VALÈNCIA. La librería Somnis de Paper ha pasado de ser un acogedor rincón cultural a un espacio desolador tras la Dana que golpeó la provincia de Valencia el pasado martes 29 de octubre. La fuerza del agua se llevó por delante estanterías, mostradores y cientos de libros que daban vida a este establecimiento en el corazón de Benetússer, un municipio situado en la comarca de l'Horta Sud. Jorge Cabezas, su propietario, recuerda aquellos instantes de desconcierto mientras la lluvia comenzaba a invadir las calles y amenazaba con irrumpir en su negocio: "La luz iba y venía, así que decidimos cerrar temprano, pensando que la situación se calmaría. Pero el agua llegó sin darnos tiempo a reaccionar". 

La situación se agravó cuando la corriente empujó un coche contra el escaparate de la librería y rompió el cristal. "En cuanto eso sucedió, el agua entró como un torrente y, en cuestión de minutos, el nivel superó el metro y medio. Cuando volvimos al día siguiente, no parecía la misma librería", lamenta Cabezas en declaraciones a Valencia Plaza. Sin embargo, los daños materiales en Somnis de Paper no se limitan solo al mobiliario y al stock de libros, que representan una "pérdida considerable". 

La estructura de la librería también ha sufrido, con paredes hinchadas y suelos comprometidos por la humedad. En ese sentido, Cabezas estima que la reparación y reposición del material podría superar los 150.000 euros. "Las estanterías fueron arrastradas fuera del establecimiento. De hecho, una la encontramos en la calle, a 400 metros de la librería. Todo el sistema eléctrico ha quedado afectado. A día de hoy, no sabemos cómo empezar a rehacer todo esto", explica con pesar a este diario. 

En los días posteriores a la Dana, Jorge y su equipo enfrentaron una rutina agotadora de sacar agua y limpiar, mientras trataban de rescatar algún material útil. No obstante, la magnitud del desastre pronto evidenció que cualquier intento de recuperación requiere ayuda externa y "mucho tiempo". La librería no solo ha perdido su inventario y su espacio de trabajo, sino que también ha visto interrumpidas las actividades culturales que organizaba, desde clubes de lectura hasta talleres infantiles. "Es un desastre en muchos sentidos, porque no solo nos hemos quedado sin negocio, también hemos perdido nuestra función como espacio cultural para los vecinos de Benetússer", comenta Cabezas. 

Crowdfunding, un paso hacia la reconstrucción

La respuesta de la comunidad ante esta tragedia ha significado el "principal motor" que ha llevado a Cabezas a plantearse la reconstrucción del negocio. De hecho, clientes habituales, vecinos y amigos han mostrado su apoyo de múltiples maneras, ya sea con mensajes de ánimo o haciéndose eco de la situación de la librería en redes sociales.