Será nacional o no será. Este extrañísimo 2020 nos sigue teniendo en vilo. Pero una vez levantadas las restricciones, queremos volver a viajar, a tener nada más que el cielo sobre nosotros, a sentir el viento en la cara. El verano de 2020 no será un verano de grandes viajes, ni de culturas exóticas. Será el año en el que descubramos que lo mejor, lo teníamos muy cerca.
Y en esa búsqueda del descanso y la conexión con la naturaleza, hemos encontrado Mar de Fulles, el primer hotel autosuficiente de Europa, emplazado en plena Sierra de Espadán, que acaba de cumplir 4 años abierto.
Pero, ¿cómo ha llegado un hotel como este a la sierra castellonense? Mar de Fulles es el proyecto de una pareja amante de la naturaleza, Juanma y Majo, que un buen día se propusieron que la cosas podían hacerse mejor. Empezaron trabajando en Greenpeace en València y desde allí llamaban a concienciar a todos sobre la importancia de cuidar el medioambiente. Pero aquello se quedaba corto. “Queríamos crear un espacio para todo tipo de personas, un lugar que con cosas muy sutiles y viéndolas de primera mano, consiguiera hacer mella en la conciencia de cada uno”, apunta Juanma Urbán, propietario e ideólogo y continúa, “no nos vale con que alguien que llegue aquí se quede con que el hotel es bonito o que se come bien, queremos que entiendan que, por ejemplo, el sabor de los platos se consigue gracias a los productos de temporada y cercanía o que si se se duerme fresquito, incluso en verano, es por el tipo de construcción que hemos utilizado. Mar de Fulles no es un edificio, no es un plato de arroz, es un proyecto que trasciende”.