incidencias. Por tanto, lo más operativo es que esté toda la infraestructura acabada y que funcione todo a la vez.

-Ahora están en un puesto de mando provisional, ¿se va a quedar como centro alternativo?

-Tuvimos que improvisar en los talleres de Machado porque hasta ahora no se había hecho un centro alternativo, que es una cuestión absolutamente imprescindible y que tenemos que dejar preparada. Necesitamos hacer un puesto de mando que esté funcionando al 100%, pero también contar con una alternativa para que en 24 horas podamos recuperar el servicio y no vuelva a pasar lo que pasó. El que está funcionando está en el antiguo comedor de Machado porque tuvimos que disponer de espacios tras quedar arrasada la sede central en Valencia Sud. Todo está funcionando con normalidad, aunque también es sensato reconocer que hay algún problema puntual porque, lógicamente, la capacidad que tenemos no es la que teníamos. FGV tiene un servidor en el aeropuerto por seguridad y en Machado vamos a dejar las instalaciones mínimas y necesarias para poder operar en 24 horas una vez reabra Valencia Sud. De hecho, ya hemos habilitado el espacio para ello en un primer piso y con más garantías. También, en la sede central en Valencia Sud el puesto de mando va a estar en primer piso en lugar de en planta baja como estaba.

-¿Cuándo está previsto que el puesto de mando central vuelva a estar operativo?

-Tenemos que tenerlo operativo después de verano. Esto no es una oficina a la que tienes que llevar una mesa y un flexo, sino que supone un control de cámaras y sistemas más complejos que llevarán más tiempo, por lo que estará en el mes de octubre-noviembre. De todas formas, no tenemos prisa porque queremos hacerlo bien y lo mejor posible. 

-Por tanto, ¿cuándo volverán todos los trabajadores a la sede de FGV, ya que la mayoría sigue teletrabajando?

-La idea es que la empresa empiece a funcionar con normalidad en las instalaciones en Valencia Sur, en la sede central, a partir del mes de septiembre y que todo el mundo vuelva a su trabajo, con independencia de que los martes, por ejemplo, haga teletrabajo.

-¿Se están aprovechando las obras de reconstrucción para implementar cambios y mejoras en la red de metro?

-Sí, estamos tomando decisiones para reforzar medidas. Por ejemplo, el puente de Paiporta se ha hecho mucho más sólido. Además, se ha dispuesto de manera que acaban en punta los pilares para que al agua le cueste muchísimo más arrastrar las vías. Es una plataforma única y más elevada, con lo cual también da más seguridad. Por tanto, al final sí que se van tomando medidas. En Valencia Sud, la adaptación del paso inferior para la accesibilidad también la vamos a hacer previendo inundaciones. No obstante, se tiene que intervenir desde arriba, es decir, en los barrancos. Si hubiera estado canalizado y se hubieran ejecutado las obras en su momento, posiblemente no habríamos sufrido los daños que hemos sufrido. 

-¿A cuánto ascienden las pérdidas por la Dana, tanto de material como de lucro cesante?

-Lo que tenemos estimado es la cantidad de dinero que va a tener que invertir el erario público. El lucro cesante ha sido relativamente poco porque en 2024 crecimos casi en un millón de viajeros en Metrovalencia con respecto al 2023. Por tanto, pese a ese mes y medio que estuvimos sin servicio, hemos incrementado pasajeros. En cualquier caso, la Generalitat va a tener que invertir más de 125 millones de euros en la recuperación de la infraestructura, dinero que se hubiera podido destinar a otro tipo de infraestructuras. De hecho, de los 100 millones de euros de presupuesto que tiene FGV para este 2025, en torno a 70 van a ir destinados a la recuperación y los otros 30 millones a actuaciones que tenemos en marcha en la ciudad de València, en Alicante y en el área metropolitana.

-¿Y esa cuantía cómo se va a pagar?

-La Generalitat transfiere el dinero en base al endeudamiento que ha permitido el Gobierno, a las subvenciones y a las ayudas que en algún momento esperemos que puedan llegar de otras administraciones, ya sea nacional o, incluso, de Europa. Al final, es la Generalitat la que distribuye en base al enfoque global. Nosotros nos centramos en FGV, pero hay muchos más daños: desde la recogida de residuos sólidos hasta el tratamiento de carreteras. Todo eso se tiene que pagar, lógicamente, a través de las inversiones y planteamientos que se puedan hacer desde la Administración valenciana. De momento, estamos cumpliendo con los pagos con todas las empresas que están interviniendo en función del porcentaje de la obra que van ejecutando, como no puede ser de otra manera, y todo está funcionando con normalidad.

-¿Cuándo se recuperará el servicio nocturno?

-A partir de junio si no pasa nada. En Alicante vamos a poner ya en el mes de junio el servicio nocturno de fin de semana que tienen en verano.

-¿Esta situación puede retrasar otros proyectos como las futuras líneas L-11 y la L-12, que salieron hace meses a exposición pública?

