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Se busca directivo 'senior' y en el paro para incorporación inmediata: llegan las nuevas ETTs para ejecutivos

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VALENCIA. "Soy el señor Lobo y mi trabajo es solucionar problemas". Con esta tarjeta de presentación, el personaje que encarnaba Harvey Keitel en la película Pulp Fiction de Quentin Tarantino tendría abierta las puertas de muchas empresas en crisis. Las empresas valencianas necesitan ese tipo de ejecutivo principalmente para las aéreas financiera y internacional. Concretamente, se demanda que hayan resuelto muchas veces situaciones similares en cuantos más entornos diferentes, mejor.

Concretamente, se quiere a alguien con experiencia en reestructuración de deuda y en la negociación de fórmulas de pago a los acreedores, que sean asequibles para la empresa. Técnicamente se denomina Chief Restructuring Officer (CRO), pero hay quien simplemente los llama "bomberos".

Otra área en la que se necesitan este tipo de profesionales experimentados es en la de internacionalización. Ya que no hay prácticamente ventas en el mercado local, muchas empresas necesitan a alguien que refuerce o, directamente, ponga en marcha la presencia exterior de la empresa.

Aunque la salida de estos directivos en las empresas que trabajaban demuestra que la última línea de su trabajo es un fracaso, esto no es lo más importante. "No importa tanto que su experiencia haya sido siempre exitosa. De determinados fracasos, sobre todo si son recientes, también se aprende", señala Oscar Perreau, socio director de la empresa captadora de directivos EIM España.

Las compañías que recurren a este tipo de contratación son filiales de multinacionales o empresas de tamaño medio, especialmente industriales o relacionadas con sectores como los de auxiliar de automoción, metalmecánica, textil o electricidad. "También está creciendo la demanda por parte de entidades de capital riesgo que necesitan reforzar la gestión de determinadas empresas participadas", apunta Perreau.

UNA CANA EMPRESARIAL AL AIRE

En tiempo de bonanza, la opción de incorporar a un directivo captado de otra empresa y a un ejecutivo externo de cualquier consultora para ordenar la empresa después de crecimientos vertiginosos fue recurrente en negocios como el inmobiliario y el azulejero. Se podía buscar, seducir e instalar en la empresa con amplios plazos de tiempo.

Con los malos tiempos, muchas compañías lo que necesitan son soluciones rápidas, con márgenes muy corto de adaptación: una semana o diez días como mucho. No pueden ofrecer al ejecutivo ni tiempo de desenganche ni margen para la incorporación. Lo quieren ya.

La oferta de directivos que actualmente están disponibles por reestructuraciones, prejubilaciones o cierre de empresas ha facilitado la aparición de empresas de trabajo temporal para altos ejecutivos. Este es el caso de EIM que, por una parte, se parece a una compañía de 'headhunters', aunque sólo recurre a directivos que se hayan quedado sin empleo; y una consultora, aunque no tiene equipo propio, sino que lo capta a la medida de la demanda del cliente.

Este modelo de negocio sí es habitual en otros países, especialmente en Francia, pero sólo hace diez años que se desarrolla en España y, con la crisis, está viviendo su auténtico despegue. De hecho, algunas consultoras tradicionales han optado por esta fórmula para ahorrar costes estructurales.

COBRAR A PEONADA EJECUTIVA

El pago de estos servicios es muy flexible, ya que muchas empresas no podrían asumirlos de otro modo. "El directivo puede estar a jornada completa o a tiempo parcial, lo mismo que se tiene la opción de anular el contrato antes de lo esperado, bien porque se haya resulta el problema bien porque no se veo posible resolverlo", apunta Perreau.

De todos modos, todos los proyectos tienen fecha de inicio y de final, aunque lo habitual es que vayan evolucionando, teniendo en cuenta la coyuntura económica actual. Para adaptarse a este sistema de trabajo, la fórmula de facturación es a día real de trabajo del directivo.

Sin embargo, no todo el monte es orégano. La demanda de estos servicios está creciendo a un ritmo del 10% anual, pero el incremento de empresas que intentan recurrir a estos servicios es muy superior. "El problema está en que muchas compañías llegan demasiado tarde y tenemos que desechar trabajar para ellas", lamenta el socio director de EIM España. Un ejemplo más de compañías convertidas en una 'cáscara hueca'.

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