VALÈNCIA. La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha iniciado una nueva etapa con el nombramiento de Inmaculada García Pardo como secretaria general de la organización. La decisión ha sido aprobada este martes por la Junta Directiva, tras la celebración de la Asamblea Electoral en la que Vicente Lafuente fue elegido presidente por aclamación. García sustituye en el cargo a Esther Guilabert Bordonado, y será la encargada de coordinar la estructura interna y acompañar la nueva hoja de ruta que abre el relevo en la patronal autonómica.

Ingeniera Técnica Industrial por la Universitat Politècnica de València y licenciada en Ciencias y Tecnología Medioambiental por la Middlesex University, García cuenta con una amplia trayectoria dentro de la Confederación. En 2022 fue nombrada directora general, después de haber ocupado las direcciones de Relaciones Empresariales y del Área Técnica, desde donde ha contribuido al fortalecimiento organizativo e institucional de la CEV. Su designación consolida una línea de continuidad en la gestión interna y refuerza la apuesta de la organización por el talento propio.

La Asamblea General también ha ratificado la elección de Eva Blasco como presidenta de CEV Valencia, Luis M. Martí al frente de CEV Castellón y César Quintanilla en CEV Alicante, en una jornada que ha simbolizado el cierre de la etapa de Salvador Navarro y el inicio del mandato de Vicente Lafuente Martínez.

El nuevo presidente ha apostado por una CEV "horizontal, participativa y abierta al diálogo", un modelo que —dijo— debe evolucionar "sin romper con lo que se ha hecho bien". Lafuente destacó que la nueva etapa estará guiada por la confianza entre territorios y sectores, y por la defensa de la independencia política del empresariado valenciano: "No queremos una organización en la que estén todas las empresas, sino una en la que todas quieran estar".

Entre las líneas estratégicas que marcarán el nuevo mandato, Lafuente señaló la autonomía de las CEV provinciales, que "tendrán la máxima capacidad para decidir sobre los asuntos propios de cada provincia", y el refuerzo del diálogo con universidades, centros tecnológicos, sindicatos, cámaras de comercio y organizaciones de otras regiones.

El presidente insistió en que esta nueva etapa "no será una revolución, sino una evolución marcada por las propias organizaciones empresariales y las personas autónomas". En este sentido, abogó por un "proyecto coral, no presidencialista", que represente la economía real de la Comunitat Valenciana y mantenga como principios irrenunciables "la independencia y la neutralidad política".

Durante la Asamblea, Lafuente reiteró las principales demandas del tejido empresarial valenciano: la reforma de la financiación autonómica, la ejecución de los presupuestos comprometidos, la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA y la mejora de las infraestructuras estratégicas e hídricas. "Presidir la CEV no puede tener otro sentido que defender con firmeza la libertad de empresa y el orgullo de ser empresarios y empresarias. Es nuestro momento", afirmó.