Opinión

¿TERAPIAS? ALTERNATIVAS

La Homeopatía se cura leyendo

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Sanidad prepara una norma para regular unos productos que no han probado sus resultados médicos

VALENCIA. "La Homeopatía se cura leyendo". El tuit de @DaniEPAP es sólo uno de los miles que se han podido leer esta semana en la red desde que el Ministerio de Sanidad anunció la inminente publicación de una orden que regulará la presencia de los productos homeopáticos en las farmacias. Para entender bien la situación hay que partir de un dato: existen unas 19.000 referencias de este tipo de pseudomedicamentos a la venta en las boticas y sólo 12 están autorizados.

Según la orden, lo que pretende el Ministerio de Sanidad es acabar con la situación de transitoriedad creada por el decreto de 2208/1994. De la eficacia que tuvo la norma hablan los datos del párrafo anterior. Para el gobierno, la medida pondrá fin a la provisionalidad que afecta al sector; para el abogado alicantino Fernando Frías sólo cabe hablar de dar carpetazo a una situación de clara "ilegalidad" y hacer pasar por medicinas unas pastillas de azúcar y agua con pretendido valor terapéutico.

Para la Sociedad Española de Medicina Homeopática -integrada por médicos titulados- la nueva regulación permitirá, entre otras cosas, poner coto al intrusismo en el sector. Para su vicepresidente, Antonio Ortega, la medida es un "paso más" hacia la normalización de la Homeopatía en España y "aunque los cambios son difíciles, llegan y este va en la buena dirección".

¿CÓMO FUNCIONA LA HOMEOPATÍA?

La Homeopatía es una pesudomedicina creada en 1810 por el alemán Samuel Hanhemann. Tiene varios postulados (la existencia de una esquiva energía vital, el principio de que lo similar cura lo similar....) pero el más polémico es el relativo a las llamadas diluciones.

Para fabricar un producto homeopático se parte de un elemento que se va diluyendo. Suena a broma pero no lo es, el soluto puede ser una nota musical, un trozo del muro de Berlín, un rayo de sol .... Este se diluye en 99 litros de agua. Del resultado se obtiene un litro y se repite la operación las veces que haga falta. Según el número de Avogrado (es decir, desde el punto de vista científico), a partir de la novena disolución no existe ni una molécula del elemento original aunque con algunos productos homeopáticos se repite el proceso hasta un millar de veces.

Según los homeópatas, aunque el soluto haya desaparecido, el efecto persiste gracias a la llamada (y nunca demostrada) memoria del agua: ésta retiene las características de la sustancia original y, por si fuera poco, es más potente a medida que aumentan las diluciones. Palabrería en estado puro.

MALO PARA EL CONSUMIDOR

Fernando Frías no sólo es el mayor experto en cuestiones legislativas relacionadas con las llamadas "medicinas alternativas o complementarias", sino que además es homeópata titulado por Boiron, la mayor multinacional del sector. "La administración ha estado haciendo la vista gorda a la venta de los productos homeopáticos y ha dejado que se vendieran de manera claramente ilegal".

Recuerda que hay varias sentencias de la Audiencia Nacional en las que daba la razón al ministerio al denegar, por silencio administrativo, las licencias. "Lo curioso es que hace caso omiso a esas sentencias, que le dieron la razón, y ahora dice todo lo contrario".

La orden, apunta, da respuesta a una directiva de la Unión Europea que obliga a regular el sector, "y que lleva 20 años incumpliéndose". El problema, añade, es la forma en que se hace. "Deja al consumidor con la idea de que los productos homeopáticos son una especie de medicinas e incluso abre la posibilidad a que se anuncien".

REGULACIÓN AL SERVICIO DE LA INDUSTRIA

La cuestión de fondo, para él, es la vía por la que ha optado el ministerio. Por un lado, habrá un tipo de autorización para los productos que digan que tienen algún fin terapéutico concreto "que apenas se utilizará porque obligaría a demostrar que son eficaces lo cual es imposible". La directora general de la Agencia Española de Medicamentos, Belén Crespo, ya ha anunciado que el proceso será mucho más laxo que el que se emplea para autorizar medicinas auténticas.

La segunda vía, la que se utilizará mayoritariamente, "consiste en que no hagan ninguna afirmación y simplemente demuestren que son inocuos, lo cual es cierto ya que no son más que compuestos de agua y azúcar". Él lo sabe de primera mano ya que ha participado en varios ‘suicidios homeopáticos' (tomar sobredosis voluntaria de estos productos) y, al menos de momento, sigue vivo.

