MADRID. España ha empezado el año con unos esperanzadores datos macroeconómicos materializados en una sustancial mejora del índice de la Bolsa de Madrid, la prima de riesgo o la subasta de deuda, tres indicadores que, en opinión de analistas y observadores, podrían ser la antesala de una mejora del rating de España que Moody's revisará el 21 de febrero, S&P el 23 de mayo y Fitch el 25 de abril, según consta en el calendario hecho público por las tres agencias en respuesta a la regulación 462/2013 de la UE ("CRA3").
En los últimos meses, las tres principales agencias de rating han mejorado su valoración de la deuda pública española de largo plazo, a la vez que su perspectiva ha cambiado de negativo a estable, movimiento que en opinión de analistas de referencia, es cualitativamente muy significativo, pues constituye la primera mejora desde que en 2009 empezara la caída desde la calificación máxima y culminara en octubre de 2012 cuando Standard & Poor's anunciara su decisión de degradar la calificación de la deuda soberana de España a largo plazo en dos escalones (de BBB+ a BBB-), a un paso del grado de no inversión.
A pesar de que Moody's elevara en su última calificación su perspectiva de la deuda soberana española de negativa a estable, siguiendo la senda marcada por Fitch y Standard & Poor's, mantiene su rating en Baa3 y A-3 para la deuda de largo y corto plazo, respectivamente, un nivel por encima del calificado como junk o bono basura.
El calendario se hacía público pocas semanas después de que la European Securities and Markets Authority (ESMA) denunciara una serie de ineficiencias en el trabajo de las tres grandes agencias de solvencia relacionadas con su carácter procíclico -recalentando la economía en las fases expansivas y ahondando las recesiones durante las crisis- y por ser un oligopolio de facto, algo que ha quedado patente en Europa en los últimos años en los que su labor ha sido especialmente cuestionada, obligando a la Comisión Europea a intervenir e imponer una serie de exigencias para desarrollar su actividad.
Las agencias de calificación valoran positivamente una serie de aspectos a la hora de modificar al alza sus previsiones sobre España entre los que se encuentran los avances en la transformación de la economía hacia un modelo apoyado en exportaciones, que ha sido posible por las ganancias de competitividad acumuladas en los últimos cinco años; la reducción del déficit público a pesar del efecto adverso del ciclo económico; las reformas estructurales en el ámbito del mercado laboral, de las pensiones y del sector financiero; la evidencia de que la economía se está reequilibrando de forma sostenida, y la mejora en las condiciones de financiación para la deuda soberana que ha permitido una reducción de los gastos por intereses.
Post-it. Conglomerado de intereses.- Las tres principales agencias de calificación que representan el 90 por ciento de la facturación de un sector compuesto por casi un centenar de sociedades , son de todo menos independientes como lo demuestra el accionariado de todas y cada una de ellas.
Moody's, por ejemplo, cotiza en Bolsa y sus principales accionistas son Warren Buffett y distintos fondos de inversión como Capital World y Vanguard Group.
Standard & Poor's es una sociedad participada por el grupo editorial que cotiza en Bolsa, McGraw-Hill, siendo Capital World el principal accionista de McGraw-Hill.
Fitch, por último, es una filial de Fimalac, compañía francesa de servicios de inversión que preside Marc Ladreit, que posee el 60%, mientras que el 40% restante es de Hearst.