VALENCIA. Una de cal y otra de arena para el negocio inmobiliario. El efecto de las medidas de ajuste planteadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tendrán una incidencia negativa menor de la que se temía en el sector.
Aunque se ha cumplido con la previsión que apuntaba a la eliminación de la desgravación por la compra de vivienda, también se han conjurado los peores augurios que anunciaban un incremento del IVA superreducido, que afecta a la compra de vivienda nueva.
Además de los compradores, los principales beneficiarios de esta conservación de los tipos actuales serán, en primer término, los promotores inmobiliarios y los bancos, en el caso de que hayan costeado la finalización de la obra para su comercialización.
RIESGO DE NUEVAS DACIONES EN PAGO
Es únicamente en esos casos en los que se paga ese impuesto, ya que si la venta se produce tras una dación en pago de la promoción, lo que paga el futuro comprador es el Impuesto de Transacciones Patrimoniales (ITP), como en la compraventa de inmuebles de segunda mano.
Este mantenimiento del 4% evita un encarecimiento de los costes de los inmuebles que, tal y como está el mercado, el promotor tendría que repercutir en el precio o descontarlo de sus ingresos. Con rebajas de hasta el 20% como las que se están registrando, añadir un descensos de la ganancia haría inviable la comercialización de determinados productos, según fuentes del sector, lo que animaría a nuevas daciones en pago.
Aquí es donde se beneficia en segundo término a las entidades financieras, ya que de producirse más entregas de vivienda en pago de los préstamos, los bancos verían engordar sus activos inmobiliarios con nuevas promociones. Esta situación complicaría más la situación de un sector para el que Bruselas está estudiando un rescate de hasta 100.000 millones de euros.
EL FIN DE LA DESGRAVACIÓN
En el caso del fin de la desgravación por compra de inmuebles en 2013, la medida afectará a unos 30.000 contribuyentes valencianos que se benefician de esta deducción en su declaración del IRPF y que a partir del próximo año deberán pagar hasta 1.356 euros más.
Aunque ya había sido parcialmente eliminada por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero en 2010, el Real Decreto Ley de Medidas Urgentes (aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy y publicado en el BOE del 31 de diciembre de 2011) la recuperó por ser una de sus promesas electorales más comentadas.
En esta norma se establecía que la inversión destinada a la adquisición o rehabilitación de la vivienda habitual volviera a generar una deducción de un 15% del total aportado, hasta una base máxima de 9.040 euros anuales, con una desgravación máxima de 1.356 euros. En toda España, los beneficiarios ascendieron en 2011 a 323.000 personas y que se desgravaron 232 millones de euros, que ahora pasará a recaudar el Estado.
Fuentes el sector reconocen que esta medida puede tener efecto en la voluntad de los compradores, pero consideran que es prácticamente inapreciable. De hecho, su retirada y posterior recuperación no ha tenido ningún reflejo en la demanda de vivienda, en continuo descenso desde 2010, según muestra la encuesta de compraventa de viviendas del Instituto Nacional de Estadísticas.
