El pasado 15 de mayo celebramos el día internacional de la familia.
En un momento en el que el relativismo y la ingeniería social se han convertido en modus operandi de las élites progresistas, Vox reafirma sin complejos que la familia es el núcleo esencial de toda sociedad, libre y próspera. Lejos de ser una estructura obsoleta o ideológicamente sospechosa, o simplemente una realidad afectiva, la familia es algo intrínseco al ser humano, la familia es la base de la estabilidad social, el refugio de los más vulnerables y el espacio natural donde se transmiten los valores que sostienen una nación.
Cuando la familia se debilita, todo el tejido social sufre, la natalidad desciende, la cohesión se resiente y el relevo generacional se ve comprometido.
Mientras otros partidos de todo el espectro político dedican recursos públicos a campañas de adoctrinamiento ideológico, imposición de lenguas o, lo que es lo mismo, erradicar otras y repartir subvenciones a diestro y siniestro, desde Vox proponemos destinar el dinero de todos los españoles a lo que de verdad importa: proteger la vida, la seguridad y la dignidad de las familias. Cuidar lo nuestro.
Por eso, hemos impulsado medidas concretas, con nombres, apellidos y, lo más importante, presupuesto. En primer lugar, hemos propuesto destinar 2 millones de euros a programas de apoyo a la maternidad. Porque ninguna mujer debería verse empujada a abortar por miedo, falta de recursos o abandono institucional. Apoyar la maternidad no es solo proteger la vida del no nacido; es también reconocer el valor de la mujer como madre y ofrecerle alternativas reales, no propaganda.
Pero la protección de la familia no es solo una cuestión de ayudas. Es también una cuestión de seguridad y orden público. Las familias españolas viven con miedo a la delincuencia y a la ocupación ilegal de sus viviendas, mientras el gobierno de Sánchez está preocupado por evitar el banquillo y por los votos de Eurovisión y mira hacia otro lado. Por eso hemos planteado un aumento de 500.000 euros en las ayudas a los ayuntamientos para la adquisición de medios materiales para la policía, reforzando su capacidad para garantizar la seguridad en nuestros barrios y proteger a quienes más lo necesitan. Las familias no pueden vivir angustiadas pensando si van a atracar a su hijo por la calle o van a violar a su hija.
Y no nos detenemos ahí. Frente a la pasividad de la izquierda con la lacra de la okupación, desde Vox defendemos la propiedad privada como pilar de la libertad individual. Por eso, hemos propuesto la creación de una Oficina Antiokupación, dotada de medios y personal para asesorar, actuar y acompañar a los afectados, junto con una partida de 250.000 euros destinada a víctimas de la ocupación ilegal, muchas de las cuales son familias trabajadoras que han sido abandonadas por las instituciones.
A todo esto se suma una política fiscal que premie, no castigue el esfuerzo de formar una familia. Por eso, impulsamos rebajas fiscales a las familias, especialmente a las numerosas y a aquellas con personas dependientes a su cargo. Porque no es justo que quienes más contribuyen al futuro de España sean los más penalizados por el sistema.
Proteger a la familia pasa por proteger a los más vulnerables que, en la mayoría de los casos, son los menores, y no sólo intentar garantizar sus necesidades materiales, sino también una educación libre de injerencias ideológicas que manipulan a los menores. Por eso Vox ha eliminado en los presupuestos de la Generalidad el curriculum “trans” en los centros escolares.
La izquierda habla de “diversidad” mientras ataca a lo que no se ajusta a sus dictados; habla de “solidaridad” mientras abandona a madres solas, a ancianos, a niños sin recursos. Vox, en cambio, actúa. Porque no hay futuro sin familia, no hay justicia social sin apoyo a la maternidad, y no hay libertad si no se respeta la propiedad y la seguridad de los hogares.
Defender a la familia no es una opción. Es una obligación moral, social y patriótica. Y es exactamente lo que vamos a seguir haciendo.
