VALÈNCIA. (EFE) El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un techo de gasto récord para 2026 que servirá para preparar un presupuesto "atractivo" que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, espera presentar en torno a febrero del próximo año.
Montero ha explicado que este aumento del gasto será compatible con la corrección del déficit gracias a una recaudación tributaria récord, impulsada a su vez por el crecimiento económico, que el Gobierno ha elevado hasta el 2,9 % este año, aunque mantiene la previsión de avance del 2,2 % para el próximo año.
212.026 millones de límite de gasto
El Gobierno ha fijado el límite de gasto no financiero o techo de gasto para el próximo año -el tope de gasto que pueden incluir los presupuestos- en 212.026 millones de euros, un 8,5 % más que el presentado para este año y un máximo histórico.
De hecho, si se incluyen los fondos europeos (4.151 millones), el techo de gasto se disparara hasta los 216.177 millones de euros, también un 8,5 % más.
Este aumento del gasto es posible gracias a la buena marcha de la recaudación, que superará los 325.000 millones este año, con un repunte del 10 %, y crecerá otro 8,5 % el próximo sin necesidad de medidas adicionales.
Este límite de gasto, que incluye 22.881 millones en transferencias a la Seguridad Social para cumplir con el Pacto de Toledo, es "significativo pero prudente", según Montero, por lo que permitirá, al mismo tiempo, cumplir con el déficit y hacer "atractivo" el futuro presupuesto para 2026.
Presupuestos en febrero
El calendario que maneja la vicepresidenta pasa por presentar el proyecto de presupuestos en torno a febrero del próximo año aunque no cuente con los apoyos necesarios para salir adelante, unos votos que espera recabar a lo largo de la tramitación.
Para ello, propone unos presupuestos "expansivos y responsables", centrados en el refuerzo del Estado del bienestar y el problema de la vivienda, al que el resto de grupos "no se puedan resistir".
En cualquier caso, el Gobierno no descarta modificar este calendario, orientado a tener los presupuestos en vigor en abril o mayo, si hay una "ventana de oportunidad" para hacerlo antes e, incluso, volver a presentar las cuentas si el primer proyecto es rechazado, en caso de que vea posible su aprobación.
Déficit público del 2,1 % del PIB
Antes de presentar el presupuesto, el Congreso tendrá que votar la senda de estabilidad 2026-2028 aprobada este martes, que mantiene los objetivos de reducción del déficit público del plan fiscal estructural: 2,1 % del PIB en 2026; 1,8 % del PIB en 2027 y 1,6 % del PIB en 2028.
Las regiones tienen un objetivo de déficit del 0,1 % del producto interior bruto (PIB) en todo el periodo y las corporaciones locales, de equilibrio, mientras que el Estado deberá reducir su déficit al 1,8 % del PIB en 2026; el 1,5 % del PIB en 2027 y el 1,4 % del PIB en 2028 ; y la Seguridad Social, al 0,2 % del PIB en 2026 y 2027 y el 0,1 % del PIB en 2028.
La senda de estabilidad establece que la deuda tendrá que bajar al 100,9 % del PIB en 2026; el 100 % del PIB en 2027 y el 99,1 % del PIB en 2028, mientras que la regla de gasto será del 3,5 %, el 3,4 % y el 3,2 %, respectivamente.
Montero ha pedido "altura de miras" a los grupos políticos, en especial al PP, para aprobar la senda de estabilidad -el techo de gasto no se vota-, que todo apunta a que será rechazada en el Congreso la próxima semana dada la oposición de PP, Vox y Junts.
Si esto sucede, el Gobierno tendrá que volver a aprobarla y, si el Congreso la tumba de nuevo, entrarán en vigor los objetivos del plan fiscal, lo que no afecta ni al techo de gasto ni a la meta global de déficit, pero sí al reparto, de manera que las regiones tendrían que cerrar en equilibrio, perdiendo así 5.485 millones en margen de gasto en el periodo 2026-2028.