-En principio no hay nada parado y en eso quiero ser relativamente tajante. Puede que en alguno de los casos se pueda retrasar, tampoco digo que no, pero hoy por hoy todo está siguiendo el proceso ordinario. Ahora, tenemos en marcha la comunicación de la estación de Alacant con la de Xàtiva, con el paso subterráneo, que estará operativo a finales de año. Además, hemos hecho una modificación para que esté preparado por si en algún momento, más adelante, se quisiera unir esa línea con el centro histórico, a través de la prolongación de la línea 10. De esta forma, no tendríamos que volver a intervenir porque ya los muros están a la distancia correspondiente de 7 metros, con una profundidad mucho más relevante y con una estabilidad mucho más segura para dar cobertura a lo que sería una futura línea de metro, con independencia de que se pondrá en marcha a final de año como pasillo peatonal y conexión entre estas dos estaciones.

-Entonces, ¿en qué estado están los proyectos para estas dos nuevas líneas de la red de Metrovalencia?

-Ahora, ha finalizando el proceso de exposición pública y se están estudiando y analizando las alegaciones. Hemos tenido conversaciones con el Ayuntamiento. Los tiene Conselleria y se están analizando para poder iniciar los trabajos del anteproyecto y el proyecto de obra. De momento, estas actuaciones que tenemos en marcha no se van a retrasar. 

-¿Tiene estimado cuándo podrían estar?

-Creo que a lo largo de este año y principios del que viene puede estar acabado el proyecto y, a partir de ahí, sacarlo a exposición pública para su posterior revisión técnica. Se podría acometer alguna actuación previa a finales de 2026 o principio del 2027 con suerte, yendo todo muy bien y sin tener ningún tropiezo porque hay que decidir definitivamente el trazado.

Asimismo, estamos pendientes también del proceso de renovación de la mejora de comunicación y electrificación y cambios de sistema, que es una obra de 55 millones de euros que se adjudicó a Siemens y que no tenía dotación presupuestaria. Es la típica obra, como otras muchas que nos hemos encontrado, que se firma el documento, se adjudica la obra y no hay presupuesto. También nos encontramos en esta situación la estación intermodal de Alicante. En ese caso, también se firmó ese contrato y se adjudicó sin tener reserva presupuestaria, por lo que se ha tenido que dotar desde Conselleria.

-Por otro lado, hace poco la Generalitat reactivó la prolongación de la L10 del metro para conectar el centro con el norte de València. ¿Para cuándo más avances en este trazado?

-Esta línea es más complicada y esa es una inversión considerable. 

-¿Pero llegará a ser una realidad? 

-Creo que sí, pero es una inversión importante. Es como el túnel pasante de Adif, que también llegará algún día. De hecho, creo que es más fácil que tengamos antes la L-10 por el centro histórico que el túnel pasante. Al final, es una cuestión de voluntad de las administraciones y de distribución del presupuesto.

-El anterior equipo del Consell del Botànic rechazó esta conexión por el centro histórico. En su caso, ¿hay voluntad?

-Sí. Creo que el hecho de que la Conselleria y la propia Generalitat hayan replanteado el túnel subterráneo entre Alicante y Xàtiva para dar cabida a esta línea en un futuro demuestra la voluntad. Desde el momento que inviertes más dinero y modificas el proyecto para adaptarlo a una hipotética línea ferroviaria es porque hay interés. Por tanto, voluntad hay, pero la disponibilidad económica es lo que tenemos que analizar.

-El Botànic presentó un plan de mejora de frecuencias para Metrovalencia. Ahora están centrados en la reconstrucción, pero ¿existe algún plan propio en este sentido?

-La pasada legislatura lo que se hizo fue un PowerPoint de mejora de frecuencias con una inversión de 200 millones de euros, pero nunca se atisbó nada de eso. Nosotros hemos trabajado con ese plan y lo hemos ajustado y mejorado, pero ahora tenemos que tener la disponibilidad presupuestaria para ponerlo en marcha. No es solo mejorar las frecuencias, sino que necesitamos material móvil y crecimiento de personal. Sí que tenemos el estudio hecho, pero tenemos que avanzar en la medida de lo posible para ir ganando espacio y frecuencias. En este sentido, seguimos trabajando con Stadler para que lleguen cuanto antes entre 16 y 20 nuevos trenes, algunos para Valencia y otros irán a Alicante. Esto nos permitirá retirar algunas unidades antiguas y tener más trenes para disponer de más servicios.

Sin embargo, lo que no se puede hacer tampoco es lo que se hizo con la Línea 10, que se puso en marcha y se quitaron 4 trenes de Valencia y 3 trenes de Alicante. Tampoco se adquirió nueva maquinaria, material móvil, ni se anticipó la necesidad de personal de mantenimiento para esa línea. Todas esas carencias hay que tenerlas dispuestas y preparadas. Nos encantaría mejorar las frecuencias, pero, para eso, hay que hacer una fuerte inversión. Es una cuestión que tenemos pendiente y que acometeremos lo antes posible.

