La historia económica del siglo XX estuvo protagonizada por grandes corporaciones. Grandes por su tamaño y presencia en numerosos países, por el elevado número de trabajadores y trabajadoras, y por el impresionante volumen de capital que superaba el PIB de muchos Estados.
En unos momentos en que se derrumban las fantasías de la especulación financiera, puede ser útil repasar la historia de quienes construyeron los gigantescos edificios del mundo empresarial.
El libro invita a volver la mirada hacia la economía productiva.