VALÈNCIA. “El gallo negro era grande, pero el rojo era valiente” es una estrofa de la canción antifranquista que emociona en “El 47”ganadora del Goya este año a la mejor película.
No está de más recordar la lucha por la dignidad como hace esta película en un momento como el actual, en el que mientras miles de personas no pueden bajar a la calle porque el ascensor sigue sin funcionar, tres meses después de la DANA del 29 de octubre, el Consell aprueba un Decreto-Ley por urgencia para que en l’Horta se puedan construir campos de golf, dejando claras sus prioridades.
En su batalla por hacernos olvidar su inutilidad para afrontar la Dana y sus consecuencias y justificar sus prioridades Mazón reta al “ecologismo fanático”, como si los fatales efectos del cambio climático no fueran una realidad tangible para un millón de valencianos. Así, sigue instalado en su negacionismo de lo que hizo, lo que no hizo y de la emergencia climática en la que nos encontramos y el desastre que esta conlleva.
Tampoco le parece bien al Consell (excepto a Gan Pampols) otra cuestión de dignidad: que las personas migrantes víctimas de la DANA accedan a la regularización de su situación, y así puedan residir o trabajar “con papeles” y percibir las ayudas, una decisión que Camarero cuestiona y en un alarde de demagogia relaciona con el “efecto llamada”. Se ve que les gusta más que haya víctimas de primera y de segunda, en función de donde uno ha nacido.
Otra de las obscenidades vividas estos días ha sido también obra de la Vicepresidenta Camarero, advirtiendo a los sindicatos CCOO y UGT de que las críticas al Consell son incompatibles con percibir las subvenciones que constitucionalmente les corresponden por representación de los trabajadores. Todo un alarde de trumpismo escenificado por una Vicepresidenta,Consellera de Servicios Sociales, que el día de la DANA estaba en una entrega de premios mientras los ancianos se ahogaban en varias residencias y cuyo mayor valor político para nombrarla portavoz del Consell es su capacidad de mentir y amenazar con soltura. Son las “virtudes” imprescindibles para Mazón, que ha reconocido públicamente que miente, “y yo sé de eso”, afirmó.
¿Cuánto tenía que llover y qué más tenía que pasar ese día para que una consellera de servicios sociales atendiera siquiera por la tarde los centros de mayores de las localidades que ya estaban inundadas por la mañana? ¿Cuántos puentes tenían que caer para que abandonara el evento en el que se encontraba y se ocupara de la emergencia? ¿no vio el vídeo que nos llegó a todos con los ancianos en las residencias inundándose? La respuesta para Camarero parece ser que es que la responsabilidad la tiene cualquier otro, menos ella..
Y en esa línea se encuentra la nueva versión que se ha inventado de que un órgano como el CECOPI es colegiado, algo totalmente absurdo dado que lo conforman quienes informan y asesoran, quienes deciden y quienes ejecutan, para eludir las responsabilidades legales y políticas de quien dirige esta Comunitat, y se encuentra al frente de las emergencias. Un intento de escapismo al que hay que sumar el último hecho conocido gracias al proceso judicial: el rechazo a más de 26 ofertas de ayuda de otras Comunidades Autónomas en las horas más críticas; un rechazo que la Vicepresidenta atribuye a los técnicos, eludiendo de nuevo responsabilidades propias y cargando contra los profesionales que cumplían órdenes.
Nadie entendió que la ayuda se rechazara, que no se movilizara a todo el personal disponible, como los bomberos de la ciudad de Valencia especializados en grandes catástrofes. Y así lo denunciamos en Les Corts. La respuesta de Mazón fue negarlo. Ahora salen a la luz los correos electrónicos que dejan claro que dijimos la verdad, que tardaron en pedir la movilización de la UME (de hecho, primero pidieron la desmovilización y tardaron en corregirlo) y que rechazaron la ayuda externa, al igual que pidieron pocos efectivos militares. El porqué es algo que queremos saber, pero dudo que nos cuenten la verdad.
A tal efecto se ha constituido en Les Cortsuna Comisión de Investigación cuya labor están retrasando claramente la mayoría que suman PP y VOX, con el fin de que la gente olvide el fatídico 29 de octubre. Una Comisión en la que deberían comparecer todas esas personas que han tenido conocimiento directo de la gestión de un Consell ausente y desnortado, todos los miembros de ese CECOPI que no envió ninguna alerta a tiempo ni envió los efectivos necesarios. Por nuestra parte nos gustaría escuchar a las víctimas de estas ausencias y de las malas decisiones. Necesitamos que la gente hable sin miedos, pues urge conocer las respuestas.
Y no será fácil. Para ello, para sembrar el miedo, está la Vicepresidenta, amedrentando a sindicatos y trabajadores y advirtiendo públicamente que Mazón no acepta las críticas y que ante éstas, habrá consecuencias.
Pero es que “El gallo negro es traicionero”, ya lo dice la canción de Chicho Sánchez Ferlosio.