VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana avanza en la ampliación de la red de Metrovalencia, en paralelo a los trabajos de reparación de la infraestructura tras los estragos de la Dana. Y es que uno de los principales planes de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio pasa por la creación de nuevas líneas ferroviarias para mejorar la conectividad dentro de la ciudad de València. Ya se han ido presentando nuevos trazados para unir el centro del 'Cap i Casal' con el entorno de La Marina, a través de la nueva línea 11, así como con el barrio de Quatre Carreres y Malilla, con la nueva L-12. Sin embargo, seguía pendiente el enlace con los barrios del norte como son Orriols, Torrefiel o Benicalap, un proyecto que ahora se reactiva a través de la prolongación de la L10, con el objetivo de dar servicio a los más de 200.000 vecinos de estas zonas.
Para ello, el departamento que dirige Vicente Martínez Muz ha sacado a licitación la redacción del estudio informativo de la prolongación de la línea 10 del metro mediante un nuevo tramo que unirá Pont de Fusta con la estación de Empalme por el norte de València. Una conexión que fue anunciada hace un año por el equipo de la Conselleria, en el marco del plan de expansión de Metrovalencia, y que ahora da un paso más en el trámite administrativo. El contrato asciende a 247.933,88 euros y el plazo de ejecución del proyecto por parte de la ingeniería adjudicataría será de 18 meses, según consta en la Plataforma de Contrataciones del Estado.
Así, la adjudicataria deberá proponer diversas alternativas para conectar Empalme y Pont de Fusta. Hasta ahora, se había progresado en la conectividad del sur y el este de la Capital del Turia, por lo que con esta licitación se da un empujón a este eje. Eso só, todavía se está en una fase incipiente hasta que sea una realidad, ya que la firma que se quede el contrato deberá redactar las posibles alternativas, posteriormente hacer el proyecto básico, que tendrá que salir a exposición pública para alegaciones y finalmente materializarse en un proyecto constructivo. En cualquier caso, se trata de un avance en el trámite necesario para desatascar este desarrollo hasta su materialización.
En concreto, lo que se plantea Conselleria es que la actual L-10, que va desde la estación de Alicante en Russafa hasta Nazaret, se prolongue con un trazado que se inicie en Empalme y conecte con la Línea T4 de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana en la Avenida de Almassora, dándole continuidad hasta llegar a Pont de Fusta. "La necesidad de la prolongación de la línea 10 como criterio de servicio público busca conformar la red, de modo que cualquier persona y cualquier gran equipamiento disponga de un buen elemento del sistema de transporte público a 400-500 metros de distancia, entendiendo que el servicio de transporte es un servicio esencial para los ciudadanos", señala el pliego.

Como solución se plantea que sea una línea de metro ligero, es decir, un tranvía, aunque con parte subterránea, de características similares a las existentes en la ciudad, ya que "es una solución más versátil que la de metro convencional", esto es, 100% subterráneo. "Este sistema tranviario es el idóneo para configurar la línea, ya que posibilita compatibilizar tramos enterrados con tramos en superficie compatibles con el resto de los usos viarios", señala la Conselleria. Por esa razón, se exige a la adjudicataria que en el desarrollo de las posibles alternativas se propongan "tanto opciones de trazado subterráneo como en superficie, analizando la problemática en cada caso y las consecuencias de cada alternativa, así como las ventajas e inconvenientes de las diferentes opciones". Se tendrá en especial consideración las zonas sensibles de la ciudad desde el punto de vista patrimonial.
De este modo, se pide que las posibles alternativas de trazado tengan en cuenta los numerosos antecedentes existentes en el tramo entre Alicante y Pont de Fusta, así como los estudios previos para la penetración de la línea 10 y su conexión con la actual línea T4, que discurre entre la calle Doctor Lluch, Tarongers y hacia poblaciones norte de València. Para el trazado entre Empalme y Pont de Fusta se estudiarán las diferentes opciones de conexión, sobre todo las que permitan llegar a más zonas de la ciudad que no disponen de un transporte público de calidad como Orriols, Torrefiel o Benicalap. Además, deberán estudiarse las opciones de conectar directamente Empalme con el centro de la ciudad, y que la T4 pueda continuar hasta Marítimo-Serrería sin entrar hasta la actual parada situada junto al antiguo edificio de Pont de Fusta.
Alternativas
Las actuaciones se dividen en una primera entre el tramo Empalme- Torrefiel en el que se propone la conexión en superficie a la infraestructura de la línea 6 con alternativas en este caso a través del barrio de Orriols (desde Empalme hacia CV-30, Camino de Moncada, Pere Cabanes y Duque de Mandas) y en subterráneo en concreto por la travesía de Pere Cabanes. También, se plantea que la conexión podría ser con soluciones más exteriores por la Ronda Norte hasta la Calle Almassora o bien dando continuidad a la línea ya existente en la misma Ronda desde Empalme por la CV-30.
La segunda parte sería unir Torrefiel-Pont de Fusta, incluyendo el acondicionamiento de la infraestructura de la línea 4 y 6 existente para dar continuidad al trazado de la línea 10, el estudio del cruce con la línea 4 y la revisión del doble sentido de la calle Almassora.
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- Foto: GVA
No obstante, será la adjudicataria la que deberá plantear diferentes propuestas de esquemas de alternativas a desarrollar para que Conselleria elija la defintiva. Tras la aprobación de la propuesta se realizará la definición y análisis detallado de alternativas, garantizando la viabilidad técnica, económica y funcional de cada una para que no sólo que sea viable su construcción, sino también su explotación. Con ello, se busca ampliar la conectividad en toda la ciudad en un momento de crecimiento poblacional y de consolidación de estos barrios del 'Cap i Casal'.
L-11 y L-12
Los trazados que ya están en fases más avanzadas son los de las líneas 11y 12, que ya han salido a exposición pública. En concreto, la L-11 llegará hasta la fachada marítima vía tranvía y contará con una longitud total próxima a los tres kilómetros en vía doble en cuatro paradas. El trazado comenzará en la confluencia de las avenidas del Saler y Antonio Ferrandis, donde enlazará con el tramo común con L-10 para continuar hacia el noreste por el puente de l´Assut de l´Or. De esta forma, llegará a la zona portuaria a través de una vía doble por la Avenida de Baleares y la calle Juan Verdeguer. En este sentido, el trazado discurrirá por la calle Menorca, aproximándose a la zona portuaria por la avenida Baleares, calle Juan Verdeguer y J.J. Dómine, conectando con la Línea 8 de Metrovalencia en la parada actual Grau-La Marina.
En cambio, la L-12 pretende integrar completamente el distrito de Quatre Carreres y conectarlo con Malilla hasta el hospital La Fe, pasando por el Roig Arena. En este sentido, el diseño escogido por la Conselleria partirá desde la estación de Amado Granell a través de una nueva plataforma tranviaria de doble vía con una longitud aproximada de 2 kilómetros y 4 nuevas paradas: Parada Fonteta y Parada Na Rovella, situadas en la Avenida Hermanos Maristas; Parada Malilla en la calle Vicente Marco; y Parada La Fe, frente al acceso principal al complejo hospitalario.