-Ha comentado que ese plan inicial del anterior equipo de gobierno lo han "ajustado y mejorado". ¿Cuáles van a ser esos cambios y qué mejoras incluye?

-Lamentablemente, y como he dicho anteriormente, si esto no hubiera pasado -la Dana-, posiblemente podríamos estar hablando de otra situación. Ahora nuestra prioridad absoluta es recuperar el servicio en circunstancias normales. Y, una vez lo tengamos, empezaremos a trabajar en otras cuestiones como la mejora de las frecuencias en algunos puntos en los que hemos detectado más necesidad, como el centro de València. Es una cuestión que nos pondremos a trabajar antes de Navidad.

-Por otro lado, la Generalitat ha decidido dar un mes más de tiempo a los menores de 31 años para sacarse la nueva tarjeta de transporte gratuito 'Móbilis30' y dejar de usar la de cartón. Hubo varias quejas de los usuarios por fallos en el sistema. ¿Con esto se solucionarán?

-Se ha juntado que paralelamente al proceso de la puesta en marcha de la 'Móbilis30', también estaba la tarjeta 'Recuperem' para municipios afectados por la Dana. Por tanto, ha habido que hacer más de 200.000 abonos. Eso ha complicado un poco el proceso. En estos momentos, ya tenemos a la gente contratada temporalmente un mes. También, la Agencia Valenciana de Transporte Metropolitano y la Dirección General de Transporte están ayudando. Por ello, se ha decidido dar un poco más de tiempo para que no haya problemas con los usuarios.

-Este nuevo título para menores de 31 años incluye la gratuidad del transporte que se ha ido prorrogando durante años. Su vigencia vence el próximo 31 de mayo. ¿Se va a mantener esa gratuidad pasado ese plazo?

-Es una decisión de la Autoridad de Transporte Metropolitano de Valencia junto con la propia Generalitat, que deben decidir si se mantiene o si se aplica algún tipo de tarifa intermedia. Es una cuestión que se nos escapa.

-¿Cuál es su opinión al respecto como gerente de FGV?

-Creo que el transporte público tiene que valorarse y tener precios asequibles. No sé cuál será la decisión final, pero, por ejemplo, tener bonificaciones del 50% o del 60% me parecería razonable, por lo menos ahora de entrada y hasta que todo esto se normalice. Es lo que están haciendo todas las comunidades autónomas. No hay ninguna que tenga el servicio gratis y aquí lo hemos mantenido durante más de cuatro años. Creo que todo el mundo ha tenido la ocasión de valorar el servicio porque mucha gente lo ha cogido por el hecho de ser gratis. Este hecho también ha provocado problemas de masificación. Por tanto, sinceramente, creo que lo que hay que hacer es racionalizarlo y poner un precio significativo.

-Entonces, no es partidario de seguir con la gratuidad.

-Continuar con la gratuidad tal y como está ahora no, pero sí creo que debería haber alguna bonificación o descuento especial para los menores.

-Un juzgado declaró nulo el nombramiento de un alto cargo de FGV por saltarse el proceso de selección. Desde FGV se recurrió esta decisión. En esta situación había más de una treintena de cargos. ¿Cómo se va a resolver esta situación? 

-Hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que estima nuestra demanda, nos da la razón y no hemos tenido más requerimientos. En cualquier caso, esos nombramientos no los hicimos nosotros. El organigrama con el que seguimos trabajando es el que teníamos. A veces, cuando cambia la administración, en el otro sentido, van todos fuera y todos cambian. Ahora, el que tiene ganas y hace bien su trabajo sigue trabajando. Y esta es una persona que está capacitada. No voy a defender yo la designación porque no la hice yo, pero sí reconozco que el trabajo que está haciendo esa persona es absolutamente válido. 

-El comité de empresa viene haciendo paros y denunciando sus condiciones y el "abandono total del servicio". Entre otras cuestiones reclaman garantizar la reversión de los contratos realizados por emergencia dana y la dotación de una partida presupuestaria extraordinaria a fondo perdido para el personal afectado por las inundaciones. 

-Un contrato de emergencia tiene un principio y un final y ninguno se puede hacer eterno. Todos tienen un plazo. Respecto al fondo extraordinario ya dijimos que eso nosotros no lo podemos hacer porque ya hay ayudas de la Generalitat, que son a fondo perdido, tanto para el coche como la vivienda. Lo que no podemos hacer como parte de esa administración es también dar ayudas a fondo perdido. Lo que sí les trasladamos, y es una cuestión que yo no descarto, es disponer de un fondo para que la gente afectada pueda solicitar un adelanto de dinero o un préstamo a interés a cero para poder acometer determinadas cuestiones que sean absolutamente imprescindibles con un tope y que puede ir devolviendo conforme va recibiendo las nóminas. Creo que eso es absolutamente razonable.