VALÈNCIA. Uno de los caballos de batalla del presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Carlos Mazón, durante la campaña electoral fue el compromiso de la reducción de "grasa" -así la calificaba- en la Administración. De hecho, una de sus promesas más reiteradas fue la reducción del número de las consellerias a 10, así como una disminución de los altos cargos del segundo escalón (secretarías autonómicas, subsecretarías y direcciones generales).
El jefe del Gobierno valenciano cumplió su promesa tanto en el recorte de carteras como en la rebaja de puestos en el organigrama y, además, dibujó un Consell paritario con 50% de mujeres y de hombres, tal y como había hecho el Botànic formado por PSPV y Compromís en 2015.
Ahora bien, más complicado resulta aproximarse a la paridad cuando se desciende al segundo escalón. A falta de menos de una decena de nombramientos de los altos cargos, el gobierno PP-Vox liderado por Mazón cumple de manera 'rasapada' con los porcentajes paritarios que contempla la Ley Electoral (al menos 40-60% de cada sexo) en el caso de las candidaturas a las cámara legislativas y a los consistorios. Una norma que no se aplica a la composición de los gobiernos pero cuyos porcentajes se utilizan de forma orientativa.
Así, según las designaciones aprobadas hasta ahora y reflejadas en los organigramas de las distintas consellerias colgados en GVA Oberta, de los 109 altos cargos nombrados hasta ahora, 65 son hombres (59,6%) y 44 son mujeres (40,3%), por lo que el segundo escalón diseñado por PP y Vox entra dentro de los parámetros de paridad.
No obstante, este cumplimiento ajustado podría deshacerse con los nombramientos que restan por producirse. Es más, puede decirse específicamente que depende del propio presidente de la Generalitat que la paridad se cumpla puesto que en su área quedan más de la mitad de puestos por designar del total pendiente, concretamente cinco: Dirección General de Relaciones con las Comunidades Autónomas, Dirección General de Comunicación i Promoción Institucional, Dirección General de Coordinación de la Acción de Gobierno, Dirección General Relaciones con la Unió Europea, el Estado y Acción Exterior y Dirección General de Simplificación Administrativa. De esta manera, si Mazón apostara por varones para estos puestos se bajaría la representación femenina por debajo del 40%.