CASTELLÓ. El supuesto anuncio realizado esta misma semana por la patronal de exportadores de cítricos de Sudáfrica de que a partir de este viernes suspendería los envíos de naranja a Europa no es el primero. Según ha señalado la interprofesional española Intercitrus, en los últimos once años lo ha hecho "hasta en siete ocasiones".
Entre 2013 y 2018, en muchos años en fechas cercanas al 15 de septiembre, aunque en otros también en octubre, la Citrus Growers' Association (CGA) decretó una suspensión de envíos similar a la de este año, que se limita a una zona productora (la más temprana, a punto de acabar la campaña) y solo en lo que se refiere a las naranjas, no a las mandarinas, que todavía deben arrancar el momento álgido de sus envíos a Europa, ni a los pomelos y limones.
En todos aquellos casos, el objetivo de la CGA fue el de evitar la suspensión total de los envíos por parte de la Comisión Europea. Y lo cierto es que en varias ocasiones lo logró y, cuando no lo hizo, las autoridades comunitarias cerraron el mercado a la fruta sudafricana cuando la campaña ya había acabado prácticamente, con el agravante de que los cítricos en tránsito podían desembarcar en los puertos europeos.
La fruta siguió llegando con plagas
Se da la circunstancia, además, de que en las siete ocasiones en que Sudáfrica decretó el cese de las exportaciones a Europa, entre la fruta que siguió llegando se volvieron a detectar casos de mancha negra, remarcan desde Intercitrus.