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OPINIÓN /'UN TRANVÍA LLAMADO PURGATORIO'

#OpiniónVP 'De las soberbias y ocurrencias de políticos de toda la vida', por Cruz Sierra

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Imagen captada de un informativo de la Sexta TV donde se comentaba la reacción de Alfonso Grau en una reciente rueda de prensa y de Ximo Puig comentando la intervención

VALENCIA. Disculpen si hoy mezclo churras con merinas, pero hay días en los que no está uno para sutilezas y éste, en plenas Fallas y con los flancos descubiertos, es uno de ellos. Me refiero con el titular en primer lugar a la soberbia expresa del ya ex vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, quien ha optado por un escenario de dimisión decorado de vítores, tambores, fanfarrias y besos de alcaldesa. Muy bien, cada uno dimite como quiere, "a su manera", siempre que cumpla con lo que crea que es su deber.

No será el que esto firma el que acuse de corrupción ni nada parecido a Grau, que antes de todo está la presunción de inocencia y que tire la primera piedra el que esté libre de impurezas. Para eso existen el banquillo, el juez y el juicio. Pero sí me permito criticar su soberbia: si ha decidido largarse -o le han empujado a ello, más bien parece- es porque la Audiencia de Palma le considera sospechoso de la comisión de varios delitos, entre ellos la malversación de fondos públicos.

Así que váyase el edil como un caballero y no echando espumarajos e inexactitudes procesales por la boca afirmando ser víctima de persecución. ¿Víctima? ¿Persecución? ¿Qué sabrá este encausado servidor público de persecuciones, represiones, despidos, acusaciones falsas y de tantas y tantas otras calamidades comunes para los mortales de a pie? Él o alguien al que él respalda, ha cometido un error (o varios), le han pillado y ahora lo paga. Pues mutis, despedida educada y si finalmente resulta absuelto, ¡enhorabuena y a disfrutar de la vida!

Pero cuidado no le vaya a pasar como a otros ilustres de la historia lejana y cercana, 'investigados, 'encausados'... y situados entre rejas por delitos menores frente a los que si la justicia hubiera sido bíblica en lugar de poética les habrían podido representar lustros y lustros en la sombra. Ustedes ya me entienden, que 20 o más años de poder absoluto dan para mucho.

Ha gobernado todos estos años el exvicealcalde con soberbia y prepotencia no exentas de cierta chulería, y con prepotencia y soberbia se va. Al menos es cocherente consigo mismo. Ahora, sin él, la alcaldesa Rita Barberá pierde un fuerte apoyo en su día a día... pero nada, son cuatro días, que las elecciones están a la vuelta de la esquina y candidatos para 'la mano del Rey' en el hipotético caso de que volviera a gobernar no le van a faltar.

OCURRENCIAS INDEPENDIENTES

Y el caso de las ocurrencias de última hora se lo imputamos esta vez al secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, por ese súbito -no sabemos si improvisados o qué- nombramiento de ‘independientes' en sus listas para la Generalitat. A ver, insigne líder, claro que es bueno -excepcionalmente bueno en el caso de este partido tan castigado por la endogamia- situar a enriquecedores personajes independientes en las listas electorales.

Estos personajes generalmente responden a perfiles determinados que tapan -digámoslo así- los huecos que no puede cubrir sus propios militantes por presunta falta de cualificación, técnica o personal, o ambas, que de todo hay (20 años de derrotas sin interrupción nos contemplan). Asimismo, es posible que el líder socialista no haya encontrado los perfiles adecuados y optado entonces por soluciones extemporáneas, vaya usted a saber.

Pero en todo caso, lo que exige la elección de independientes es una explicación pública y diáfana por parte de quien los ha elegido acerca de los motivos que le han conducido a tal elección. ¿No hubiera sido adecuada una rueda de prensa -por ejemplo- dirigida por el propio Puig y con sus tres independientes flanqueándole para aclarar a sus potenciales votantes los motivos de situar en primeros puestos a dos escritores y a una economista perfectamente desconocida?

No vamos a llegar al extremo de emplear lo escuchado entre altos cargos del partido de que ahora el grupo socialista se va a parecer "a una biblioteca" (y no precisamente por lo de compendio del saber), pero al menos podemos afirmar que muchos ciudadanos aspiran a contar con una lista del primer partido de oposición repleta de experimentados conocedores de la situación real con paquetes de medidas bien meditados y elaborados (tiempo ha habido) debajo del brazo para legislar y aprobar. Mala suerte: no está siendo así.

Sigue pareciendo el PSPV, en ocasiones, obsesionado con la intención de no ganar elecciones autonómicas ni municipales, ofreciendo modos, maneras e individuos que poco o nada aportan a los que la sociedad reclama ahora de cualquier grupo político que aspire a gobernar: ideas, solvencia y experiencia y frescura al mismo tiempo... Difícil, sí, pero no imposible.

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