CASTELLÓ. El operador citrícola Tomega, con plantas en la Vall d'Uixó y Xilxes, ha mejorado un 6% su producción en la última campaña, alcanzando los 30 millones de kilos, procedentes de productores de Castellón y València, una cantidad que exporta a la Unión Europea. Ahora acaba de recibir un premio de buenas prácticas por parte de los agricultores, que valoran su gestión. Al respecto, la empresa, además de la inversión que ha desarrollado en los últimos años, destaca por trabajar sin ETT y por realizar las compras directamente en el campo, lo que propicia mejores precios para el agricultor.
La compañía nació en 1987 en Burriana de la mano de Juan Bautista Machó y actualmente la gestionan sus hijos, Juan y Clara Mechó. En el año 2000 se trasladó a la Vall d'Uixó y desde entonces no ha parado de crecer, estando especializada en las clementinas de hoja. Su punto de inflexión se produjo hace cuatro años con la adquisición de un segundo almacén en Xilxes, donde llevó la producción de la valenciana Dracma, la cual había asumido anteriormente. Este cambio amplió su superficie de 3.000 a 12.000 metros cuadrados y, sobre todo, incrementó su capacidad productiva. Para ello invirtió ocho millones en la compra y modernización en Xilxes. Asimismo, desde el año pasado destina otros 700.000 en la mejora de las instalaciones de la Vall d'Uixó.
En 20 años, Tomega ha pasado de vender 7 millones de kilos a 30 millones. Y respecto a la temporada 2023-2024, ha experimentado un alza de dos millones. Mechó resalta las inversiones llevadas a cabo desde 2022 y la mejora del consumo de clementinas de hoja. Desde la Vall d'Uixó sus mercancías se exportan a la Unión Europea, mientras desde Xilxes, donde también produce cítricos sin hoja, una parte va a Europa y otra se dirige a un proveedor comercial. Este brío ha tenido correlación en la facturación, que se ha situado en esta campaña en los 40 millones de euros, sumando las plantas de la Vall y Xilxes, tres millones más que en 2023-2024.
De cara al futuro, Tomega quiere aumentar su producción en diez millones en la próxima década. En este sentido, el operador remarca su apuesta `por la modernización y la aplicación de las últimas tecnologías tanto en campo, como en almacén, como en confecciones". "En Tomega trabajamos día a día para que nuestras clementinas lleguen con la mayor calidad posible a nuestros clientes y poder ofrecer un producto de máxima calidad". explica en su web corporativa.

Plantilla con 700 personas sin empresas de trabajo temporal
En este contexto, Tomega acaba de ser elegido como Mejor Comercio Citrícola del Año en 2025 en una encuesta impulsada por la plataforma de Naranjasyfrutas.com y agricultores de la Unió Llauradora y AVA-Asaja. Juan Mechó incide en el cumplimiento "de los acuerdos pactados con los agricultores y mantener las mejores prácticas posibles", mientras Clara Mechó afirma que "que sean los propios agricultores quienes valoren nuestro esfuerzo es, sin duda, lo más gratificante de este premio".
Al respecto, la empresa emplea a 700 personas, de las que 300 están en los dos almacenes y 400 en el campo, y realiza la contratación sin utilizar ETT. Aparte de su personal fijo, cuenta “en collidors siempre con la misma gente”.
Por su parte, la fruta la consigue de cultivos propios y de compras directas en productores de Castellón y València. En esta línea, la firma no hace uso de una organización de productores, conocida como SAT, a través de la que los agricultores cobran al final de campaña según precios de la liquidación. Juan Mecho añade que Tomega paga enseguida al agricultor y destaca que se caracteriza también por una dinámica de resolución de problemas al instante. Una gestión que por estos motivos ha sido valorada por el sector.
Tomega, así, conjuga la inversión con la innovación, el respeto al medio ambiente y un esmerado cuidado a todos los agentes que conforman el proceso productivo, desde la plantilla a los productores.