VALÈNCIA. Desde hace unos meses Gandia cuenta con un nuevo restaurante: Ona Cuina Oberta, cuyo nombre ya deja entrever sus ideales. Sí, porque aunque esté situado en el centro de la ciudad (Duc Carles de Borja, 28), su cocina mira al Mediterráneo, ese que baña la ciudad ducal, marca una forma de ser y de sentir y une culturas. De ahí el nombre de Ona. Pero Ona tiene un apellido: Cuina Oberta, que se descubre cuando entras al restaurante, con esa cocina que es una gran ventana abierta a la sala y en cuya encimera se pueden ver productos frescos de la huerta. Esa es la base de operaciones de Paco Castelló, pero también su sueño pues, por fin, puede dar rienda suelta a su imaginación, esa que bebe de su experiencia y de sus viajes. Un sueño que comparte con Gabriela Tarín, jefa de sala y su pareja.
Paco Castelló y Gabriela Tarín son Ona Cuina Oberta, un restaurante que nace de la reflexión por ofrecer a Gandia algo nuevo, de ahí que se quiten los corsés del pasado y abracen una cocina basada en la filosofía del menos es más: “La propuesta gastronómica de Ona Cuina Oberta es ir a la esencia de los ingredientes y completarlos mínimamente para potenciar su sabor y crear una nueva experiencia”, comenta Paco. Lo hace con pasión, esa que le lleva a decir que los productos “son como una paleta de colores” o ahondar en cada una de las materias primas que escoge para elaborar su menú, en esa premisa de que “primero hay que entender el producto y lo que transmite porque es así como es posible potenciarlo con otro ingrediente que lo complementa”.