MADRID (EFE). El grupo inmobiliario Tremón presentó ayer un plan para pagar la totalidad de sus deudas en un plazo máximo de 12 años, que cuenta con el apoyo mayoritario de sus acreedores -principalmente entidades financieras- y con el que pretende salir en breve del concurso de acreedores.

Las tres sociedades, que presentaron concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) en noviembre de 2008, sumaban entonces unos activos de 2.486,3 millones, muy superiores a las deudas, que ascendían a 1.404,9 millones y que se han reducido un 40%, hasta suponer menos de 850 millones.

Los principales acreedores de la matriz son los bancos, encabezados por el Popular y su antigua filial Banco de Andalucía, según el informe provisional de los administradores concursales.

A continuación figura La Caixa, seguida de Bancaja y su participado Banco de Valencia, que han rebajado los importes que les adeudaba Tremón gracias a varias operaciones de adquisición de activos, como la sede de la inmobiliaria.

Respaldado por el superávit existente, el conglomerado de Hilario Rodríguez -que en su día fue el tercer mayor grupo insolvente tras Martinsa y Habitat- se ha comprometido a abonar el 100% de los importes que debe, aunque en un plazo superior al límite ordinario de 5 años establecido en la Ley Concursal, la que se aplica a estos procedimientos.

La superación del plazo, que requerirá el informe favorable de los administradores concursales, debe ser aprobada por los jueces mercantiles que supervisan los procesos de insolvencia de las tres sociedades.

El grupo confía en obtener próximamente ese visto bueno y poder abandonar el concurso de acreedores antes de que finalice el año o a principios de 2001, gracias a un plan que supone "asegurar la continuidad de las compañías inmobiliarias y patrimoniales para los próximos 11 años".