VALÈNCIA. Diez meses después, el impacto de la descomunal Dana, que afectó a la provincia de Valencia, continúa lastrando la actividad industrial. Sus secuelas siguen todavía muy presentes, especialmente en sectores con cadenas de suministro complejas. Este es el caso del fabricante suizo de trenes Stadler, con fábrica en la localidad valenciana de Albuixech, que reconoce que las interrupciones derivadas del temporal perduran y afectan a sus entregas, debido al impacto que sufrieron varios de sus proveedores en la región.

La planta de Albuixech no sufrió daños, pero sí los padecieron varios de sus almacenes externos, mientras que 40 de sus proveedores resultaron gravemente afectados, con fábricas inundadas o incluso arrasadas. Esta circunstancia generó problemas de suministro de componentes. Además, 400 de los 3.000 empleados en la planta de la compañía no pudieron trabajar en las primeras semanas por los cortes de carreteras y del transporte público, reduciendo el ritmo de producción y posponiendo entre 150.000 y 200.000 horas de producción de 2024 a 2025. Algo que lógicamente ha tenido consecuencias en su negocio.

Ya desde un principio, Stadler avisó de que la situación demoraría cerca de 50 pedidos en su fábrica valenciana, valorados 366 millones de euros, entre uno y cinco meses. Unos atrasos que a día de hoy persisten. Así lo confirmó hace unos días el grupo ferroviario a nivel global durante la presentación de resultados del primer semestre del año, que reflejan un incremento de ingresos, pero una merma en el volumen de pedidos. 

Y es que, a las inundaciones Valencia se suma el impacto de otros fenómenos climático en Valais (Suiza) y Dürnrohr (Austria), donde Stadler cuenta con instalaciones. Por ello, y para mitigar las consecuencias, el grupo destacó durante la presentación que ha puesto en marcha un programa de recuperación que "se está implementando con éxito, valora, y está "permitiendo retomar progresivamente el ritmo de fabricación". No obstante, las negociaciones con las compañías de seguros siguen en curso, por lo que no existe un calendario para la vuelta a la actividad ordinaria.

"Stadler trabaja actualmente en 306 pedidos simultáneamente. En los últimos años, hemos invertido en nuestras instalaciones de producción en todo el mundo para ejecutar los pedidos en el plazo requerido y con la calidad demostrada. Si bien actualmente operamos a una buena capacidad, necesitamos pedidos adicionales para los próximos años para asegurar los puestos de trabajo a largo plazo", admitió Markus Bernsteiner, CEO del Grupo.

Según informó la compañía, en el primer semestre de este 2025, sus ingresos aumentaron hasta los 1.400 millones de francos suizos frente a los 1.300 millones del año anterior, mientras que su margen de EBIT se sitúo en el 2,6%, 0,4 puntos porcentuales superior. Los nuevos pedidos alcanzaron 1.700 millones de francos, cifra inferior a los 2.500 millones de hace un año, situando el conjunto de su cartera en los 29.400 millones de francos.

En cualquier caso, de cara al cierre del ejercicio, el grupo pronostica un crecimiento de sus ingresos de más del 10% hasta os 5.000 millones de francos y un margen EBIT de entre el 4% y el 5%.