La Dana que ha azotado Valencia ha dejado algo más que calles inundadas, vecinos desesperados y un rastro de muerte y lágrimas: ha mostrado, una vez más, la irresponsabilidad y el abandono del Gobierno de Pedro Sánchez. Mientras los valencianos contaban los daños, buscaban a sus muertos y pedían soluciones, el Ejecutivo de Sánchez miraba hacia otro lado, más preocupado por su supervivencia política, por huir de la corrupción que lo acorrala y por sus pactos con separatistas, que por atender a las familias que lo han perdido todo. ¿Y por qué no decirlo? Afanado en aprovechar una vez más el dolor y la tragedia a su favor. Ya conocemos como se las gasta la izquierda en cuanto a manipular desgracias se refiere. No tengo que recordarles el Prestige, el 11M… Pero hay algunos que no aprenden, si te achantas y te pones de perfil la izquierda arrolla y se adueña del relato y del dolor.

- Foto: ROBER SOLSONA/EP
Desde Vox llevamos tiempo advirtiendo que las consecuencias de desmantelar la nación, de anteponer la ideología al deber, no son solo morales, sino también materiales. Cuando se desatienden las infraestructuras, cuando se recorta en prevención y se prefiere financiar chiringuitos políticos en lugar de obras hidráulicas, llega el desastre. Y ahora, tras la tormenta, Sánchez pretende lavarse las manos, descargar la culpa en otros y parece que desde Génova estaban empeñados en entregarle un chivo expiatorio, centrando la culpabilidad única y exclusivamente en Carlos Mazón.
El presidente del Gobierno ha hecho del enfrentamiento su herramienta habitual: divide a los españoles, enfrenta territorios y destruye instituciones. Y cuando el resultado de su política se traduce en tragedia, se refugia en el relato, en la manipulación mediática, en ese aparato de propaganda que le blinda frente a la rendición de cuentas.

- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
- Foto: ANANDA MANJÓN/EP
Ya hemos podido ver lo que le importan al PSOE las víctimas, conocer la verdad y depurar responsabilidades. Se niegan a comparecer en la comisión de investigación de Las Cortes Valencianas. Ya tienen su verdad, ya se han cobrado su presa. Gracias a Feijóo ya tienen un culpable, Sánchez y su gobierno pretenderán irse de rositas y caso cerrado.
La pregunta que muchos ciudadanos se hacen hoy es sencilla: ¿saldrá Sánchez impune otra vez? Hay muchas posibilidades, porque ha construido un sistema a su medida, en el que el poder y la apariencia pesan más que la verdad y la justicia. Pero desde Vox afirmamos que no nos resignamos. No nos callaremos ante la negligencia a sabiendas ni ante la mentira. Los valencianos —y todos los españoles— merecen un Gobierno que defienda la seguridad, la prosperidad y la dignidad nacional, no uno que se esconda tras el caos que él mismo ha creado.
En Vox no nos ponemos de perfil, no tenemos miedo a plantar cara a la izquierda y a denunciar en la calle, en las instituciones y en los tribunales las maldades de Sánchez y de su gobierno. Otros no pueden decir lo mismo.