VALÈNCIA. El Nou Mestalla no acogerá ningún partido del Mundial 2030. La negativa, falta de interés y cerrazón del máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, que lleva 10 años sin acabar las obras del nuevo estadio de la avenida de Cortes Valencianas, han metido en un brete a los políticos de la ciudad de València, que se han visto obligados a renunciar a la opción de ser sede del Mundial multisede de 2030 que organizan España, Portugal y Marruecos.
Durante la reunión que se está celebrando este viernes en la localidad marroquí de Agadir, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), harta de que Meriton Holdings no haya querido firmar el Stadium Agreement, el contrato que exige FIFA a todos los clubes propietarios de los estadios que aspiran a organizar partidos en 2030, ha dejado fuera al Nou Mestalla de las sedes para el Mundial.
De esta reunión saldrán las dieciocho o veinte sedes de los tres países organizadores: La Nueva Condomina de Murcia, El Molinón de Gijón, el Nou Mestalla y,el estadio de Balaídos en Vigo se quedan fuera de las 15 aspirantes españolas después de que no cumplieran con los requisitos que exigía FIFA.
Dentro del Mundial están el Camp Nou, el Santiago Bernabéu, San Mamés, el Reale Arena de San Sebastián, el Stage Front Stadium del RCD Espanyol, La Cartuja, el Metropolitano, La Romareda, La Rosaleda, Gran Canaria y Riazor.
La propuesta definitiva con todas las candidatas tendrá que estar lista el 31 de julio y ya quedará a expensas del Congreso de FIFA del próximo diciembre. En las próximas horas, FIFA examinará determinará si todos los estadios que han presentado España, Marruecos y Portugal se convierten en sedes. Luego todo debe ser ratificado en el congreso extraordinario de diciembre.
Meriton, que había filtrado en las últimas dos semanas a través de sus empleados en la ciudad, que iban a recibir la renovación de la licencia de obras y que, a partir de ese momento, iba a firmar toda la documentación pendiente con la FIFA para que no excluyera a la ciudad del Mundial 2030, se ha negado a firmar después de comprobar como no sólo no recibía la renovación de la licencia de obras sino que, además, tampoco se desbloqueaba en el pleno municipal de este viernes a través de una moción de urgencia, el problema con el Nou Mestalla en favor de los intereses del máximo accionista Peter Lim.
Peter Lim ha vuelto a impedir que las obras del Nou Mestalla se retomen porque continúa exigiendo que, como paso previo, el Ayuntamiento ha de garantizarle la renovación de la licencia y las fichas urbanísticas en condiciones favorables para la explotación de la pastilla del terciario del Nou Mestalla y del actual estadio de Mestalla. Lim no quiere firmar ningún documento en el que se compromete a finalizar las obras con la garantía de su patrimonio personal.
La propaganda del club insiste en que si València se ha quedado fuera de la organización del Mundial 2030 es por una cuestión de la falta de voluntad de los políticos de la ciudad en llegar a un acuerdo.
Con la opción del Mundial esfumada, el conflicto actual entra en una nueva pantalla. El gobierno municipal, el Partido Popular y Vox, continúan trabajando en desbloquear el problema del nuevo estadio antes del 3 de agosto donde, supuestamente, Peter Lim recuperaría los beneficios urbanísticos sin someterse a ninguna obligación.
Juanma Badenas, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, se desmarcó esta semana de la línea que defendía la alcaldesa María José Catalá y se negó a apoyar la moción de urgencia prevista para el pleno de este viernes. "Vox no va a estar a favor de ninguna moción en la que se reconozcan derechos a Lim. Si alguien, en vez de restringir derechos, pide incrementar derechos de Lim, no lo aceptaremos. No vamos a firmar, porque, además, es un tema jurídicamente complicado y urbanísticamente muy difícil. Lo que no se ha hecho en 15 años, ¿cómo se va a resolver a través de una moción de urgencia?", dijo Badenas.
Por el momento, se desconoce al dedillo el acuerdo en el que trabajan PP y Vox, pero los mentideros de las negociaciones señalan que puede incluir garantías financieras por el coste de las obras que restan en el nuevo estadio. También se exigiría el pago del polideportivo de Benicalap -tal como incluían las fichas urbanísticas que no se han aprobado- y la concreción de unos plazos para el desarrollo de las actuaciones del Nou Mestalla. Condiciones que, si no cumpliera el club, no podría obtener los derechos urbanísticos como el terciario y el residencial en el entorno del Antiguo Mestalla y el nuevo estadio.