VALÈNCIA. La semana que concluye ha sido agitada en el seno del Consell conformado por PP y Vox. Por primera vez en varios meses, los miembros del Ejecutivo integrados en el partido de Santiago Abascal han dado un paso al frente para visibilizarse ante decisiones del socio mayoritario, los populares liderados por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Ahora bien, las discrepancias hechas públicas por Vox, realizadas de forma intencionada desde las instituciones y por orden, así lo aseguran distintas fuentes, de Madrid; han encontrado una rápida reacción del jefe del Consell, a quien no le han dolido prendas en desautorizar a su vicepresidente primero, Vicente Barrera.
Resulta curiosa la relación, que parece muy buena personalmente entre ambos, aunque luego se resuelva con declaraciones públicas o comunicados abruptos. El Gobierno valenciano, a través de la vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, presentó la semana pasada en compañía de Mazón, coincidiendo con el Benidorm Fest, la campaña 'Orgullo de Comunitat', en defensa de los derechos LTGBI.