Así, la agencia señala que, a pesar de los significativos progresos alcanzados por el Gobierno griego en materia de consolidación fiscal y reformas estructurales, el Ejecutivo heleno aún se enfrenta a desafíos "muy importantes" en la aplicación continuada de las medidas necesarias para incrementar la recaudación y aumentar la eficiencia del ahorro como parte de su programa de austeridad.
Además, la calificadora de riesgos destaca la lentitud en la mejora de la captación de ingresos por parte del Gobierno, como resultado en parte de la debilidad de los mecanismos de recaudación fiscal. Asimismo, Moody's advierte del impacto negativo en esta materia procedente de las significativas barreras administrativas existentes y de la "inevitable resistencia social".
Por otro lado, Moody's advierte de que la incertidumbre que rodea a las condiciones que serán fijadas en el nuevo mecanismo de ayudas disponibles para Grecia a partir de 2013 y sus implicaciones para los bonistas.
A este respecto, el escenario base de la agencia asume que el país continuará recibiendo apoyo internacional y que las autoridades griegas seguirán trabajando para cumplir las condiciones pactadas.
"Sin embargo, las declaraciones públicas de los representantes de la UE sugieren que cualquier apoyo adicional a partir de 2013 estará condicionado a una evaluación de la solvencia, cuyo resultado en este momento sería incierto, por lo que si se considerara insolvente a Grecia es posible que los acreedores tuvieran que asumir algunas pérdidas.