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El conseller de Hacienda tendrá oportunidad el próximo jueves de explicarse y recibir explicaciones de los empresarios, quienes inusitadamente exigen al Consell mayor presión sobre Madrid

VALENCIA. 'Ni contigo ni sin ti' tiene respuesta la financiación de esta comunidad autónoma a no ser que el Estado se embarque en una reforma global del sistema de financiación autonómica, lo que a su vez representaría una reforma ni más ni menos que del Estado de la Autonomías surgido de la Constitución de 1978, cosas ambas harto improbables a corto plazo.

Y mientras ese momento llega (que deberá hacerlo puesto que de otro modo no habrá solución a la debacle a la que el endeudamiento, la mala gestión y el estallido de la burbuja financiera  ha conducido a todo este país), gobernantes, políticos y empresarios valencianos se desgañitan midiendo el grado de presión suficiente que deben ejercer ante Madrid unos y otros para obtener una finaciación "justa" para la hacienda regional.

(Casi nadie se atreve a manifestar que con una mayor financiación durante los últimos años, es más que probable que Valencia tuviera ahora una todavía mayor deuda dada la especial habilidad mostrada por los gestores regionales para sobrepasar los gastos muy por encima de los ingresos, fueran éstos cuales fueran, así como de los oidos sordos prestados por una mayoría de la sociedad para escuchar lo que algunos estaba avisando de lo que iba a ocurrir). 

El caso es que esta misma semana y al día siguiente de que el presidente de AVE, Vicente Boluda, dirigiera sus dardos hacia la Generalitat para que incrementara su nivel de presión sobre Madrid y obtuviera una mejor financiación (un argumento que los empresarios parecen haber descubierto ahora después de lustros de complicidad y compadreo con los sucesivos gobiernos de la Generalitat, desde Zaplana-Félix-Jiménez de Laiglesia-Rafael Ferrando hasta los primeros pasos de Fabra), el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, les ha respondido que sí, que vale, pero que hay que hacerlo de forma "responsable". O sea, con cuidado, O sea, que sí pero que no. (La conselleria y AVE acaban de fijar la fecha del próximo jueves 26 de octubre para mantener un encuentro del conseller con la organización en la sede de ésta e intercambiar opiniones).

"Por supuesto que hay que reivindicar porque es algo de justicia y que beneficia a toda la sociedad valenciana", decía Moragues este viernes. "¿Cómo, siendo representantes de la sociedad valenciana, no vamos a reivindicar algo que entendemos que es nuestro y a lo que tenemos derecho?", se preguntaba ¿con fingida inocencia? el conseller, quien aclaraba que "tenemos que reivindicar dentro de una lealtad institucional y dentro de una responsabilidad de gobierno". (Ah, la lealtad institucional, se nos olvidaba, esa escusa de los débiles para no reclamar lo que les pertenece...).

Y después está el informe de los expertos sobre la financiación autonómica. Moragues asegura que "lo que pone  en evidencia este informe es que estamos infrafinanciados de forma histórica, y eso lo han demostrado las últimas liquidaciones del sistema de financiación, que dicen que estamos 204 euros por debajo de la media, por lo que son 1.000 millones menos que tenemos al año". ¿Cuántos informes más hacen falta para decir lo mismo?

Lo que no hicieron los autores del informe, porque nadie se lo pidió y porque ellos tampoco lo plantearon, fue medir la influencia del modelo de gestión administrativa en el crecimiento exponencial de la deuda autonómica durante los últimos 15 años. Una lástima porque entonces todos habríamos obtenido conclusiones muy pedagógicas y aprendido seguramente algo para que todo esto no volviera a ocurrir hasta dentro de por lo menos de un par de generaciones. Ahora, temblando estamos algunos ante la previsible recuperación de la economía y el regreso a los buenos días de eventos y faraones.

Hablen y debatan lo que quieran empresarios y políticos, que poco podrán hacer salvo que de alguna vez fueran capaces de 'asustar' a Madrid como otras comunidades hicieron durante años y otras lo siguen haciendo en tiempo y forma suficientes para obtener sus fines. Algo parecido, en fin, a lo que ese ambicioso aprendiz de dirigente político llamado José Vicente Morata propone ahora como si acabara de nacer y no llevaran ya largos años pretendiendo otros empresarios sin que ninguno tuviera el valor y las agallas de ponerle el cascabel al gato del nacionalismo valenciano más allá de vacías palabras de seudovalencianismo futbolero (por otra parte, igualmente, venido a menos).

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