Opinión

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EL BILLETE

Dinero a manta

Publicado: 19/10/2025 ·06:00
Actualizado: 19/10/2025 · 10:47
  • Carlos Mazón, el pasado martes.
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Durante muchos siglos, en la Comunitat Valenciana se utilizó el riego a manta para todo tipo de cultivos, un sistema que parecía bueno hasta que se descubrió el más eficaz riego por goteo, que se ha ido implantando a lo largo de las últimas décadas hasta representar el 75% del total, especialmente en cítricos, caqui y uva.

El riego a manta tiene dos grandes inconvenientes: el empleo de más agua de la necesaria y su aprovechamiento por parte de malas hierbas que luego hay que quitar a mano. De ahí que esta forma de riego haya quedado relegada al arroz, que nadie en la Albufera imaginaría sin los campos anegados, aunque ya empieza a experimentarse el cultivo de arroz sin agua.

A manta es como últimamente está Carlos Mazón repartiendo los millones de los que dispone para ayudar a los damnificados de la Dana en el largo camino de la recuperación. Se trata, sin duda, de una forma más rápida de hacer llegar el dinero a todos: a quienes aún lo necesitan, a quienes ya no lo necesitan y a quienes nunca lo necesitaron pero que les viene muy bien, como nos vendría bien a todos si nos cayesen 500 o 1.000 euros en la cuenta pasado mañana.

Valgan como ejemplo las últimas tandas de reparto: 500 euros por cada niño/a en edad escolar de las zonas afectadas –cerca de 200.000 alumnos–, 600 euros para cada estudiante universitario que resida en la zona Dana –78 municipios– o entre 1.000 y 2.000 euros para familias numerosas. 

Algunas ayudas llegan a la cuenta corriente de forma automática, sin papeleo, con independencia de si los beneficiarios están más, menos o nada afectados –hay muchos residentes en los municipios Dana que no sufrieron ningún tipo de pérdida– y con independencia de su renta. A los padres de alumnos se les pide una declaración responsable de que sus hijos sufrieron pérdida de material escolar, como si esto fuera Japón.

  • Alumnado del CEIP Ausiàs March de Paiporta, en el inicio del curso escolar. 

También los autónomos de la zona Dana se vieron gratamente sorprendidos el 8 de octubre con otros 3.000 euros en su cuenta que no habían pedido. Para algunos seguirá siendo insuficiente, mientras otros que no sufrieron daño alguno bromean con que el aguinaldo les viene muy bien para sobrellevar el sablazo contributivo que les está preparando Elma Saiz.

En total, cerca de 500 millones de euros repartidos en apenas mes y medio. Si alguien se está preguntando de dónde saca Mazón tantos millones mientras Ruth Merino trata de que no le salgan telarañas a la caja de la Generalitat, que no padezca. Salen del préstamo Dana del Gobierno, al 0%, que este año tiene un límite de 2.364 millones de euros.

Eso es lo que el Consell puede gastar este año en todo lo que sea Dana, un gasto que no se computa en el déficit. El crédito finalmente dispuesto pasará a engrosar la abultada deuda de la Generalitat, que ya supera los 60.000 millones de euros, aunque no generará un gasto financiero al ser al 0%.

En 2024 fueron 700 millones de préstamo FLA Dana, aprobado por el Gobierno de Sánchez el 15 de diciembre, pero apenas se consumieron 292 millones, que es el gasto que la Generalitat pudo certificar entre el 29 de octubre y el 31 de diciembre. Esto generó injustas críticas hacia el Consell por haber “perdido” más de 400 millones, cuando se trataba simplemente de crédito no consumido. No es tan fácil improvisar y ejecutar gastos por 700 millones de euros en dos meses, porque solo cuenta la obra pública hecha.

Tampoco es fácil gastarse 2.364 millones en un año. El Consell no quiere que le pase lo mismo en 2025 y, dado que la inversión en obra pública ha sido mucho menor del crédito disponible, ha ideado una fórmula que le permite no solo evitar las críticas por no agotarlo, sino también sacar rédito político del reparto indiscriminado de dinero.

Un dinero que, dicho sea de paso, vendrá bien a la economía porque inyectar 500 millones en las cuentas corrientes de los ciudadanos siempre anima.

  • Camarero, Mazón y Rovira, durante el anuncio de las ayudas el pasado martes.

Las ayudas repartidas a manta tienen la ventaja de la inmediatez, frente a la irritante tardanza de las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, pero tienen el inconveniente de la inequidad.

La inmediatez es una ventaja para quienes reciben el dinero y también para quien lo reparte, Mazón, quien puede presumir de ser más rápido que Sánchez. Y la inequidad... nadie se va a quejar por recibir más de lo debido. Además, al contrario que en el riego a manta, este exceso de millones no genera malas hierbas sino votos.

Tampoco nos escandalicemos por que el president esté pensando en los votos cuando muestra su generosidad en comparecencias sin turno de preguntas. Es un político y para un político lo primero es él, luego el partido y luego los damnificados, exactamente igual que Bernabé o Morant cuando presumen una y otra vez, aunque la pregunta no sea esa, de que el Gobierno da más ayudas que la Generalitat, como si fuera una carrera.

La prueba de que en el reparto hay cierto interés electoral es que en las ayudas escolares –a los padres, que son los que votan– Mazón se ha ‘olvidado’ de los profesores, que sufrieron tanto o más que los niños la pérdida de material escolar, además de padecer problemas de movilidad para desplazarse a los colegios provisionales habilitados por la Conselleria. Tal vez no los incluyó porque considera que la mayoría de docentes son desafectos irreductibles que van a las manifestaciones a pedir su dimisión.

Como aún tiene margen para agotar la chequera –y más que tendrá en 2026 con un nuevo préstamo– me atrevo a sugerir una partida para un colectivo del que nos venimos acordando mucho en los medios de comunicación pero que no han visto resuelto su problema un año después: los vecinos con el ascensor averiado, que han recibido unas ayudas insuficientes y por tanto injustas en comparación con otros colectivos.

Las ayudas a manta tuvieron sentido al principio. La Agencia Tributaria aplazó el segundo pago del IRPF a toda la provincia, consciente de que la mayoría de los beneficiados no eran damnificados. Y Mazón, en lugar de esperar casi un año para soltar 500 millones, podría haber agotado los 700 de 2024 repartiendo de forma indiscriminada cuando más falta hacía el dinero.

Pero ahora toca ser más selectivo, toca ser mas justo, exquisito con el dinero público, y dar a quien de verdad lo necesita. No vaya a parecer que está utilizando el préstamo Dana para tapar con billetes la mala imagen que dejó con su gestión de la emergencia.

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