VALÈNCIA. Las inundaciones provocadas por la Dana del pasado 29 de octubre tuvieron un enorme impacto a nivel económico: más de 60.000 empresas se vieron directamente afectadas por este episodio, que provocó estragos en más de 8.100 locales comerciales, especialmente aquellos ubicados en los municipios en los que la riada golpeó con más dureza. A ello se suma que, durante las primeras semanas tras la catástrofe, los esfuerzos de los residentes en estas localidades se concentraron en la recuperación del entorno afectado. Con ello, el consumo - tanto presencial como electrónico - experimentó un importante desplome del que se ha ido recuperando de manera progresiva durante el primer ejercicio tras la Dana. 

Así lo constata un informe del monitor de consumo de CaixaBank Research en base a los datos agregados y anonimizados relativos a los pagos con tarjeta y las operaciones con TPV de esta entidad bancaria. Los datos revelados con motivo del primer aniversario tras la Dana contrastan la evolución de la actividad comercial en el conjunto de España y la zona cero de la Dana compuesta por un total de 15 municipios: Alaquàs, Albal, Aldaia, Alfafar, Algemesí, Benetússer, Beniparrell, Catarroja, Chiva, Llocnou de la Corona, Massanassa, Paiporta, Picanya, Sedaví y Utiel. 

Recuperación "rápida" del consumo y más progresiva en el caso de los comercios

Según el citado documento, el consumo de los residentes en la zona Dana se redujo a prácticamente la mitad durante la primera semana posterior a las inundaciones. No obstante, experimentó una "rápida" recuperación, ya que un mes después ya mostraba un repunte interanual superior a la media nacional. Un hecho que, en cualquier caso, podría explicarse a partir de la necesidad de reponer bienes dañados por la catástrofe. En cualquier caso, el crecimiento superior al del conjunto del país ha sido una tendencia que se ha sostenido en el tiempo durante el primer ejercicio tras la Dana. 

Si se analiza el caso de los comercios, el informe apunta a un impacto "más severo": durante la primera semana tras la Dana la facturación descendió más de un 80%. No fue hasta el pasado mes de junio cuando la variación interanual fue positiva. Desde la citada fecha, el ritmo de crecimiento se ha igualado con el conjunto de España. 

Crecimiento positivo, tanto en consumo como en comercios

Con ello, CaixaBank Research concluye que la zona con mayor afección tras la riada "cuenta con más comercios activos que antes del episodio", aunque cabe resaltar que municipios como Massanassa, Alfafar, Algemesí o Sedaví todavía no se han recuperado al completo del nivel previo a la riada. En este sentido, el documento remarca que ni el impacto de la Dana ni la recuperación posterior están siendo homogéneas, pues experimenta importantes diferencias si se analiza la situación municipio a municipio. 

En este sentido, Massanassa es la localidad con mayor crecimiento interanual del gasto de residentes, con un repunte del 29,6% durante el pasado mes de septiembre frente a las cifras del mismo mes del ejercicio anterior. Lo cierto es el desembolso en los comercios de la zona cero de la Dana presenta signos positivos frente al mes previo a la catástrofe, aunque avanza a menor ritmo en municipios como Utiel, Alaquàs, Chiva o Aldaia. 

En este punto, cabe añadir a que CaixaBank Research apunta a una recuperación "desigual" según el nivel de renta de los ciudadanos: las personas con menos ingresos "sufrieron el mayor impacto", pues su consumo descendió un 82% frente al 40% de aquellos que cuentan con mayor renta. Además, entre diciembre de 2024 y el pasado mes de septiembre, el consumo de las personas con rentas más bajas ha crecido un 12% interanual; tasa que en el caso de las rentas altas se sitúa en el 16%, lo que supone una "ampliación de la brecha de consumo" entre ambos perfiles de ciudadanos.

El tamaño de las empresas, "determinante" para la recuperación

Por otro lado, el informe analiza la evolución del gasto en la zona cero según el tamaño de la empresa y concluye que las más grandes "resistieron mejor", pues su facturación descendió un 85% interanual tras la catástrofe, pero en septiembre ya se situaron en cifras del mismo mes del pasado ejercicio. En las pequeñas empresas, por contra, los ingresos se desplomaron un 98% tras la catástrofe y todavía siguen un 10% por debajo del mismo periodo del año pasado.