VALÈNCIA. La construcción vive una transformación progresiva hacia sistemas más industrializados, impulsada por la necesidad de ser más eficiente, sostenible y competitivo. Una pequeña revolución que avanza a marchas forzadas ante las necesidades del mercado. Sin embargo, no siempre ha sido así. En un sector donde la artesanía y la tradición han marcado el rumbo durante décadas, los cambios generan recelo y la innovación aún se abre paso poco a poco. Una resistencia que la valenciana Grupo Viraje lleva años desafiando con el objetivo de promover un cambio real en la forma de entender la vivienda. Una filosofía que ha seducido a numerosos clientes, incluidos los cineastas Javier Calvo y Javier Ambrossi, conocidos como ‘Los Javis’.

La firma nació en plena crisis inmobiliaria de 2008, fruto de la pasión y el inconformismo de tres profesionales del mundo de la arquitectura: Raúl Hinarejos, Jesús Herranz y Víctor Millán. Los tres compartían la convicción de que era necesario dar un giro al concepto tradicional del “ladrillo”, integrando en un mismo proyecto la construcción, el diseño y la arquitectura. Y que había que hacerlo con sistemas industrializados, que permiten ahorros de tiempos, reducción de residuos y máxima calidad en los acabados. El propio nombre de la compañía refleja esa intención. "Queríamos virar la forma en que se estaban haciendo las cosas, ofrecer un servicio completo y apostar por una manera diferente de entender la construcción", explica Hinarejos, CEO y uno de los socios fundadores.

Todo comenzó con una amistad de la infancia. Herranz e Hinarejos coincidieron de niños en el colegio y desde el primer momento hubo conexión. Ambos compartían su interés por el dibujo y años después, por la arquitectura. Ya en la universidad, Herranz se decantó por la carrera de Arquitectura e Hinarejos por la rama técnica, donde conoció a Víctor Millán. Cada uno empezó en una empresa diferente, pero no era lo que buscaban. "Nos encantaba el sector, pero no tanto la forma en que se aplicaba. Detectamos una desconexión entre arquitectura, construcción y promoción", explican.

Decidieron emprender juntos en un momento especialmente difícil para el tejido empresarial, y aún más para el sector de la construcción: la época de la crisis económica, que provocó la destrucción de cientos de miles de empleos en España. Pero nada les detuvo. "Todo el mundo nos decía que éramos unos locos, pero vimos de forma muy clara que había que usar otros sistemas constructivos e industrializar", remarca el CEO de la compañía. Surgía así Viraje, fundada por los tres, con Hinarejos como CEO; Herranz como arquitecto principal y Millán como director técnico. Años más tarde se sumó Marta Piqueras como socia y arquitecta.

Desde sus inicios, la valenciana se especializó en la ejecución de unifamiliares a medida, personalizables y en el segmento premium, proyectos que desarrolla bajo su marca Ubiko. A través de ella, impulsa una línea de viviendas industrializadas, construidas mediante un sistema de hormigón en 2D, combinando, asimismo, diseño e identidad arquitectónica. “Queríamos demostrar que se puede industrializar sin renunciar a la arquitectura. Hay que situar la construcción en el siglo XXI porque no puede ser que la evolución del sector en cincuenta años se reduzca a que el albañil de 1970 y el de hoy hagan lo mismo, solo que con casco”, insisten. 

Además, con la industrialización consiguen minimizar la generación de residuos hasta en un 60% y acortar entre un 40-60% los plazos de obra. Su vocación es demostrar que la industrialización es el medio para mejorar la calidad de vida de quienes habitan sus viviendas y ofrecer un servicio integral al cliente desde el mismo germen y concepción del proyecto hasta su culminación. "Siempre hemos querido romper con los clichés que había en ese momento en el sector de la construcción", puntualiza Herranz.

Diferentes marcas: desde Ubiko a Whome

Con una facturación que roza ya los 13,5 millones, actualmente Grupo Viraje cuenta con dos sedes en Valencia y Mallorca, dado el volumen de negocio que tienen en esta zona. Además, a lo largo de estos 13 años ha ampliado el abanico de marcas con las que opera, creando desde su propia promotora hasta una firma de sistemas de industrializado que ofrece a profesionales del sector para facilitar su reconversión. Así, con toda la experiencia adquirida con Ubiko, lanzaron 'by Viraje', su enseña de proyectos singulares y de gran valor arquitectónico. También, U-Raw, un sistema constructivo industrializado, estandarizado y escalable diseñado por ellos mismos, enfocado a profesionales del sector para promover una arquitectura más sostenible, asequible y de rápida ejecución.

Su cuarta pata es Whome, su promotora de viviendas de lujo, muy enfocada a la inversión. De este modo, para cada iniciativa constituyen un vehículo junto con unos partners, que buscan una rentabilidad. Esta fórmula permite a la firma lograr unos beneficios que reinvierten en I+D+i para seguir investigando sobre nuevos sistemas constructivos. "De lo contrario, no podríamos hacerlo porque hoy por hoy los márgenes son muy estrechos en la promoción inmobiliaria", comentan.

Aunque los proyectos del grupo han evolucionado con el tiempo, siempre se han posicionado en el segmento del alto standing, con el foco puesto en la vivienda unifamiliar.  “Empezamos como algo más comedido, pero poco a poco nos hemos posicionado en el sector premium", remarca Herranz. El grado de industrialización de cada una de sus casas depende de las demandas de cada cliente, aunque principalmente se enfocan en la estructura y las fachadas. Además, siempre buscan la máxima eficiencia energética y autosuficiencia de las viviendas, a través de sistemas de reutilización de aguas pluviales, placas solares o aerotermia.

El perfil de sus clientes es muy diverso, e incluye desde empresarios, médicos o pilotos hasta artistas. De hecho, Grupo Viraje ganó notoriedad pública al ser uno de los responsables de la casa de 'Los Javis', un proyecto que acaparó portadas de revistas y titulares gracias a su diseño. “Fue un proyecto muy especial que desarrollamos junto a ellos y al estudio Mesura”, recuerdan. Pero no son los únicos actores que han confiado en la firma valenciana; también lo han hecho otros nombres conocidos como Quim Gutiérrez.

Salto internacional

Unos trabajos que, además de visibilidad, han consolidado su negocio, que ha experimentando un fuerte crecimiento en los últimos años, doblando su facturación. Por eso, en este momento, la firma afronta nuevos retos. Por un lado, impulsar el desarrollo de vivienda plurifamiliar, con proyectos como el que acometen en Russafa y, por otro, dar el salto internacional. "El próximo año tenemos la intención de abordar alguno de los proyectos que se nos han propuesto fuera de España en países como Emiratos, Italia, Francia, Portugal o México, pero hacerlo requiere un estudio profundo y adaptar la tecnología a la normativa y recursos locales, por lo que estamos estudiando opciones", avanza su CEO.

Pese a sus éxitos, los arquitectos inciden en la necesidad de transformación del sector ante la crisis habitacional actual y los problemas de falta de suelo y mano de obra. Y es que, actualmente, en España la vivienda industrializa apenas alcanza el 2%, mientras en otros países europeos como Holanda o Finlandia las ratios de viviendas con algún tipo de sistema industrializado superan el 80%. "Falta un plan estratégico a 10 ó 15 años para consolidar esta transformación. La industrialización es la respuesta para que la construcción vuelva a ser un motor de empleo y desarrollo", concluye Víctor Millán.