Pero hBelén Crespoay más, añade. "Según la Homeopatía un mismo elemento es un medicamento distinto en función del número diluciones, pero para el ministerio no, lo que supondrá una ahorro importante de tasas para las empresas que fabrican estos productos ya que una valdrá para muchos productos distintos".

A esto se añade otro elemento. El Ministerio prevé que los productos renueven su licencia, aunque ésta nunca haya existido. La diferencia es notable: los primero cuesta 590,78 ó 923,09 euros, lo segundo sólo 90. Según Frías, la administración dejará de ingresar más de 7 millones de euros, "y es una cálculo por lo bajo".

Este abogado cree que la administración se ha plegado una vez más a los intereses de la industria, que ya logró tumbar un intento de legislar la materia en 2008 -cuando la cartera la ocupaba el ministro Bernat Soria- precisamente por lo elevado que consideraba el coste de las autorizaciones.

EL DEBATE

¿Existe un debate sobre la eficacia de la Homeopatía? Desde el punto de vista científico, ninguno. Hay médicos que la defienden en la misma medida que hay  pilotos de avión que creen en los ovnis o biólogos que no dudan de la existencia del Yeti.

La prueba de que las teorías de Hanhemann sobre la Homeopatía no funcionan es que ningún otro sector aplica este principio que, por ejemplo, haría estragos en el mundo de las bebidas alcohólicas. Bastaría comprar una botella de güisqui y diluirla para tener provisiones para años.

Las asociaciones científicas coinciden: no funcionan. El propio Ministerio de Sanidad, en un informe de 2011 (Análisis de las terapias naturales), lo califica de "placebo". Un informe de la Cámara de los Comunes británica dice que sus principios son "inverosímiles", la Academia de las Ciencias Francesas asegura que no tiene "justificación científica", el Consejo Científico de Japón cree que "ha sido científica y concluyentemente refutada". Son sólo unos ejemplos.

Sin embargo,  no pasa lo mismo con organismos administrativos. En España, por ejemplo, la Organización Médica Colegial -que declinó participar en este artículo- califica la Homeopatía como de "acto médico". La Organización Mundial de la Salud o el Parlamento Europeo la respaldan. Hay países en los que es alegal, pero en ninguno está prohibida.

¿Y SI ES EFICAZ?

Para Antonio Ortega, de la Sociedad Española de Medicina Homeopática, tampoco hay debate científico: su eficacia está demostrada. Cita varios presuntos estudios de Luc  Montagnier (codescubridor del virus del SIDA y premio Nobel de medicina) que acreditan la existencia de la memoria del agua.

 "Otra cosa es que sorprenda que cantidades tan insignificantes puedan tener efecto, pero hay que recordar que algo tan aparentemente diminuto como podría ser un virus puede causar una pandemia como Ébola", añade. Según él, las dosis que se emplean en inmunoterapia son comparables a las de la Homeopatía y no suscitan polémica.

Inmaculada González-Carbajal, presidenta de la Federación de Médicos Homeópatas, también valora positivamente la orden. "Llegará un día en que no se hable de medicina tradicional y medicina complementaria, sino de medicina. La medicina es como un tarta", explica con una metáfora, "y la nuestra es sólo una parte, pero hay más y todas tienen que estar al servicio del enfermo".

¿VAYA TIMO?

Víctor-Javier Sanz es médico con más de 30 años de experiencia y autor de La Homeopatía ¡Vaya Timo! (Ed. Laetoli). "La Homeopatía", explica, "es un sistema médico en sí, como todo el resto de terapias alternativas. Lo único que tienen en común es su ineficacia. Lo curioso es que cada una es incompatible con las demás, con una presunta explicación contradictoria con el resto. Los principios de la Homeopatía no son aplicables a la acupuntura, ni a las flores de Bach, ni a la osteopatía, ni a la naturopatía...".

El ‘a mi me funciona' con el que mucha gente defiende el uso de estas terapias no sorprende a Sanz: "El 70% de las enfermedades se curan solas por su propia evolución, lo que pasa que los usuarios de la Homeopatía le atribuyen el mérito a las pastillas de azúcar. En realidad, no es más que un placebo y éste puede contribuir a una mejoría en un 20 o 30% de los casos, pero si la gente acude a un médico el porcentaje aumenta hasta el 80%".

Un dato curioso es la lucha soterrada entre la medicina y las terapias complementarias, algo que según él explica el interés de colegios de médicos y demás instituciones por ellas. "Quieren que sólo los que han pasado por una facultad de medicina puedan ejercer en este terreno, pero lo curioso es que la mayoría de ellos ha sido formado por gente que carecía de título alguno", añade.

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